la hermana de dam ; ecko

14

Belén

Estaba bañando a Thiago y justo sonó el timbre.

—¡Damián!—grité desde la planta de arriba.

—¿Qué querés?—preguntó apareciendo por la puerta.

—¿Podes ir a abrir la puerta?—me dí la vuelta para mirarlo, este asintió y se fue—¡Gracias!

Volví mi mirada hacia Thiago este estaba jugando con un barquito y unos animales en el agua que por cierto le encanta.

—Hola—habló una voz atrás mio.

—Hola Spaguetti—dije mientras sacaba a Thiago de la bañera y le ponía la toalla alrededor de su cuerpito.

—Nacho—habló Thiago sonriendo.

—Hola campeón—saludó mi ex mientras le revolvía el pelo mojado.

Lo lleve a la cama para empezar a ponerle el pijama y si, me tocaba cuidar al enano toda la noche porque los papás tenían una cena de empresas muy importante.

Terminé de cambiar a Thiago y prendí la tele para que viera los dibujitos mientras tomaba la mema, no tardó ni 5 minutos en caer rendido.

—Vas a ser una linda y buena mamá para nuestros hijos—habló mientras me abrazaba por la cintura y apoyaba su cabeza en mi hombro.

—¿Ya empezas con pavadas a las 11 de la noche?—pregunté divertida.

—Te quiero—dejó un beso húmedo en hombro.

—Y yo a vos—solté sin pensarlo y al segundo me arrepentí porque sabia como era Ignacio y me iba a estar cargando con eso ahora.

—¿Qué dijiste? ¿Escuché un y yo a vos?—preguntó gracioso.

—Siempre cagas todo, nene—lo reté y crucé de brazos.

—Linda que sos—me abrazo más fuerte y depósito un beso en mi cachete.

—No empeces—conteste rodando los ojos.

—Ni un beso en el cachete me dejas darte—contestó de la misma manera que yo.

—Daselos a Rocío, mejor—me dí la vuelta y le sonreí falsamente.

—Belén...

—Necesito una explicación todavia—me crucé de brazos—¿Quien más se interpuso en nuestra relación aparte de ella?

—No te lo puedo decir...

—Decimelo.

—Vas a despertar a Thiago, Belén.

—Bueno si no querés que lo despierte decime quien mierda fue el pibe que se metió y te amenazó, Ignacio.

—Ya te dije que no puedo decírtelo por ahora.

—Perfecto—me limité a responder y me acosté en la cama con Thiago.

—Eu—me llamo—Belén—se acercó y se sentó—Mirame eu—me agarró de la barbilla y la giro para que lo mirase.

—No me toques—le dí un manotazo.

—Amor...

—Callate, no te quiero escuchar.

Suspiró y puso su mano en mi pierna, —¿Te acordas de Lucas?—preguntó a lo que yo rápidamente giré mi cabeza para mirarlo con el ceño fruncido.

—¿Mi ex?—pregunté confundida a lo que el asintió—Si obvio, ¿Qué pasó con el?

—El me amenazó—se limitó a responder.

—Ignacio no empeces a joder...—dije cansada.

—No, no empeces vos. Me hiciste lo mismo con Leandro, ¿Y ahora con esto?—contestó enojado—Mira el pelotudito de tu ex, rapto a mi hermana el año pasado y me llamo para hacerme una propuesta que consistía en que yo me tenía que garchar a Rocío y alejarme de vos porque sino no volvía a ver a mi hermana—soltó de una mientras yo abrí mis ojos de par en par—¿Te pensas que yo nunca te amé? ¿Qué de verdad te quise cagar asi? ¿Ya estás contenta de saber la verdad? Sí, listo nos vemos—dijo yéndose por la puerta.

Estaba en shock, mi cabeza estaba procesando palabra por palabra lo que había dicho Ignacio y no lo podía creer.

Y entonces empece a caer, dos días después de que Ecko y yo terminasemos Lucas me hablo para decirme que me quería ver y que necesitaba hablar un par de temas conmigo, cosa que no sucedió porque yo no tenía ganas y no estaba de buen humor como para hablar con uno de mis exs dias después de romper con Ignacio.

Cuando salí de mi trance, me levanté rápido de la cama y fui a buscar a Ignacio, bajé las escaleras a mil, nada más poner la mano en la puerta mi hermano habló.

—Dejalo.

—¿Qué?—pregunté confundida.

—Deja que se calme. Sabes que si vas ahora va a terminar peor de lo que está—explicó mientras comía una factura.

—Dam...

—¿No conoces a tu novio o qué?—alzó una ceja.

—Si pero...

—Bueno, deja que se calme y se enfríe un poco el tema. Anda en dos días a la casa y lo hablan.

—¿Ahora sos experto en el tema del amor vos?—lo miré con el ceño fruncido.

—No, pero eso es lo que haría yo—hizo una pausa—Y Nacho también lo haría.

—¿Vos lo sabías?—pregunté después de unos segundos de silencio.

—¿El qué?—preguntó sin entender.

—Lo de la amenaza de Lucas...

—Sí—contestó y lo miré fijamente—No me mires así. No quiero que me empeces a decir; por que no me dijiste nada—intentó imitar mi voz e hizo comillas—El me dijo que no te dijera que era un tema tuyo y de el.

—Soy una estúpida—me acerqué a él y lo abracé.

—No sos estúpida hermanita—dijo pasando su mano por mi espalda.

—Esa puta costumbre que tengo de no confiar en el, dios.

—No pasa nada—dijo mientras me daba un beso en la cabeza—Ya van a hablar y se van a arreglar no te preocupés.

—Nacho no me va a perdonar más—contesté llorando más fuerte.

—Obvio que te va a perdonar. Si el te ama y no puede vivir sin vos Belén, que decís—habló mientras me agarraba de los cachetes para que lo mirase—Te ama, ¿escuchaste?

—Gracias Dam—conteste con los ojos aguosos y abrazandolo nuevamente. Fuimos a mi pieza y me acosté—¿Y Thiago?

—Yo lo cuido, Carlos ya está por venir—explicó mirando la hora de su reloj.

—Bueno—me limité a responder.

Después de estar 1 hora y media consolandome, haciendome mimos y aconsejandome conseguí dormirme.