Tu corazón me siente (malec)

Día 44 (continuación/4)

-Te salvaste -dijo Alec en el oído de Magnus-. Te salvaste a ti mismo, y luego salvaste a tanta gente. No pudiste haber salvado a nadie, si no te hubieras salvado. Nunca te habría encontrado.
(Adelanto de The eldest curses)

* * *

[Día 44]

POV ALEC

-¿Oye, no habías salvado con tu magia al papá de Max también? ¿Cómo fue eso?

Supongo que mi pregunta es, en parte, curiosidad, y también querer cambiar de tema. No quiero que se centre en mí, que se preocupe por mí. No ahora que me siento tan fuera de lugar y tan sin sentido donde estoy, como estoy.

Pero el largo silencio que sigue a mi pregunta me dice que él no está cómodo con el ligero cambio de tema.

Se aclara la garganta antes de preguntar: -¿Por qué quieres saber eso? Ya te he hablado de...ese momento, ese fue nuestro segundo encuentro aunque él no lo recordara claramente después.

-Sí, ya me has hablado de eso, pero no me diste detalles, dime cómo fue para ti, para él, bueno eso último tal vez no puedas decirlo tú. Dime qué sentiste, cómo sucedió...

POV MAGNUS

Tal vez sea el momento de hablar. No forzar sus recuerdos, pero si es él quien pregunta...

Pero necesito ver sus ojos para ser capaz, para armarme de valor. Así que rompo el abrazo y me separo un poco de él. -Si yo te cuento de esto, ¿tú me dirás lo que pasó antes de que cayeras? No usabas gafas por mí, como dejaste que tu hermana creyera, porque yo no venía por ti. Así que no me digas que no es nada. En todo caso, di que no quieres decírmelo.

Él hace un puchero tan adorable. -¿No me vas a contar si yo no te cuento?

Se me escapa una risita y su ceño se fruncé. -Sí voy a contarte, pero también me gustaría que tu confíes en mí. ¿Está bien? ¿Puedes hacerlo?

-Sabes que confío en ti -dice, con un largo suspiro-, y no es nada importante. Pero está bien...

Pero cuando intenta volver a mis brazos, yo tengo que alejarlo. Porque necesito la reacción en sus ojos cuando él me escuche y entienda.

-¿Qué pasa? ¿Estás enojado porque no te dije?

-No -mis manos van a su rostro-, nunca podría enojarme contigo. Sólo quiero...verte, ver tus ojos mientas hablo, porque es difícil y...

Veo la comprensión cruzar su mirada justo antes de su "Oh", y me sorprende cuando se lanza a darme un beso rápido. -Está bien, estoy aquí -sus manos sobre las mías, las mías todavía sobre su rostro.

-Lo conocí...ya sabes cómo fue ese primer encuentro, después me llamaron porque un demonio lo había herido y era grave. Necesitaban mi magia y no dudé, porque ese primer encuentro me dejó con ganas de más, de conocerlo mejor. Y para eso lo necesitaba vivo, no podía morir alguien tan joven, tan noble, tan puro, simplemente no podía dejarlo ir. No era su momento y esa era la razón por la que nos habíamos conocido, para que yo pudiera salvarlo y él a mí, para tener un futuro después, ahora lo creo así. En ese momento yo sólo podía verlo a él, concentrarme en él, mi magia y él lo eran todo. Cuando llegué, pedí que todos salieran, me preparé para salvarlo o morir intentándolo, era tan intensa esa necesidad que gasté demasiada de mi magia, incluso cuando lo supe fuera de peligro, no dejé de dejar fluir mi magia hacia él, no dejé de tratar de eliminar cualquier rastro de dolor, no solté su mano porque él se aferraba a mí como si fuera lo único en su mundo, como si me necesitara sólo a mí, y me gustó eso. Nunca sentí tan útil mi magia como en ese momento.

Y entonces Alec, típico de él, hace la pregunta que menos habría esperado. Cómo le encanta romper la lógica de los guiones.

-¿No crees que estás conmigo por eso, por él?

CONTINUARÁ...

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