Para Andrew [En Edición]

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Dedicado a: FlorMaggi y Rosita_Mazonas

Tenía unas ojeras horribles por la falta de sueño y de tanto llorar, el abogado había venido a entregarme todos los documentos necesarios personalmente para mantener discreción.

—Tomás me decepciona, no esperaba esto de él —dijo Arly mirando los papeles con rabia.

—Era inevitable —le respondí sin rastro de emociones, me habían dado de alta y planeaba ir a vivir a casa de Matt y Arlett, por lo menos hasta que le pida el dinero que me corresponde a Tomás.

—No piensas en firmarlos ¿verdad? —Matt seguía atónito por lo que había cambiado en una noche—. Deja que al menos te diga en la cara que desea irse.

—Creo que tu deseo se cumplió —. Arly miraba por la ventana, Alex estaba molesto y le pidió que te diera una explicación.

—No debe explicar nada, ambos lo acordamos —con Ocean en un brazo tomé mi bolso, no deseaba verlo, no quería que me rompiera el corazón, no él.

—¿A dónde vas? —dijo parándose del sofá Matt.

—Muy lejos de aquí, no quiero escucharlo —salí corriendo y planeaba tomar las escaleras para no encontrármelo pero la sorpresa que me llevé fue dolorosa.

—¿Tom? —dije al borde de las lágrimas— ¿Qué haces aquí?

—Deseaba más tiempo —estaba nervioso y tenía el mismo aspecto que yo.

—Creo que yo tomaré al bebé mientras ustedes hablan —Alex sujetó con cuidado a Ocean y nos dejó solos.

—No era necesario después de todo podemos hablar a través de nuestros abogados ¿verdad Tomás? —dije dolida.

—Nunca fue mi intención que te enteraras de esa forma.

—Ah ya veo, entonces planeabas irte y no decirme nada —intenté esquivarlo para bajar las gradas pero me detuvo sujetándome del brazo.

—¡Rayos Cariba, no! No te haría daño de esa forma, por eso estoy aquí.

—Pero te vas, volverás a Nueva Zelanda y me vas a dejar sola —traté de soltarme.

—Ni siquiera imaginas el dolor que eso me está causando, yo los quiero

—Hermoso cariño el que nos tienes —dije con sarcasmo.

— ¡No entiendes que te amo! He estado enamorado de ti todo este tiempo pero es doloroso ser el único que siente eso, por eso me voy, porque no quiero que los dos sigamos en una mentira haciéndonos daño —esas palabras me dejaron  helada, jamás pensé que me las diría, yo estaba paralizada, no sabía que responderle.

—Ves, no sientes lo mismo, creó que fue mala idea venir y aunque sabía que me rompería el corazón quise venir de todas formas —Tom estaba dolido, me soltó el brazo y empezó a bajar las escaleras.

—También te amo... —las palabras salieron sin control y cuando me percaté ya lo había dicho—Te amo pero las cosas no son tan fáciles.

Tomás subió los dos escalones que los separaban, lentamente la movió hacia la pared, Cariba tenía la respiración acelerada, no podía creer que estuviera en aquella situación, con la persona que tanto quería y a punto de besarla. Ahí estaban otra vez esos hermosos ojos cafés mirándola como si ella fuese lo mejor de este mundo, se acercó con suavidad; tenía una expresión tranquila a pesar de los nervios que sentía, en realidad los dos estaban muy nerviosos y a la vez anhelantes.