Especial Halloween 🎃

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—¿Car, puedes traer las arañas falsas para decorar la puerta? —amaba esta época del año, era una de mis favoritas sobre todo ahora que los niños llenaban de ruido el lugar.

—Voy, Arly —tomé la caja de arañas qué habíamos comprado para adornar el gran portón de mi casa y salí a su encuentro, al fin el gran jardín tenía su propósito, todos los niños jugaban a quién sabe qué corriendo por doquier.

—Once niños y aún tienes espacio —contestó riendo mi amiga desde arriba de una escalera.

—Para que veas la gran inversión, puedo recibir a sus familias perfectamente.

Era divertido cómo habíamos terminado todos, cada uno tenía su propia familia, unas más numerosas qué otras, no debían ser necesariamente hijos biológicos para sentir que eran tuyos, mi querida Joie me mostró aquello.

Y dado que éramos la única pareja con una casa, no me mal entiendan, mis amigos eran fan de departamentos en pisos altos, lugares en la que los niños en Halloween nunca lograrían llegar a pedir dulces por ese motivo era obvio que escogieran siempre mi casa para organizar las fiestas grandes.

Aún recuerdo cuando me enteré que estaba embaraza por segunda vez, Tom estaba tan emocionado que no tardó en contarle a sus amigos, es más organizó todo un itinerario para poder acompañarme a cada cita con el médico.

Mi hijo también estaba muy emocionado de tener un nuevo hermanito o hermanita, no tuvo que escoger ya que los tuvo a los dos, es más ahora ellos corrían llenos de vida escapando Jason y de los hermanos “AI” Adonis e Iris Velmort, ese apodo les había puesto su padre así que no me culpen por llamarlos así.

Había pequeños grupos entre los hijos de nosotros, teníamos al club de los pequeños: Adonis e Iris, hijos de Andrew y mi hermana, mis hijos Hebe y Héctor, el hijo menor de Ares y Alex, Jason.
El grupo de adolescentes: Ocean y Joie por mi parte, Luciana y Eros Datts, Ánteros y Axel Sammuels, hijos de Matthew.

Muchos pequeños, lo sé, pero todos éramos una gran familia, mis sueño hecho realidad, todos se llevaban muy bien, mi hijo mayor era sumamente celoso con sus hermanas y con sus hermanos demasiado protector, me habían comentado que era muy serio en su colegio pero en casa era mi pequeño niño, lleno de dulzura probablemente debía existir una razón para ello.

—Tierra llamando a mi esposa —tenía a Tom llamándome desde hace rato y apenas lo notaba, voltee a verlo poniendo una expresión apenada.

—Lo siento —vi como Arly bajaba acabando de arreglar todo en la puerta y me puse a pensar cuánto tiempo llevaba perdida en los recuerdos de los últimos años.

—No hay problema amor, me preguntaba si querías más dulces o chocolates para los niños que vendrán en la noche. —era cierto que todo el club Playboy  cuidaba muy bien de su aspecto y rara vez comían dulces pero la paternidad los tenía sometidos, si sus hijos querían dulces en Halloween pues los tendrían.

—¡Al fin dejamos las verduras que obligabas a comer! —exclamé victoriosa.

—¡Qué exagerada eres Cariba Ikhenny! Simplemente te alimentaba saludablemente y dado que no subiste mucho de peso con los dos embarazos deberías agradecérmelo. —se acercó a mí y me abrazó por la espalda, amaba ésto, estar así, sintiendo su cálido tacto.

—Es que el peso extra te lo llevaste tú —me solté de su agarre y comencé a correr mientras reía por lo que acababa de decir.

—¿Me llamaste gordo? Eres cruel, vas a ver cuando te agarre.

Era obvio que Tom seguía estando tan bueno como siempre, él era como el vino y el queso, la edad lo volvía más apetecible cada vez.

Finalmente me atrapó y me dio un par de vueltas en el aire antes de caer conmigo al suelo, no nos llevamos un buen golpe de suerte.

Para Andrew [En Edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora