El escarabajo de la Villa de la Hoja

40. Quemaduras.

Es un capítulo más corto, pero sirve como resumen para lo que pasa a lo largo de esa semana.
Naruto y Fuu habían ido a entrenar tras oír a Shizune contar la historia de Tsunade. La zona estaba llena de marcas espirales por todos los árboles y el muro de roca.
Al día siguiente, Jiraiya despertó.
-Agh... Tengo resaca por culpa de Tsunade.
Entonces se fijó en la cama vacía a su lado.
-Esos dos idiotas no volvieron ayer.
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El tiempo fue pasando. El segundo día tras la apuesta, por la noche, Tsunade fue a espiar cómo iban Naruto y Fuu.
Se los encontró tirados en el suelo, jadeando junto a una gran cantidad de marcas espirales por toda la zona.
-¡Mierda! ¡No podemos rendirnos aún!
Naruto intentó levantarse, pero sus piernas flaquearon y cayó arrodillado.
"He gastado demasiado chakra..."
-¿Fuu?
-Sigo… aquí...
-Vamos, hay que continuar...
Apoyándose entre ellos, lograron levantarse.
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El tiempo siguió pasando, y los dos continuaron con su entrenamiento.
-¡Aaaah!
Naruto golpeó otro árbol.
"En la tercera fase, hay que coger todo el giro y la potencia, y comprimirlos en una esfera."
Él lo intentó otra vez y su pierna cedió, pero se obligó a levantarse.
'¿Cómo te puedes llamar su maestro si les enseñas técnicas que no pueden aprender? No merece la pena ni intentarlo. Así, los niños estúpidos no pensarán en convertirse en Hokages...'
De repente, oyó un golpe sordo. Cuando se giró, vió a Fuu en el suelo.
-¡Fuu!
-No... pasa nada... debo... seguir. He de demostrarle... a esa cincuentona amargada... que se equivoca.
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En la noche del sexto día, Jiraiya se fue a beber con Tsunade. Mientras caminaba, iba pensando en sus alumnos.
"Mañana termina el plazo de la apuesta, y esos dos no han vuelto al hostal desde esa noche."
Mientras bebía con Tsunade, ella aprovechó que no miraba y le echó unos polvos en la bebida. Mientras tanto, los dos jóvenes habían acabado inconscientes en el suelo. Shizune fue a ver cómo estaban, y se sorprendió en cuanto vió la zona.
-¿Qué ha pasado aquí?
Todo el lugar estaba destrozado y lleno de marcas espirales y pequeños cráteres. Shizune se los llevó para atenderles.
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Cuando llegó a su habitación, Tsunase se encontraba allí. Los acostó y Shizune les revisó las manos.
-Tienen las manos completamente quemadas por el chakra. Dudo que se levanten hasta pasado mañana...
-Jiraiya tenía razón. Hacer esa estúpida apuesta... Me he portado como una cría. He sido una estúpida.