—Boluda estoy re nerviosa—dije mientras me pasaba la mano por toda la cara.
—¿Y eso por qué?—habló Julieta, mi mejor amiga, mirándome con el ceño fruncido.
—¿Vos sos pelotuda o te haces?—pregunté observandola—Ya te dije ochenta veces que a la tarde me voy para Buenos Aires a ver a mi hermano y a mi papá, estúpida.
—Uh bueno nena, para un poco. Viajar te viene mal a vos—blanqueó los ojos—Che, ahora que nombraste a tu hermano, ¿tenes foto?—me miró pervertida.
—Julieta, ¿vos siempre igual? ¿no vas a cambiar nunca?—me empece a reir.
—¿De qué te reis?—preguntó con el ceño fruncido.
—Y...de vos amiga, ¿De quién va a ser sino?—estallé a carcajadas haciendo que ella me mirara mal.
—Dejá de reírte y mostrame una foto de tu hermano, dale—chasqueó sus dedos.
—Boluda no tengo fotos de el actuales, las que tengo son de la última vez que nos vimos y eso fue cuando teníamos 10 años.
—A ver Belén, porque sos media cortada vos nena—soltó un suspiro—Me imagino que tu hermano tiene redes sociales, pelotuda—rodó los ojos.
—Y supongo, que sé yo—levanté los hombros.
—¡¿ENTONCES?!—gritó haciendo que me asusté un poco.
—Pero no sé como se llama—me encogí de hombros restándole importancia.
—Bueno cuando llegues a Buenos Aires me mandas fotos de él entonces—mostró una sonrisa sin dientes.
—Dale, me voy, ya es la hora—hablé mientras agarraba mis valijas y mi mochila—¡En nada nos vemos Ju!
—Re si amiga, cuando llegues me escribis forra—asentí y me abrazó en forma de despedida.
Decidí ir en avión hasta Buenos Aires porque eran muchas horas en colectivo y no quería llegar reventada a capital.
Llegué al aeropuerto y me despedí de mi vieja porque no la iba a ver por un largo tiempo ya que ella se iba de viaje por el trabajo y me dejaba a cargo de mi papá.
Estaba sentaba en unos bancos esperando que abrieran la puerta de embarque y aproximadamente a los 20 minutos, la abrieron.
El viaje se me hizo corto, ya que me la pase durmiendo como la lechona que soy. Cuando ya quise acordar ya había pasado las puertas sensoras para salir, empecé a caminar con mis valijas y mi mochila y en una de esas escucho mi nombre.
—¡Belén!—gritaron haciendo que yo mirase para todos lados como una desesperada—¡Acá!—volvieron a gritar, vi que me hacían señas y me acerqué rápidamente.
Vi a unos 3 pibes al lado del que supuse que era mi hermano ya que la cara no le había cambiado mucho pero estaba mucho más alto de la última vez que lo ví.
—¿Como andás Belu? ¿Todo bien?—preguntó el obelisco.
—Hola Damsito, si re, ¿vos todo bien?—dije saltando para abrazarlo fuertemente.
A pesar de que no veía a mi hermano hace 10 años lo re extrañaba, siempre fuimos muy apegados y tuvimos una buena relación.
—Si, todo bien—agarró mis valijas-Te extrañé.
-—Ay yo a vos hermanito—sonreí con ternura.
—Che Dam, ¿no nos van a presentar?—dijo un morocho teñido de rubio, medio gordito pero hermoso.
—Te tenías callado que tenías una hermana wachin—habló otro con una sonrisa imperfecta pero linda.
—Sos re sorete, cabeza de ventilador—acotó el tercero, tenía una dilatación, un piercing en la nariz y en la oreja, era bastante lindo la verdad.
Mi hermano soltó un suspiro y puso los ojos en blanco, —Mira Belu ellos son Duki—señaló al rubio—MKS—señaló al de la sonrisa imperfecta—y el cabeza de parlante sin sonido es Lit.
—Ah...pero ¿porque tienen esos nombres?—pregunté con el ceño fruncido. Lit y Mks se empezaron a reir y Duki habló
—Callense, no ven que ella no sabe que somos frees—acotó el rubio—A ver linda, nosotros somos Freestylers y esos son nuestros a.k.a.s ¿entendes?—habló suave con una sonrisa a lo que yo asentí.
—Ah... ahí entendí.
—Bueno, el pelotudo ese y yo—señaló a Lit—Nos llamamos Mauro pero para no confundirnos nos podes decir Lombardo y Monzón o llamarnos como nuestro aka.
—Bueno, gracias—sonreí y el también lo hizo, mucho más que yo ya que se le achinaban los ojos.
—Ojito ustedes dos—dijo mi hermano con cara de orto mirándonos. El rubio se rió y yo me limité a blanquear los ojos.
—¿Y vos?—señalé al de la sonrisa imperfecta.
—¿Yo que?—contestó sonriendo.
—¿Como te llamas?
—Ahhh—rió—Me llamo Marcos.
—Uh que lindo, me encanta tu nombre—sonreí y el también lo hizo.
Mi hermano me estaba llevando las valijas y las puso en el baúl mientras los chicos y yo entrabamos en el auto. Decidí ponerme de copiloto para descansar un poco y que no me molestaran los chicos, pegué mucha amistad con ellos en poco tiempo.
—¿Tenés hambre?—pregunto mi hermano.
—No Dam, si te digo la posta lo único que quiero es llegar a casa a descansar un rato—me pasé la mano por la cara.
—¿Sos joda Belu?—rodó los ojos.
—No Damián, dale—contesté un poco enojada.
—Pero boluda te la pasaste durmiendo en el avión.
—Uh nene, que a vos no te guste dormir no es mi culpa—lo miré y me acomodé en el asiento para dormir.
—Bueno, entonces vamos a casa y pido unas pizzas—arrancó el auto.
—Bueno, me parece perfecto—contesté cerrando los ojos.
—¿Cuantos años tenes Belu?—cuestionó el rubio.
—Ay, en serio ¿no voy a poder dormir?—remarqué la última palabra, estaba bastante y ya en el camino de la salida del aeropuerto al parking me habían hecho mil preguntas. Escuché las risas de todos al contentar de esa manera.
—Me parece que no—concluyó Mks riendo aún.
—Diecisiete—me limité a responder.
—Ah, sos una pendeja todavía—habló el rubio teñido mirandome.
—¿Y vos cuántos tenes capo?—alcé la ceja.
—Veintiuno, chiquita—me sonrió y a continuación me guiñó un ojo.
—Perdón, pero te cerró el orto—acotó Lit haciendo que todos se rieran menos yo que lo miraba mal
—Callate—contesté enojada.
El camino se basó en risas más que nada ya que Lit no paraba de contar chistes, Duki y Mks tirando un poco de free y yo intentando dormir cosa que fue en vano.
Después de media hora llegamos a mi casa y...
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la hermana de dam ; ecko
Fanfiction❝ simplemente no quiero que me veas cómo la hermana de tu mejor amigo ❞