58. Mentiras

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-¿Y bien? ¿Qué eliges?
-Yo...
No podía elegir.
-No lo sé... Me encantaría volver a vivir contigo, pero también tengo amigos en la Hoja y quiero seguir allí.
Shibuki sonrió.
-Sabía que dirías eso, así que he estado preparando algo aprocechando ciertos... vacíos legales.
Entonces, sacó un bandana ninja de su escritorio y la puso en la mesa.
-Debido a tu condición especial, tienes una exención de algunas de nuestras leyes, por lo que no hay nada que te impida que también puedas ser ninja de nuestra villa. Obviamente, no puedes aceptar misiones si no estás aquí, pero serías una ninja con doble nacionalidad. La Hokage lo ha aprobado exclusivamente para ti. Tendrías el derecho a llevar las dos cintas ninja. Así que si volvieras de visita o cambiases de opinión, podrías ejercer de ninja aquí también.
-¿Hablas... en serio?
-Completamente.
Ella cogió la cinta y se la ató en el antebrazo derecho. Después de eso, se desató la cinta de su cuello y se la puso en el otro brazo.
-Lleva esas cintas con orgullo y recuerda que vivas donde vivas, las dos villas siempre serán tu hogar.
-Muchas gracias, Shibuki.
-No hay de qué.
Cuando Fuu se giró, estuvo a punto de irse, pero se detuvo.
-Shibuki, hay algo que quiero preguntarte.
-¿Si?
-¿Es cierto que Chō– el Escarabajo de siete colas ha sido encerrada en cuatro persobas distintas?
En ese momento, sin que ninguno de los dos lo supiera, Chōmei comenzó a escuchar atentamente.
-...
Shibuki arqueó una ceja.
-¿Cómo sabes eso?
-... Me lo dijo ella.
-Fuu...
-Tú no tienes la culpa, pero no me parece justo. Se ha encerrando a un ser vivo con sentimientos y juicio propios.
-...
-¿No vas a decir nada?
-¿Qué quieres que diga? ¿Que me arrepienta de algo que yo no hice? Me siento mal, pero recuerda que esa.. cosa, ha matado a gente.
Fuu se cabreó.
-¡No es una cosa! ¡Tiene un nombre!
Las voces siguieron aumentando de volumen.
-¡Da igual! ¡Mató a todas esas personas cuando se escapó!
-¡Intentó liberarse porque la teníais encerrada dentro de alguien!
-¡No lo comprendes! ¡Escapó porque tu padre intentó controlar su poder!
Un silencio sepulcral inundó la sala.
-¿Mi padre era el anterior jinchuriki? ¿Por qué no me dijiste nada?
Shibuki miró al suelo.
-Intentaba protegerte.
-¿¡Protegerme!? ¡Me has mentido!
-¡Hice lo que creía correcto para ti!
-¿Lo correcto? ¿También era lo correcto el no decirme nada sobre ellos? ¡Cuando vivía aquí busqué cualquier cosa de ellos! ¡Lo poco que sé de mis padres lo conozco porque inspeccioné todos los archivos! ¡Nunca has tenido el valor de decirme nada, sólo me lo has ocultado! ¡Confiaba en ti!
Shibuki intentó tranquilizarla posando una mano en su hombro..
-Fuu...
Ella le apartó el brazo de un manotazo.
-¡No me toques!
Entonces, salió corriendo de allí.
******
Cuando se abrió la puerta, Naruto comenzó a hablar.
-Oye, Fuu, podrías hacernos un tour por la...
Ella salió a toda prisa del edificio llorando, cosa que alarmó a Naruto.
-¡Fuu!
Naruto la siguió a toda prisa por la villa.
-¡Espera!
En un momento dado, la perdió de vista al no conocer la zona.
-¿Qué habrá pasado para que se ponga a llorar? Tengo que encontrarla.
Él la buscó por toda la villa, no importaba que no supiera volver a donde estaba antes. Cuando llegó al gran árbol del centro, no sabía si la encontraría.
-¡Fuu! ¿Dónde estás?
En ese momento, oyó un sollozo lejano. Se dirigió a toda prisa hacia la parte superior del árbol, donde provenia el llanto, y se encontró a Fuu acurrucada con las rodillas en el pecho y la cara completamente roja.
-Fuu...
Su voz estaba quebrada.
-Déjame sola.
-No pienso hacer eso.
-Por favor, vete...
-No voy a abandonarte así. Necesitas apoyo.
Naruto se sentó a su lado y apoyó su hombro en ella.
-No te preocupes, estoy aquí contigo.
-Gracias...
******
Tras un rato, Fuu había dejado de llorar.
-¿Te encuentras mejor?
-Si...
-¿Qué ha pasado? Si no quieres decírmelo, no pasa nada.
Fuu se sonó la nariz con un pañuelo.
-Shibuki me ha mentido. Mi propio primo me ha engañado.
-¿Es tu primo?
Ella asintió.
-Confiaba en él y me ha ocultado muchas cosas. Mi padre fue el anterior jinchuriki.
Naruto se sorprendió al oír eso.
-¿¡Qué!?
-Mis padres murieron cuando intentó controlar a Chōmei, y nunca me dijo nada.
-¿Chōmei?
-Así se llama el Escarabajo de Siete Colas. Decía la verdad, la han encerrado durante años sin poder hacer nada, tratándola como un montruo...
El Nanabi se hacía la dormida mientras la escuchaba hablar.
******
Jiraiya los encontró al rato.
-Por fin os encuentro. ¿Qué ha pasado?
Naruto le respondió.
-Es una larga historia...
El ermitaño no insistió. Se fueron hasta una posada en la que Jiraiya había pagado dos habitaciones por un día.
-Se está haciendo tarde, así que Yumi y yo nos iremos a nuestra habitación.
-Espera, ¿eso quiere decir que Fuu y yo compartimos habitación?
-Si. No hay ningún problema, ¿no?
-Supongo que no...
Cuando los  dos entraron en el dormitorio conjunto, había dos camas separadas  por una sencilla cómoda. Fuu fue la primera en hablar.
-Voy a ponerme el pijama en el baño. Cuando acabe, lo haces tú, ¿de acuerdo?
-Vale...
Tras eso, los dos se fueron a dormir. Al día siguiente, se dispusieron a irse. Jiraiya le preguntó a su alumna.
-¿No vas a despedirte de Shibuki?
Ella miró al suelo.
-No. Sigo enfadada con él. Prefiero que nos vayamos cuanto antes.
-Entiendo...
Entonces, los cuatro abandonaron la Villa de la Cascada.

El escarabajo de la Villa de la HojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora