Tu corazón me siente (malec)

Día 31 (continuación)

Tu corazón es único. Palpita con tanta fuerza que me enloquece. Amo su fragilidad y la ternura  que oculta. Amo las dudas que le agotan, lo noble e ingenuo que puede llegar a ser, sus tristezas, sus alegrías. ¿No te das cuenta? No fue tu cara, ni tu cuerpo. No me enamoré de lo que veían mis ojos,  sino de lo que ocultabas  aquí dentro. Amaría cualquier cuerpo que alojara este corazón.
(Nut)

👆 ya se notó mi amor por ese libro? ❤

* * *

[Día 31]

POV ALEC

Como desde el primer día, supe el momento exacto en que Magnus se acercaba.

Giré mi rostro hacia la izquierda, desde donde me llegó su presencia, desde donde lo sentí.

Mis ojos, tras las gafas, se cerraron, tratando de traer a mi mente alguna imagen de Magnus caminando hacia mí.  Mi rostro se alzó un poco hacia el cielo, suspirando y aspirando su aroma cuando estuvo ya frente a mí.

Olía a sándalo, a azúcar quemada, a café, y a...Magnus. Esa mezcla que no sé describir, pero que siempre podré reconocer.

-Buenos días, Alexander -suena feliz, y demasiado cerca.

Sonrío sin poder evitarlo y estoy por contestar cuando siento sus labios sobre los míos, en un beso dulce y lento, con sabor a capuchino y a...

Se separa demasiado pronto. Apenas es un roce de labios. Muerdo los míos para no volver a suspirar. -Hola, Magnus. Suenas feliz hoy, demasiado.

Él se ríe, siento su mano buscando la mía, hasta que deja en ella un vaso. -Estoy demasiado feliz, Alexander. No todos los días la vida, y un hermoso ojiazul terco, te da una nueva oportunidad. Te traje un capuchino. ¿Te gusta?

Una nueva oportunidad.

Mi ceño se fruncé ante lo de terco. -Sí, me gusta. Gracias. No tenías que molestarte.

-No es molestia, querido -ignora mi gruñido-. Voy a conquistarte, ¿recuerdas? Estos treinta días son para conocernos más, para demostrarte lo buen novio que yo sería.

Novio.

Ante la palabra casi me ahogo con el primer sorbo de capuchino.

No somos novios... ¿O sí? Él no me lo ha pedido.

Magnus, ajeno a mis dudas, sigue hablando. -...y sobre eso, estuve pensando, ya que me has dado una oportunidad, treinta días más no sólo para seguirte hablando de mí, sino que tú me hables de ti, conocerte y conocernos, creo que no hace falta que todos los días nuestros encuentros sean aquí...

-¿A qué te refieres, Magnus?

-Que podríamos, y deberíamos, tener más citas, Alexander.

Hago una mueca. -No estoy seguro, Magnus.

-Ay, por favor, Alexander -dice Magnus, pero su voz empieza a difuminarse.

<<-¡Ay, por favor, Alexander! Vamos, por favor, por favor...

-No, Magnus. No quiero. No me gusta. No me gusta estar rodeado de mundanos, que te comen con la mirada, mientras yo pretendo ver una película que no entiendo a menos que tú me expliques cada línea...

-¡Por favor! -un claro puchero en su voz.

-No, Magnus. ¿Por qué no invitas a...?

-Porque yo quiero ir contigo, porque te quiero, y porque tú eres mí...>>

-Alexander -Magnus sacude suavemente mi hombro-. ¿Me estás escuchando?

-¿Tu qué? -pregunto, todavía entre la realidad y aquellas frases sin sentido.

-¿Qué? -Magnus suena sorprendido-. ¿De qué hablas? ¿Me estás escuchando? A mí de verdad me gustaría tener citas contigo, conocer otras facetas de nosotros, disfrutarnos más allá de nuestras almas rotas. Quiero conquistarte, Alexander. No mentía cuando te lo pedí, déjame hacerlo, por favor.

Una caricia en mi mejilla me hace estremecer. Pongo mi mano sobre la suya que se ha detenido a un lado de mi cuello, sobre mi pulso frenético. -Está bien, después podemos organizar algo.

-Perfecto, Garbancito -siento sus labios en mi mejilla y luego hay un incómodo silencio.

POV MAGNUS

No puedo creer que lo he dicho. Me congelo en mi lugar, sin saber qué decir.

Hasta que Alexander hace un sonido extraño, algo entre un gruñido y una risa. -Creo que los apodos cursis van en la etapa de novios, no antes.

Rio, aliviado. -¿Eso quiere decir que aceptas ser mi novio?

-No lo sé, Magnus. Después...hablamos de eso. Ahora, ¿con qué quieres empezar estos treinta días?

-Uumm -bebo de mi café mientras pienso qué más podría contarle-. No sé, hay tantas cosas de mí que me faltan por decirte. De mi pasado, mis hijos, pero también de mí. Sólo de mí. Yo quiero que sepas de mí y yo de ti... ¿Hay algo que a ti te gustaría saber?

Él, parece imitarme, bebé un largo trago antes de atreverse a hablar: -En realidad, sí. Tal vez sea incorrecto preguntar, pero tengo curiosidad. Has dicho, y yo he notado, cualquiera lo haría, que amaste mucho, más que a nadie, al padre de tus hijos. Dime ahora, ¿por qué yo? Después de un amor así, irrepetible, ¿qué te hace querer abrir tu corazón de nuevo? Algo así nunca vuelve a vivirse. Dime, ¿qué tengo de especial yo?

Supongo que debí verlo venir, pero la realidad es que no estaba listo para esta pregunta... ¿cómo explicarle?

CONTINUARÁ...

de vuelta aquí 🙌 gracias por seguir ❤
han pensado *la cita del inicio me dejo pensando en eso* qué pensará Alec cuando sepa quién es él? 🙈 podría pensar que Magnus lo quiere y lo acepta sólo por su pasado...

y si alguien espera Con recuerdos, mañana actualizo! alguna que quieran?