la hermana de dam ; ecko

03

—Son lindas—dijo el pibe que estaba sentado enfrente mio.

Yo lo seguí mirando sin decir una palabra, era un pibe con unos ojos oscuros, labios carnosos, piercing en la nariz y un arito en la oreja, el vió que no contestaba y volvió a hablar.

—Las estrellas digo—dijo mientras miraba el cielo—Aunque vos...—no lo dejé de terminar de hablar.

—Sí, son muy lindas—dije con una sonrisa—Me encantaba estar aca de chiquita.

—Vos también sos muy linda—dijo mientras me miraba—¿Cómo te llamas?

—Me-me llamo Belén—contesté nerviosa y sonrojada por el comentario que había dicho.

Era raro que estuviera nerviosa había estado con bastantes pibes y no era de ponerme asi mucho menos colorada.

—Bueno Belén, ¿sabías que sos más linda cuando te pones como un tomatito?—rió un poco y me avergoncé más.

—Ay pará—lo reté y le dí un golpe en el hombro haciéndolo reír—Me podes llamar Belu si querés.

—Bueno, yo me llamo Ignacio pero me podes decir Nacho—contestó sonriente.

Casi al instante escuchamos que alguien raspó su garganta, nos dimos la vuelta encontrándonos con el morocho teñido.

—¿Ya andas chamuyando Spaghetti?—preguntó divertido haciéndonos reir—Ojito que es la hermana chiquita de Dam—advirtió con su dedo índice y para después darse la vuelta y entrar nuevamente a mi casa

—Así que...vos sos la famosa hermana chiquita de Dam—sonreió y yo asentí—Los chicos me hablaron re bien de vos.

—¿De qué conoces a mi hermano?—me animé a preguntar con un poco de curiosidad e ignorando completamente su comentario.

—Soy el mejor amigo de tu hermano—contestó sonriente, no paraba de sonreír y eso me hacía perder bastante la noción del tiempo.

—¿Ecko?—cuestioné y el me miró y asentió.

—Sí—lo miré y lo que menos me había imaginado era que el mejor amigo de mi hermano era tan lindo—Eu, ¿estas bien?—preguntó acercándose un poco más.

—¿Qué?—interrogué una vez salí de mi pequeño trance.

—Que si estás bien—volvió a repetir riendo.

—Ahh si, vení, vamos—lo agarré de la mano haciendo que el me mirase con el ceño fruncido.

—¿Tan rápido chiquita?—me miró divertido y yo entrecerré los ojos.

—Dale, vamos a bailar—resalté la última palabra y lo volví a agarrar de la mano.

Fuimos adentro y todo el mundo estaba bailando, tomando y otros fumando. Justo empezó a sonar Rebota y me dirigí con Nacho a la supuesta pista que era el living.

—Ella es una malcriada—susurró Nacho en mi oido, haciendo que me de un escalofrío.

Me pegó más a él haciendo que sienta su miembro y para divertirme un  rato me empecé a mover en círculos, noté como su erección empezó a crecer.

—Deja de hacer eso Belén—susurró apretándome más la cintura para mantener fuerte su agarré, sonreí y seguí moviéndome—Atenete a las consecuencias después nena.

Me giré y me quedé frente a frente con el, estábamos más cerca de lo normal.

—¿A qué tipo de consecuencias te referís?—pregunté mirandolo fijamente con una sonrisa

—Adivinalo.

—Dale, decime—pedí haciendo puchero.

Me acercó mas a el, poniendo sus manos en mi cintura y mirándome a los ojos.

—¿Sabias que sos re linda?

Sentí un ardor en mis mejillas. Nacho no paraba de mirarme los labios y después los ojos y así sucesivamente.

—¿A que esperas?—pregunté haciendolo reir.

—Para ser chiquita sos muy viva—acotó riendo a lo que yo lo mire mal y saqué sus manos de mi cintura.

—Bien que está chiquita te calienta, pelotudo—contesté de mala manera y me di la vuelta para irme.

No hice ni dos pasos y ya sentí que el me agarró del brazo y me dió la vuelta.

—¿Que haces enana enojona?—preguntó haciendo referencia a lo bajita que era con una sonrisa.

—Para de...—dije pero el me agarró de los cachetes y me dio un corto beso.

Fue un beso muy tierno. Cuando nos separamos, me sonrojé y para que no me viera baje la cabeza a lo que el levanto mi mentón.

—Sos hermosa—me miró y me dió otro beso.

—Para Spaghetti, me vas a matar de ternura—lo aparté un poco y el rió

—Te estoy diciendo la posta, boba—y en un rápido movimiento me dio otro beso.

De repente vino...