Día 49

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No podía seguir adelante con otra persona porque él tenía mi corazón. Ninguna cantidad de lógica, ni tiempo, ni distancia cambiaría el hecho de que estaba locamente enamorado de él.
(Mary Calmes)

* * *

[Día 49]

POV ALEC

¿Por qué volví a la vida?

No lo sé. No puedo imaginarlo. Se supone que uno reencarne en diferentes personas, que sea un premio o un castigo a la vida anterior, a tus actos pasados, ¿por qué yo pude volver en el mismo cuerpo, con la misma alma, el mismo corazón, aunque sin recuerdos?

Y si fuera al revés, si se invirtieran los papeles, ¿podría estar con Magnus sólo por los recuerdos?

No, yo no podría. Él tiene razón, sería una tortura verlo cada día, tenerlo a mi lado sin tenerlo realmente, siendo sólo un recordatorio de lo que tuve.

Amarnos otra vez. Amarte nuevamente. Aprender a amarnos, conocernos...

Las palabras de Magnus, tan sinceras, tan profundas, tan dolorosas, están clavadas en mi corazón, en mis pensamientos. Cada palabra, mientras mis dedos se deslizaban por el papel y las sentía, podía leerlas, y escucharlas mientras Magnus las repetía de memoria para mí, fue demasiado. Hubo un silencio antes de que tuviera que colgar, porque no podía encontrar mi voz, porque me temblaban las manos, el cuerpo, el corazón, porque las lágrimas caían sin control.

Porque lo amo como nunca creí posible, ni en una vida, mucho menos en dos. Y quiero creerle, quiero creer que me ama a mí ahora, que no le importa lo que soy y lo que fui, que se fijo en mí y no en un fantasma de su pasado...

Esperanza había venido cuando me escuchó llorar. Había leído, cuando le dije que podía, las palabras de Magnus. Me leyó también, mientras yo seguía sollozando en su regazo, tratando de controlarme, sus antiguos relatos. Los que me dio en otra vida, al que fui.

"Tal vez tú eres parte de él, o él de ti, pero no son el mismo" había escrito Magnus. Y realmente pude sentir el dejavu al escuchar la lectura de Esperanza. Pude imaginarme a ese hombre, ese que fue Magnus a lo largo de su vida, de los siglos. Eran inevitables risas y sonrisas mientras capítulos de su vida -en los que no estuve yo, yo ni el que fui- estaban disponibles para mí.

Y entonces pensé, mientras Esperanza me contaba sobre sus ex, sobre los que Magnus ya me había hablado, si no me importaron ellos, si no me importó ese pasado en su corazón, ¿por qué no le daba una oportunidad de explicarme en persona, de demostrarme que realmente me ama a mí con hechos y no con palabras?

-¿Estás seguro, guapo? -me pregunta Esperanza antes de presionar el timbre.

Mi corazón late acelerado y podría jurar que he vivido este momento más de una vez.

Tengo que hacer esto ahora. Arreglarlo antes de que vuelva Izzy. Decirle adiós a Magnus, porque no me creo capaz de cargar con un pasado mío que no recuerdo pero que pesa tanto en mi corazón, o darle -darnos- una oportunidad porque sin él ni siquiera tengo corazón.

Él lo ha llenado en estas semanas, le ha dado sentido, una razón para latir, ¿qué me queda si él se va, si lo dejo ir y se lleva mi corazón con él porque -incluso antes de saber esto- yo estaba seguro de que no se lo daría a nadie más?

Tal vez tiene razón. No verlo, no recordarlo, hace más reales mis sentimientos por él.

-No -contesto sinceramente, antes de presionar el timbre.

No estoy listo, pero no quiero esperar más, no quiero sentirme roto y vacío más tiempo cuando puedo arreglarlo... O intentarlo al menos.

Es Max quien abre. Lo siento, escucho su sonrisa en su voz sorprendida. Le pedí a Esperanza no decirle nada, debo arreglarlo y hablarlo primero con Magnus antes de poder estar con...mi hijo.

-¡Alec! -agradezco haber usado las gafas cuando Max me da un abrazo rápido y mis ojos se llenan de lágrimas.

Incluso si no volviera con Magnus, ¿qué culpa tiene mi hijo?

-¿Sabe mi papá que vienes? Porque creo que sigue dormido, voy a despertarlo. ¿Sabes? Por un momento pensé que se habían peleado o algo, hace unos días la tía Cat y la tía Tessa se quedan con él, él dijo que estaba enfermo y tú ocupado, pero no le creí...

Siento una presión en mi corazón ante sus palabras. Todo este tiempo, estos días, egoístamente, pensé sólo en mí. Mi dolor. Mi confusión. Mi soledad. ¿Y Magnus? Él me habló de lo que fue este siglo, de como Max, Catarina, y Tessa nunca lo dejaban solo. Lo que sucedió cuando lo hicieron. Y yo volví a dañarlo, ¿lo regresé a ese momento?

-Max, creo que...

-No -detengo a Esperanza antes de que diga algo más-. Magnus no te mintió. Estuve ocupado con Isabelle, mi hermana, pero ya estoy aquí. ¿Crees que podrías hacer que Tessa y Catarina dejen a Magnus? Quiero darle una sorpresa.

-¡Claro! -Max suena tan alegre que me hace sentir culpable-. Ya regreso.

-Alec... -Esperanza empieza en cuanto él se va, pero yo la interrumpo porque tengo que preguntar algo que he venido pensando:

-¿Tú lo sabías?

-¿Q-qué...?

-Lo sabías -ya no es una pregunta.

-Sí -casi suspira la palabra.

Y quisiera enojarme, pero no puedo. ¿Qué habría hecho yo en su lugar?

-Hablaremos después -le digo, cuando escucho a Max y los demás venir.

-No me odies, por favor -su mano envuelve la mía.

-No te odio.

Ella se acerca, besa mi mejilla, y aprovecha para susurrar en mi oído: -Entonces no puedes odiarlo a él, alejarlo.

No lo odio. Lo amo. Y no quiero alejarlo.

Esperanza se lleva a Max.

Tessa y Catarina dudan un momento.

-¿Estás seguro?

-Magnus no está bien. Si tienes dudas. Si vas a herirlo más...

-¡Catarina!

-No quiero herirnos más -le aseguro-, pero necesitamos hablar.

Supongo que Tessa comprende un poco más. "Una hora" me advierte Catarina.

Cuando ellas se van, camino hasta la habitación de Magnus. Nuestra habitación.

Magnus debe seguir dormido, no siento su mirada, está todo en silencio. Llego hasta su cama, siguiendo el borde hasta sentarme a su lado. Mis manos van a buscarlo cuando él me encuentra a mí y creo que sigue dormido cuando pronuncia un "Alexander".

Una de mis manos acaricia su rostro, suavemente para no despertarlo. La otra cubre mi boca, tratando de callar el sollozo que no logro contener.

Te extrañé tanto. Ojalá pudiera verte dormir.



CONTINUARÁ...

Tu corazón me siente (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora