¿Qué sucede si en quién confiabas tanto resulta ser tu peor pesadilla?
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Al otro lado del emporio de Falls Church hay un lugar llamado Rousseau, una de las secundarias elitistas del Condado, donde ocurren cosas muy extrañas. Está sumida de muertes...
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COLE
—¿Qué hiciste qué? —Sherisse le reclamaba a Kalan con la mirada puesta sobre la suya y, cuando notaron mi presencia, se disimularon.
—¿Y ahora qué hizo? —pregunté.
Sabía que algo estaba sucediendo entre esos dos y, no, no me lo quisieron decir, o uno no se daba cuenta de lo que el otro sentía. Algunas veces incluso desviaba el tema, pero esta vez lo dejó ventilar.
—Kalan está saliendo con una chica —Hasta que por fin Sherisse se atrevió a decir.
—Una que acabo de conocer en Twitch y me mola. Es una hermosa morena explosiva.
Los gustos de Kalan eran muy incuestionables. Las distaba la una de la otra y se las ingeniaba con cada chica. Algo que Sherisse no toleraba y hacía amagos todo el tiempo que no paraba de hablar de lo mismo. Que si conocía o no. Normalmente lo hacía en persona, pero esta vez sí que me sorprendió.
—¿Y cuándo pensabas contármelo?
—Le dije que tuviese cuidado a quien conocía por ahí —espetó la pelirroja doblando el arco de sus labios.
—Me parece muy maja y le gusta los videojuegos como a mí —aclaró frotándose el mentón.
—¿Y cuál es su nombre?
—No se lo pregunté.
Se humedeció los labios y se pasó el pelo con los dedos. Y no me equivoqué, Kalan es un chico bastante atolondrado y fácil de engañar. Era bueno pero muy confiado.
—¿No es lo primero que hacen las personas normales? —indagué. Por no mencionar que, estuve a punto de hacer lo mismo el día en que Freya me preguntó por mi nombre, eso solo se daba en casos especiales.
—¡Kalan eres un idiota!
Sherisse colocó los ojos en blanco. Sabía que esa chica de la que Kalan nos hablaba no era alguien en la que se podía confiar.
—Pues... yo no creo ser tan idiota. Nos la hemos estado pasando muy bien —Se defendió con un mohín.
—Eso es asqueroso.
La pelirroja le propinó un codazo en el estómago. Mientras tanto, él puso una mueca de dolor, pero todavía seguía riéndose apoyando la mano en el lugar que le había golpeado.
—Yo no te digo nada cuando sales con ese nerd —Posteriormente se quejó.
—Por si no sabías, ese nerd como así lo llamas, tiene un nombre y se llama Owen —espetó saliendo en su defensa—. Además, ¿qué hay de malo ser amigos?
