47. Boxeo borracho

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-¡Adelante!
Lee cargó contra Kimimaro e intentó darle una patada, pero él la esquivó. Fuu le lanzó dos kunais sin éxito.
Entonces, Lee se detuvo.
-¡Espera un segundo!
-¿?
-¡Es la hora de mi medicina! ¡No puedo saltarme ni una dosis!
Él sacó una botellita y le quitó el tapón. Le dió un trago.
-Sabe más rara que de costumbre...
En ese momento, Lee comenzó a tambalearse. Tenía la cara colorada.
-¿¡A qué esperash!?
******
Mientras tanto, Tsunade y Gai hablaban.
-Ha tenido tanta prisa por marcharse, que ha confundido mi botella de licor con su medicina.
-Tenemos un problema.
-¿?
-Basta con que Lee beba un poco de alcohol para que ocurra algo terrible. Verás, cuando dominó la Flor de loto Oculta, le llevé a un restaurante para celebrarlo. Allí, confundió el licor con el agua y bebió una tacita. Cuando pude reaccionar, el restaurante ya estaba destruido.
-¿Qué ocurrió?
-Lee se pone violento cuando se emborracha. Tiene un talente innato para el boxeo borracho.
*******
"¿Se puede saber qué se ha tomado?"
"¿De verdad Lee está borracho? No sabía que ahora el alcohol se ingiriera oralmente para tratar heridas..."
Lee seguía moviéndose de un lado para otro.
"¿Eso era licor? ¿Está borracho?"
De repente, cargó contra Kimimaro a toda velocidad y comenzó a luchar contra él. Fuu se le unió poco después.
"Sus movimientos son fuera de lo común. ¿Cómo puede alcanzar tanta velocidad?"
En un momento dado, Lee consiguió golpearle con una patada que le tiró hacia atrás. Ella aprovechó para lanzarle un kunai explosivo que estalló y la explosión le golpeó, provocándole quemaduras.
"Sus técnicas físicas son excepcionales, y esa cría no para de lanzarme cosas. No me dejan otra alternativa..."
El sello de Kimimaro comenzó a extenderse por todo su cuerpo, y de su brazo salieron varios huesos.
-Mi mayor fuerza de ataque radica en mis huesos. ¿No te lo ha dicho ese chaval que se mutiplicaba?
Lee volvía a estar sobrio mientras a Kimimaro le sobresalían huesos del pecho.
-Mi técnica de línea sucesoria me permite manipular a mi antojo los huesos de mi cuerpo. Mientras tenga suficientes reservas de calcio, puedo controlar su crecimiento y forma. Dicho de otro modo, en el cuerpo humano hay más de doscientos huesos, pero en mi caso, esa cifra puede alcanzar el infinito.
Lee y fuu cargaron contra él.
-Danza de los pinos.
Kimimaro hizo aparecer una gran cantidad de huesos por todo su cuerpo, provocando que los dos se hirieran con ellos.
-¡Ugh!
Saltaron hacia atrás.
-¿Ya estás sobrio?
-No sé por qué, pero creo que he estado borracho...
Fuu le miró con reprocho.
-No me digas, ni lo había notado...

Siento que sea tan corta, pero he estado estudiando como un cerdo para mis exámenes.

El escarabajo de la Villa de la HojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora