Para Andrew [En Edición]

Para Andrew XXII

Querido chico de cabello rebelde.

¿No te cansas de observarme? Seguramente debo ser muy aburrida, voy a llamarte acosador desde ahora.

Pienso en que estás exactamente igual al primer día que te mudaste a lado, tu sonrisa podría alegrar hasta al corazón más solitario...había extrañado mucho este detalle de ti.

A pesar de todo, es muy hermoso que tu corazón siga siendo tan noble, sólo tú podrías llegar a decir cosas tan bonitas sobre mí, es imposible evitar que todos nuestros recuerdos no se rebobinen en mi mente.

Cuando te instalaste en tu habitación el día de la mudanza no podía dejar de verte a través de mi cortina, sentía un magnetismo que me atraía a ti, desde ese entonces supe que cambiarías mi vida... Y lo hiciste, para bien.

Inevitablemente teníamos que encontrarnos en esta vida, eso ya estuvo escrito y el destino obedeció pero me aterra pensar que en cada una de las cuatro vidas que tenemos vivamos la misma separación, si eso fuese así debí hacer algo realmente malo para pagar con el dolor indescriptible que sentí  al perderte.

Claro que conozco la leyenda, se cuenta que se nos entregó cuatro vidas a los seres humanos, la primera para preparar la tierra en la cual se asentaran nuestros valores como personas, la segunda para sembrar las semillas de nuestra existencia, la tercera para regar las acciones que cada uno realiza y la cuarta para recoger los frutos de nuestro vida.

El primer día que volvimos a casa juntos y tomaste mi mano, estabas tan nervioso que como es costumbre tuya empezaste a hablar de cientos de cosas, fue ahí cuando me la contaste.

Desde ese día tuve una nueva perspectiva del amor.

Con cariño la chica de a lado.