la hermana de dam ; ecko

26

—¿A mi?—se señaló—Nada.

—Como que nada Nacho—lo mire sin ninguna expresión y con los brazos cruzados.

—Nada Belén, no me pasa nada—subió los hombros.

—Menos mal que no te pasa nada, ¿Vos viste como mirabas a Leandro?—pregunté con el ceño fruncido.

—Lo miraba normal—se limitó a responder.

—Nacho—llamé su atención, se giró y me miro—¿Confías en mí?

—¿En serio me haces esa pregunta?

—Contestame—ordené mirándolo fijamente.

—Claro sos mi novia, ¿Cómo no voy a confiar en vos?—respondió obviamente.

—Bueno contame que pasó con Leandro entonces, porque eso de que no te pasa nada no te la cree nadie—lo miro fijamente y me crucé de brazos nuevamente.

—Ese pibe fue novio de mi mama antes de que estuviera con mi papá.

—Ajá, ¿y?

—Cuando mi mama lo dejo juro hacerle la vida imposible—continuó, lo miraba fijo y al par de segundos asentí—Le mandaba mensajes a mi mamá del tipo "sino lo dejas me voy a tomar un bote de pastillas, me voy a cortar, me voy a tirar"

Asentí.

—Como vio que mi mama no le daba bola, fue al trabajo de mi papá y lo amenazó hasta el punto de que un día lo apunto con una pistola—lo escuchaba atentamente como si fuera una historia de película—Cuando mis papás me tuvieron medio que se tranquilizó pero un día cuando salía de la escuela se me acerco e intento hablar conmigo sobre donde vivía y toda la bola pero por suerte mi mama se lo impidió y le puso una orden de alejamiento.

—¿Qué decis Nacho? ¿Me estas jodiendo? ¿Sos joda no?—reí.

—¿De qué te reís? ¿Te pensas que te estoy jodiendo?—fruncio el ceño.

—Perdoname, pero tiene toda la pinta—hice un gesto, soltó un suspiro pesado y me miró.

—Ahora te pregunto yo.-hizo una pausa—¿Confías en mi?

—Obvio—lo miré mientras asentía un par de veces.

—¿Si? Pues no tiene toda la pinta, la posta—contestó levantándose de la cama.

—¿Vos estas escuchando lo que estás diciendo? El pibe tiene la cara de no romper un plato y es re buena onda ya lo viste en el desayuno—señalé hacia la puerta.

—Me voy no tengo ganas de hablar de esto con vos—se sacudió la ropa. Empezo a caminar hacia la puerta pero lo agarré del brazo y lo empuje hacia mi. Puse los brazos alrededor de su cuello y lo bese.

—No te vayas—musité entre sus labios. Se quería apartar porque me estaba medio empujando pero yo lo agarré más fuerte del cuello. Después de varios segundos asi se terminó rindiendo y me agarró de la cintura para profundizar el beso—Te amo, perdón.

Después de arreglar las cosas con Nacho nos pusimos a acomodar mi pieza ya que nos íbamos a ir.

Una vez terminamos, nos levantamos y abrí la puerta donde me encontré con Leandro.