Día 53 (continuación/6)

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Ladrón de mi corazón. Siempre estaré ahí para ti. Nunca te abandonaré, nunca te dejaré sentir que estás solo, porque no lo estás. Mientras esté vivo, nunca conocerás a un día en el que no te sientas amado o protegido. Estaré allí para ayudar a llevar cualquier carga que puedas encontrar demasiado pesada, y para luchar contra cualquier demonio que venga por ti, te amo, y te amaré hasta mi último aliento.
(E.F.)

* * *

[Día 53]

POV MAGNUS

<<Hazlo, mi amor. Siénteme. Ámame. Enséñame a amar y ser amado, Magnus Bane. En esta vida.>>

Y no sé cómo es que sigo respirando. Literalmente no lo sé. No después de que aquel chico desconfiado, aquel que no quería darme otros treinta días, hoy me pida eso. No después de que el amor de mi vida vuelva a llamarme "mi amor", el azul de sus ojos brillantes y fijos en mí como si pudiera verme.

Sus manos han dejado de temblar entre las mías. Los dos rozamos la excitación evidente en su entrepierna.

Su piel pálida, suave, sin marcas, brilla a la luz de las velas, deliciosa y tentadora. Me inclino sobre él, para besar su hombro, mi nariz acariciando la curva hacia su cuello.

-Te he amado siempre, Alexander. Pero con gusto puedo demostrártelo ahora. Que amarte y sentirte fue para lo que yo nací.

Me arriesgo a dejar pasar mi lengua, suavemente, muy suavemente, sobre un lado de su cuello. Sólo una caricia cálida, pero lo suficiente para que él se estremezca mientras echa su cabeza para atrás. Sus manos recorren mis costados, hasta llegar a mis hombros para sostenerse, dejan a las mías en libertad para desaprochar su pantalón y comenzar a bajarlo.



POV ALEC

Desde el momento en que las manos de Magnus estuvieron sobre mí, y las mías sobre él, he sentido que estoy muriendo.

No puede ser real.

Esto no puede estar pasando.

Es increíble que yo, yo, Alexander Lightwood, yo, en esta vida simple, yo sin poder ver, sea deseado y pueda sentirme tan amado y tan vivo.

Cada célula de mi cuerpo está gritando que es demasiado, pero también rogando por más. Más de los labios de Magnus en mi cuello, más de su enloquecedora caricia húmeda y tibia. Más de sus manos.

Más. Más. Más.

Me lleva todo mi autocontrol no empujar mis caderas para sentirlo más. Nunca pensé que la excitación y el deseo físico pudieran ser tan fuertes y mezclarse con el deseo del corazón. Porque tanto como mi cuerpo se estremece de necesidad, tiemblo por sentir sus manos y su boca con más ansias, me encanta la suavidad con la que lo hace. Los besos fugaces que deja en su camino hacia el sur.

Hombro. Cuello. Clavícula. Pecho. Abdomen. Sus manos recorren mis muslos en el proceso de deshacerse del pantalón. Caricias cargadas de necesidad, contrastando con los besos suaves que reparte aleatoriamente.

Mi cadera. La pierna. Me hace reír entre estremecimientos cuando sus labios tocan mi rodilla. Mi pierna se sacude un segundo después. Su mano fuerte rodea mi pantorrilla y mi piel arde.

No sé que hacer con mis manos mientras él me ayuda a salir del pantalón. Quiero buscarlo, sentirlo, pegarlo a mí. Piel con piel. Tan real que duela. Tan real que, irónicamente, no lo parezca.

Un sueño hecho realidad.

Un suspiro se me escapa cuando por fin estoy sólo en ropa interior. Magnus tarda tanto que pienso en quitarla yo, tocarme yo. Una de mis manos va a mi entrepierna y choca con la suya.

Ambos gemimos. Ronco. Fuerte.

Su otra mano va a mi rostro, siento su pulgar sobre mis labios mientras alza mi rostro. Siento su mirada a la vez que su otro pulgar se cuela bajo mi ropa interior, su piel por fin tocando la mía.

-¿Puedo? -su susurro en mi oído, sus labios haciendo un camino hasta los míos. Su pulgar desaparece y un suave beso comienza. Mi "Sí" se pierde entre sus labios. O tal vez no, porque siento su sonrisa mientras sus dos manos se deshacen de la única prenda que nos separaba.

Él nunca deja de besarme. Sus manos esta vez no recorren todo el camino. Dejan la ropa interior caer sola, mientras ellas se quedan sobre mis piernas, subiendo de regreso a mis caderas.

-Alexander -es apenas reconocible su voz. Su tono ronco. Sus labios todavía sobre los míos.

Dejo mis manos aferrarse a sus caderas también, mis dedos tocando parte de su piel antes prohibida mientras lo acerco más a mí. Hasta que estamos completamente en contacto.

No sé si tiemblo yo o es él. No sé si es magia o es normal es fuego que arde dentro de mí y cómo mi piel está hipersensible.

-Sí tengo miedo, Magnus -digo, porque creo que es lo que iba a preguntar-, pero no me arrepiento. Mírame, tú puedes hacerlo. Estoy aquí. No me estoy yendo.

Y no sé como, pero lo sé, sus ojos están cerrados cuando lo dice. -Lo sé. Porque te siento. Mi corazón también te siente.





CONTINUARÁ...

Ya extrañaba actualizar diario aquí 😌

Ahora sí, ya está por terminar este día. Díganme qué les ha parecido esta escena en general, ¡por fin está pasando!, ¿ha sido lo que esperaban o me perdí totalmente? Pueden ser completamente honestos si no les ha gustado 🙈

Tu corazón me siente (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora