la hermana de dam ; ecko

FINAL

20 de Abril de 2019
Córdoba, Argentina.

Me desperté por culpa de unas manitos en mi cara, cuidadosamente las aparte y me senté en la cama.

Podía observar a Nacho con la boca un poco abierta y la respiración tranquila al igual que Valentino, nuestro hijo. Que cabe destacar que es un calco del padre.

Como pude me levante sin hacer ruido y fui al baño para darme una ducha, estaba cansada.

Ayer Valentino, se despertó a las tres de la mañana porque quería teta, llevaba asi dos noches y estaba cansadisima, tenia las ojeras por el piso.

Sali del baño con una toalla alrededor de mi cuerpo y otra enroscada en la cabeza.

—Hola amor—saludó Ignacio desde la cama con Valentino en sus brazos, este seguia dormido y se estaba chupando el dedo.

—Buen día—le sonreí y me acerque para darle un corto beso.

—¿Estas nerviosa por hoy? Tenemos que llevar los anillos—comentó mirándome con una sonrisa de las que tanto me gustan.

Hoy era el gran día, después de un año. Mi mamá y Leandro se iban a casar, por lo que tenía entendido iba a ser en una Iglesia y después habían alquilado un salón para celebrarlo.

—¿Te imaginas el día que nos casemos nosotros?—preguntó derrepente mi pareja.

Me puse colorada al instante con sólo pensar en la idea de verme vestida de blanco e Ignacio con esmoquin, yendo al altar para dar nuestros votos y ser el segundo mejor día de mi vida.

Porque claramente el día que nació Valentino fue el más doloroso pero sin duda el mejor y el más lindo de mi vida.

—Sería lindo, muy—acoté saliendo de mi pequeño trance y mirando a Valentino, este ya se estaba despertando devuelta.

—Cambiate así le das la teta—dijo mi novio mirándome, acoté las ordenes y me puso un short suelto y una remera del mismo estilo.

Me acerqué a la cama devuelta y me senté, Ignacio me extendió a mi hijo con cuidado ya que recién tenía tres meses.

Subí mi remera hasta la altura de mi pecho y acerqué a Valentino a este, el gordito un poco dormido no tardó en agarrar el pezón y llevarselo a la boca.

No podía negar que después de tres meses me seguía doliendo cada vez que le daba leche, a veces me mordia y aunque no tuviera dientes, me dolía y mucho.

Sentí el brazo de Ignacio por mi hombro y me acercó un poco más a el para dejar un beso en mi cabeza.

A lo largo de la mañana no hice nada más que quedarme con mi hijo, mientras que Nacho iba a Mueva para preparar un nuevo tema.

Le dí un par de palmadas en la espalda a Valen para que hiciera provecho y fui al baño para prepararle el baño, ya que dentro un rato nos íbamos a tener que empezar a cambiar para ir a la boda de mi mamá.

Una vez lista el agua, desnudé al gordo poco a poco y lo metí, le encanta bañarse aparte de que se relajaba un montón.

Le hice caritas y ví como se le achinaban los ojitos y le salia una mini sonrisa, no pude evitar morirme de ternura y llenarlo de besos.

Lo saqué y lo vestí para esta noche, la boda empezaba alrededor de las 8 y eran las 6 pero me tenía que preparar al igual que Nacho e ir a la casa de mi mama para ayudar a mi hermano a llevar algunas cosas.

Me había comprado un vestido bordó con la forma de palabra de honor, Nacho se había comprado el típico esmoquin pero con la pajarita en bordó para ir combinados.