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15 de Abril de 2018
Buenos Aires, Argentina.

Me desperté de la siesta porque escuché la música en el living al palo.

Bajé las escaleras y me encontré con Juli fumando y bebiendo mientras tarareaba una canción que no dude en saber cuál era; Amorfoda de Bad bunny sonaba en los parlantes como si no hubiera mañana.

La cara de mi amiga me lo había dicho todo, estaba deprimida de nuevo ya que su rimel estaba esparcido por todos sus cachetes y sus ojos estaban aguosos e hinchados.

Bajé las pocas escaleras que quedaban y me acerqué a ella rápidamente, me senté en el sillón y me dediqué a mirar su rostro.

Llevaba dias sin dormir por lo menos los que había estado en el departamento, no me quería imaginar en Córdoba. Tenía muchísimas ojeras y la piel un poco más arrugada de lo normal.

—Ju, tenes que parar—hablé después de unos minutos en silencio.

Ella desvío la mirada del punto fijo y se centró en mis ojos, estaban más tristes de lo normal. Nunca la vi así y Khea de verdad le importa.

Expulsó el humo por la boca despacio y negó con la cabeza, —No puedo, Belén. Sabes que quiero amiga pero no puedo—volvió a darle una calada a su cigarrilo.

Todavía se me hacia raro verla fumando, nunca la había visto pero por lo que me contó es un acto que le pego Ivo.

—Amiga, por favor—le insistí mirandola fijamente, ella me volvió a mirar pero no soltó ninguna palabra—Mira, tengo una conocida que es psicóloga, ¿queres ir? Sé que la necesitas, Ju porfavor dejame ayudarte.

Y ella necesitaba ayuda de verdad aparte de estar mal por la ruptura con Ivo, hace poco a la mama de detectaron cáncer.

Volvió a reinar el silencio en todo el living hasta que decidió cortarlo, —Bueno, dale.

Me acerqué a ella y la abracé, ella gustosa lo acepto. Después de separarnos, las dos nos levantamos y nos fuimos a preparar para ver a la psicóloga.

Una vez listas, bajamos y agarramos el auto. La casa de la chica quedaba alrededor de quince minutos de nuestro departamento.

En el camino no cruzamos ni palabra, bajamos y subimos el ascensor para ir hasta la supuesta clínica.

Una vez llegamos, deje a Juli con la psicóloga, ya que la recién nombrada me dijo que sería mejor dejarla sola para que se pudiera abrir poco a poco y estuviera más tranquila.

Me fui a dar una vuelta por la parte de la ciudad, en todo el trayecto del día me sentía muy mal y mar arcadas no tardaron en llegar, sentí como el ácido subía por mí garganta rápidamente.

Miré a mí alrededor para buscar un bar o un restante cercano e ir a expulsar todo. Cuando terminé me levanté con dificultad ya que me había mareado y me dolía la cabeza. Me recompusé poco a poco y me lave la cara.

Escuché mi celular sonar varias veces y como pude lo agarré, tenía varias notificaciones entre ellas de Ignacio y de Juli.

Juu💜 : eu, no hace falta que me vengas a buscar. Viene Ivo y voy a hablar un par de cosas con el, no te preocupes y no me esperes despierta.
Juu💜 : Muchas gracias por hacerme venir con la chica está, posta. Necesitaba sacarme todo esto de encima.

la hermana de dam ; eckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora