VENGANZA, la hija de itachi uchiha [NARUTO - BORUTO] (Demoro en Actualizar)

Capitulo 4: Dan

Me había mantenido corriendo por tres días sin descanso alguno, en este momento estaba a dos días de llegar a Konohagakure sin embargo me encontraba demasiado cansada, sin fuerzas probablemente terminaría desmayándome en medio de camino, pero debía seguir me encontraba a pocas hora de llegar a un pequeño pueblo a las afueras del país del fuego.

Mi estado físico era terrible, mis heridas a un no habían cicatrizado, es más algunas se habían abierto en el trayecto y había perdido demasiada sangre por lo cual debía conseguir urgentemente un ninja médico.
A lo lejos ya se podía divisar el pequeño pueblo siendo alumbrado por faroles en la oscuridad de la noche y yo con cada salto sobre las ramas de los árboles me encontraba más cerca.

-Vamos ya casi llego..- me dije sin embargo mi pie se engancho con una  rama haciendo me perder el equilibrio y caer desde cuatro metros de altura sobre el duro suelo en medio del camino.

-Mal..maldicion mi cabeza..- con pocas fuerzas puse mi mano sobre la parte baja de mi cabeza sintiendo un líquido espeso y pegajoso, intente levantarme sin embargo volví a caer mientas poco a poco me sumía en la inconciencia recreando algunos recuerdos.
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Flashback
Me encontraba en mi departamento recostada sobre mi cama decepcionada sobre mi vida, habían pasado tres años desde que llegue a kirigakure y este era mi primer año en la academia sin embargo este solo era un infierno todos los niños me molestaban por no tener padres y ser una forastera. Los chicos eran muy crueles con sus insultos aunque intentaba no tomarles importancia lo que decían era cierto estaba sola y no pertenecía a ningún lado.
……..
-Oye rarita por que no te vas de nuestra aldea- me dijo uno de los siete niños que se encontraba en frente mío cerrando me el paso.
-Si, solo eres una presumida, vete no te queremos aquí- dijo una niña de cabello turquesa.

Yo seguí mi camino pasando de ellos y mostrando indiferencia total a sus comentarios aunque en el fondo me doliesen.

-Oye no me has escuchado niña tonta? Queremos que te vayas o no te dejaremos en paz..
Nuevamente pase de ellos ignorando los, causando les mayor molestia.

-Seguramente tus padres no te querían y te abandonaron por ser una rara jajaja – iniciaron a reírse los demás niños al unisonó. Realmente sentí ganas de darles una paliza pero debía controlarme ellos no lo valían.

-OIGAN NO LA MOLESTEN- salto desde la rama de un árbol un ninja de aproximadamente diez años -O SE LAS VERAN CONMIGO, EL NINJA MÁS FUERTE DE KIRIGAKURE.
Los niños se burlaron e intentaron atacarlo pero al ver que no tenían oportunidad se fueron corriendo.

Mientras él me miraba con una sonrisa triunfante yo solo continúe mi camino hacia mi departamento sin embargo él raro chico se puso en mi caminó.

-Es educado agradecer cuando recibes ayuda de alguien- dijo con tono presumido sin embargo decidí rodear lo y continuar mi camino, pero otra vez se interpuso, cada vez me quedaba menos paciencia con todo lo sucedido.
-Oye niña acaso no piensas agradecer a tu héroe? Jejeje. Por cierto me llamo Dan- dijo con una sonrisa apuntando se con el dedo pulgar.
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-FELICIDADADES IZUMI YA ERES JOUNIN!! – dijo con una gran sonrisa
-gracias Dan, pero no es para tanto- dije en un suspiro aunque alegre por su compañía

-QUE?! COMO QUE NO!! Es un gran logro Izumi ahora ambos estamos a un mismo nivel..- dijo con una sonrisa radiante- además te traje un obsequio- dijo sonrojando se como un tomate – aunque no es algo muy increíble… y..yo o. espero que te guste- dijo mirando en sentido contrario a mi rostro y depositando una pequeña caja en mis manos.
Cuando lo abrí quede realmente sorprendida y encantada.

-Gracias Dan es perfecto, me encanta- dije mientras sonreía y le daba un corto pero efusivo abrazo a mi mejor amigo y prácticamente mi hermano.

Fin del flashback
………

Carajo.. mi cabeza dolía como los mil demonios y ni siquiera sabia donde me encontraba.

Quise levantarme o abrir los ojos pero mis fuerzas no eran suficientes, comencé a escuchar voces a la lejanía y aunque una parte de mi me decía que despertara  otra deseaba estar sumida en esta paz y despreocupación que no había sentido en mucho tiempo. Sin embargo nada dura para siempre y poco tiempo después empecé a recobrar la conciencia.

Pero lo que me encontré o a quien me encontré me dejo en mayor confusión.