Lo agarré al toque.
—Hola mi amor—hablé sonriente.
—Hola chiquita—dijo con voz tierna—Escuchame ¿tenes algo que hacer?
—Re bien, si bueno estoy viendo un par de vídeos ahi ¿por?
—En 15 te caigo, ponete más linda de lo que sos—dijo para después cortar.
—La puta madre, en diez minutos viene—salí corriendo para mi pieza.
Me di una ducha rápida y me puse un vestido blanco con rayas azul marino acompañado de unas converse.
Me maquillé rápido pero iba bastante bien la verdad, terminé de ponerme perfume y escuche el timbre, bajé prácticamente corriendo.
Abrí la puerta y me lo encontré con un jean apretado, una remera negra con una línea blanca en medio y unas nike blancas.
No dude en subirme arriba de el y llenarlo de besos.
—Eu, para loca—rió
—Uh bueno—revolee los ojos y me bajé.
Me agarro de los cachetes fuerte y me dió un pico, cuando nos separamos me empece a reir, Ecko estaba lleno de labial.
—Deja de reírte y sacamelo—blanqueó los ojos, asentí y fui al baño para agarrar papel.
Me acerqué a él y empece a sacarle el labial, podía notar la mirada de Ecko fijamente en mis labios, me ponía bastante nerviosa.
El lo sabía asi que puso una de sus manos en mi cintura y empezó a bajarla en dirección a mi cola mientras tanto se le dibujaba una sonrisa divertida de oreja a oreja.
Empecé a toser por los nervios y el apretó fuerte mi cola.
—Y pensar que todo esto es mio—me palmeó.
Lo ignoré y seguí sacándole el labial, era difícil ya que era de los permanentes, empecé a morderme los labios en símbolo de frustración.
—Deja de morderte—me agarró del mentón para que lo mirase.
—¿Qué?
—Que te dejes de morder el labio—repitió poniendo su pulgar en mi labio inferior.
Lo miré a lo ojos.
—¿Por qué?—miré sus labios.
—Deja, ¿Terminaste?—preguntó cambiándome totalmente de tema, asentí—Vamos.
Llegamos al auto y nos subimos, arrancó y nos pusimos en marcha sin rumbo, a los 30-40 minutos llegamos.
—¿Qué hacemos en Mar de plata, Nacho?—fruncí el ceño.
—Es una sorpresa, vení—hizo señas.
—Sabes que no me gustan las sorpresas—blanquee los ojos y me acerqué a él.
Me agarró de la mano para entrelazarla con la de el y empezamos a caminar, 10 minutos más tarde estabamos en la entrada de un restaurante lleno de luces.
Entramos y Nacho fue a hablar con un camarero, volvió conmigo y me arrastró a una mesa del lugar.
Nos sentamos y el camarero de antes no tardó en venir para anotar nuestra orden, una vez terminó se fue, miré a Nacho.
—¿Me vas a decir que hacemos en Marde?
—No, sólo cállate y deja de preguntar todo—revoleo los ojos haciendome reír.
—¿Esto no será por lo de coso no?—pregunte confundida.
—¿Por lo de que?—sonrió.
—Lo de ya sabes...—susurré.
—No sé a qué te referís, no te entiendo—se acomodó el pelo.
—No te hagas el pelotudo, Mati—lo miré y el sonrió.
—Es que no te entiendo posta boluda—rió y entrecerré los ojos.
—¿Y por qué te reís, bobo?—blanquee los ojos.
—¿No me puedo reír tampoco?—sonrió.
Yo lo mire mal, al cabo de un par de minutos vino la comida.
• • •
—¿En serio queres ir a comer un helado Nacho? hace frio—revolee los ojos.
—Dale amor—suplicó e hizo puchero.
—Uh bueno dale, pero yo no como—advertí para después empezar a caminar.
—Vos vas comer otra cosa hoy...
—¡Ignacio!—chille con los ojos abiertos de par en par haciendolo reír.
—Si es la verdad—se encogió de hombros.
—¡Estúpido cállate!—grité con los cachetes colorados.
—Ay, se pone incómoda mi nena—pasó un brazo por mis hombros.
Llegamos a la heladería y Ecko se pidió uno de 3 bolas, después de eso nos fuimos a dar un paseo por la ciudad y derrepente se paró.
—Te tengo que...
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la hermana de dam ; ecko
Fanfiction❝ simplemente no quiero que me veas cómo la hermana de tu mejor amigo ❞