El escarabajo de la Villa de la Hoja

52. Ebria

Al día siguiente, Jiraiya volvió a casa de Yumi. Cuando le abrió la puerta, iba con un atuendo distinto que ayer. Llevaba unos ropajes sencillos que eran perfectos para moverse y entrenar.
-Jiraiya, lo he pensado, y voy a entrenar a la chiquilla.
Jiraiya sonrió.
-Me alegro de oír esto.
-Pasa, quiero hablar contigo.
Se sentaron de la misma forma que ayer. Ella estaba muy seria.
-Cuando digo que lo he pensado, me refiero a que lo he meditado durante mucho tiempo.
-¿A dónde quieres llegar?
Yumi miraba hacia el infinito.
-He estado aquí durante muchos años, y nunca lo he considerado como mi hogar. Apenas tengo objetos personales en esta casa. He decidido que quiero irme con vosotros, y cuando termine vuestro viaje, volveré a la Hoja.
Jiraiya estaba sorprendido.
-Es una decisión muy importante. ¿Estás segura?
-No puedo seguir huyendo de lo que ocurrió. He de dar la cara.
-No tienes que sentirte mal. Muchos habrían hecho lo mismo tras aquello.
Ella suspiró. Entonces, sacó de un pequeño mueble bar una botella de licor.
-¿Quieres una copa? Hace muchos años que no bebemos juntos.
-Te lo agradecería mucho.
******
Había pasado una hora y aún era por la mañana. Jiraiya no estaba borracho, pero tenía la cara ligeramente roja. Ella sí que estaba ebria.
-Recuerdo que al principio tonteaba contigo, pero estabas demasiado ocupado intentando ligar con Tsunade.
-Y ella se encargaba de hacerme volar por los aires. Ha pasado mucho de eso. Ahora simplemente somos amigos.
-Es cierto. Nunca tuviste suerte con las mujeres, ni siquiera con una. Como yo con los hombres.
-Desde hace años, me dedico a viajar por ahí escribiendo libros.
-Y espiando a las mujeres bañarse.
Jiraiya tragó saliva.
-No estés tan tenso, hombre, que no te voy a golpear. Siempre has sido así, y dudo que cambies a estas alturas.
-Yumi...
-Aunque siempre me has parecido una buena persona, incluso con tus muchos defectos.
Jiraiya se levantó y cogió la botella.
-... ya hemos bebido bastante.
-¿Mmm? ¿Por qué dices eso? ¿Tienes miedo de que hagamos algo inapropiado?
Ella sonreía.
-No. Soy incapaz de hacerte eso.
-¿De qué hablas? Soy lo bastante mayor como para tomar mis propias decisiones. Te encuentro atractivo para tu edad. ¿Acaso no me quieres?
Jiraiya jadeó y estuvo tentado de aceptar, pero su conciencia se hizo cargo.
-Yo nunca he dicho eso, pero estás borracha y me aprovecharía de ti. Sería distinto si no estuvieras ebria. Te conozco desde hace años, y me niego a hacerlo con tu estado actual.
Entonces, se levantó y se fue a la posada, dejando allí a Yumi.
******
Cuando llegó a su habitación, Naruto y Fuu estaban sentados en el suelo comiendo ramen.
-¡Ya has vuelto! ¿Dónde estabas?
Jiraiya tardó unos segundos en contestar.
-He ido a hablar con Yumi. Ha aceptado entrenarte.
-¿¡De verdad?
Él asintió.
-Pero no hoy. Hemos bebido un poco y no está en condiciones de instruir. Yo me encargaré de vuestro entrenamiento hasta que se recupere, sobretodo el tuyo, Naruto.
Naruto se sorprendió y habló con la boca llena.
-¿¡Fe gerfaf!? <¿¡De verdad!?>
Los dos terminaron de comer y salieron fuera.
-Bien. Váis a mejorar vuestras técnicas físicas.
-¿Eh?
-Ya conocéis varias técnicas ocultas, pero estas también son importantes. Las técnicas físicas, o Taijustsu pueden ser determinantes en una pelea. Ya habéis visto cómo luchan Gai y su alumno.
Los dos tragaron saliva al recordar los movimientos de Lee.
-Obviamente, no soy ningún experto en combate cuerpo a cuerpo, pero puedo enseñaros bastantes cosas. Quiero que vengáis a por mí, sin técnicas ocultas, sólo golpes.
Se pasaron el día entrenando con Jiraiya, ellos practicando y él dándoles indicaciones de cómo mejorar. Cuando cayó la noche, estaban agotados.
******
A la mañana siguiente, Jiraiya continuó con su entrenamiento cuando apareció Yumi.
-Jiraiya... ¿podemos hablar?
Se giró y asintió.
-Chicos, practicad entre vosotros, ahora vuelvo.
Los dos adultos se alejaron bastante. Ella estaba avergonzada.
-Siento lo que ocurrió ayer.
-No te preocupes, a mí también me ha pasado.
-No, ha estado mal. Tenías razón, estaba borracha y no pensaba lo que hacía, quiero disculparme.
Jiraiya puso sus manos sobre los hombros de su compañera.
-Yumi, tranquila. Estabas ebria y muy tensa por lo ocurrido. Sólo fue un fallo y ya está. No llegó a más. No hablemos más de esto.
Ella asintió.
-Entiendo.
Entonces se acercó sonriendo a Jiraiya y le susurró al oído.
-Lo que dije ayer iba en serio aunque estuviera borracha. Esperaré tu respuesta.
Jiraiya abrió mucho los ojos. Ella dió un paso atrás y le guiñó un ojo.
-Te robaré a tu alumna durante un rato, ¿vale?