la hermana de dam ; ecko

11

Entró mi hermano, sin más.

—Belu vengo a decirte que...—hizo una pausa—¿¡Ecko!?

El nombrado se levantó de golpe con unas ojeras impresionantes y lleno de lagañas.

—¿Que paso?—preguntó medio dormido todavía.

_¿Como que qué pasó? ¿Que haces en la cama de mi hermana pelotudo? ¿Te la garchaste?—habló enojado.

—No te incumbe, vos garchas con mi amiga Camila y yo no te digo nada es más estas de novio con ella así que cerra el orto.

—Si que me incumbe porque sos mi hermana, aparte ¿quien te pensas que sos? Te chamuyabas a Seven ayer, te chapaste con Duki ¿y ahora te garchas a Ecko? Sos tremenda puta querida.

El seguía hablando pero yo estaba en mi trance y en mi cabeza retumbaba todo el rato la última frase que dijo mi hermano "Sos tremenda puta querida", se me empezaron a caer las lágrimas, me dolia que me dijeran eso y más si era mi hermano.

Salí de mi trance.

—Eu Dam para, ¿como le vas a decir eso a tu hermana boludo?

—Es la verdad amigo y la verdad duele—soltó restándole importancia.

—Ya boludo pero es tu hermana—remarcó las últimas palabras.

—Mira Damián sos un forro de mierda, andate bien a la recalcada concha de tu madre, me voy a la mierda—sentencié

Los eché a patadas de mi cuarto a los dos, arme mi valija estaba dispuesta a irme a Córdoba sola, ya que mi mamá todavía seguia en el viaje de empresas.

Ya tenía todo preparado y baje para el living. Donde estaban Ecko y Dam, Cami se había ido re temprano.

—¿A donde vas?—preguntó mi hermano a lo que lo ignore—Belén la concha de la lora a donde vas.

No le respondí.

Me acerqué a Ecko para despedirme porque quien sabe cuando lo voy a volver a ver. Y si chicos a lo mejor es una despedida para siempre.

Le di un beso corto en los labios, me di la vuelta y me fui sin más. Cuando me quedaban dos cuadras para tomar el bondi, vino Ecko.

—¡Belu pará!—gritó, ne di la vuelta y vi como venia corriendo, a lo tonta sonreí—¿A donde vas?

—Me voy a Córdoba.

—No porfavor, quédate. No quiero que te apartes de mi lado, vos me haces bien—se me rompió el corazón al escuchar sus palabras, me acerqué un poco más a él y lo agarré de los cachetes para besarlo.

—¿Me acompañas a tomar el bondi?—el agachó la cabeza, al segundo lo agarré del mentón y lo subí para que me mire—Dale acompañame.

—Bueno—acotó para después entrelazar nuestras manos—¿Cuando vas a volver?

Obviamente no le iba a decir que a lo mejor no volvía mas.

—No se tal y como están las cosas con mi hermano, por un tiempo no voy a venir después no sé.

Llegamos a la parada del bondi y nos quedamos un rato más hablando, hasta que llegó la hora de despedirse, lágrimas empezaron a rodar por mis cachetes nuevamente y la cara que tenía Nacho no ayudaba mucho.

—¡Belu!—exclamó cuando estaba subiendo las escaleras del colectivo. Me asomé y lo quede mirando—Te quiero.

Sonreí.

—Yo más—lo miré y vi como se asomaba una sonrisa en sus labios.

Me senté en la parte de atrás y el chofer arrancó, me esperaba un largo viaje a Córdoba.