48. Bullying - Parte II

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(La escena de la biblioteca, ya a los que llegaron aquí me entienden) 

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Gracias a la EATT

Y a la ilustradora @geidymar15

Viernes, 22 de octubre.

¿Qué podría salir mal si una luz se apaga?

Como dicen: "nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes." No lo entendía hasta este momento. Se había ido y no solo por un día. Se había ido para siempre y nunca más la volvería a ver. ¿Qué pecado maldito había cometido? Me lo estaban cobrando a mí y yo no pude hacer nada al respecto.

Hojas secas.

Nubarrones en el cielo.

Carreteras vacías.

Lágrimas de sangre.

Demonios desatados.

La idea de vestirme de negro se ha convertido en mi peor pesadilla. La tristeza persistía, donde la herida había florecido. Era inmune al dolor físico, pero aquí adentro no podía quitármelo ni aunque me borraran la memoria. Estaba devastado y sentado en algún lugar. Los días pasaron y nada volvió a ser igual. No supe valorar la vida como debía ser y esto fue lo que sucedió. Yo y mis intentos de querer olvidar ese mal episodio.

Perdí el sentido del gusto y, al despertar, sostenía un cubo de Rubik. Le daba vueltas para juntar los colores de un solo lado en distintas direcciones. Era puro ejercicio mental. Y todo seguía en silencio.

Antes de conocerla estaba podrido y, posteriormente, me sentí malherido. Pero, al menos contaba con su presencia, y hoy ya no podía tener nada de eso. Minutos después me puse de pie para empezar a caminar y recordé los momentos que vivimos juntos. No podía estar tan mal. Entre comer y dormir, prefería el sueño eterno. Dejaba de escuchar los latidos de mi corazón y ponía atención a su voz que sonaba en lo más profundo de mi memoria.

Manché las paredes con una botella de pintura en spray aerosol y escribí su nombre junto al nuestro. Cada día, dejaba un poema escrito cerca de los muros de Grace Lane antes de internarme en un centro de rehabilitación.

Bonito Desastre✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora