I. LA CORONACIÓN

41 14 1
                                    

Hay una actualización antes de este primer capítulo, por si Wattpad te ha enviado directamente a este.

Hay una actualización antes de este primer capítulo, por si Wattpad te ha enviado directamente a este

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

KIARA:

15 años después...

Me miro al espejo tratando de encontrar hasta la más mínima imperfección en mi vestimenta, cabello o maquillaje.

- Estás bien, ya para de hacer eso – dice Killa desde mi cama. Volteo a verla y ruedo los ojos.

- Killa, te estás despeinando toda. Levántate – la insto a levantarse y ella se queja, pero termina cediendo.

- No puedo creer que me obliguen a verme así para una coronación que ni es mía.

- Pero es mía, y tú eres mi protectora. Es tu deber – le recuerdo y ella vuelve a quejarse.

- Al menos deberían dejarme ir en ropa de entrenamiento. No me gustan los vestidos, eso es para las princesitas, yo soy una guerrera.

- No eres cualquier guerrera, así que acostúmbrate a usar vestidos a la par de tus armaduras.

Le acomodo el cabello y la veo. A pesar de que nacimos al mismo tiempo somos muy diferentes. Mientras ella tiene el cabello blanco y los ojos azules, mi cabello y mis ojos son negros. Normalmente la reina y la protectora se parecen físicamente, pero nosotras no, porque Killa fue besada por la Luna, o eso dice la reina Simone.

- Tienes una belleza única, Killa – mis ojos se posan unos segundos en sus labios, pero decido ignorar eso y termino de arreglar su cabello, para luego acomodar su vestido – haz que reluzca.

- ¿Y para qué quiero yo que reluzca?

- ¡Me rindo contigo! Eres un caso perdido – ella me mira y sonríe. Vaya sonrisa encantadora – no me sonrías así.

- ¿Por qué no? – ella se acerca a mí y comienza hacerme cosquillas.

Río y trato de empujarla lejos, pero es mucho más fuerte que yo, así que me rindo y ella termina por cansarse.

- ¿No te agrada ninguna de tus compañeras de guardia? – termino preguntando, con curiosidad. Siento interés en ello, aunque no estoy segura del por qué.

- La verdad es que no, a todas las miro como amigas – se encoge de hombros y termina de reacomodar su vestido. Hace una mueca de disgusto, pero parece rendirse con el hecho de usarlo - ¿Y a ti te gusta alguna de esas nobles primorosas que sólo piensas en bordar? He visto muchas mujeres de la corte viéndote con mucho más interés del debido.

- ¡Oye! – la golpeo un poco con suavidad en el brazo – no sólo pensamos en eso. Y no, ninguna me llama la atención de forma especial – la miro y su expresión no cambia. Eso me desilusiona un poco ¿Por qué?

Termino de aplicar un poco de bálsamo labial en mis labios y me miro por milésima vez. No estoy mal, pero mi belleza es común. Comienzo a jugar con la manga de mi vestido y Killa se acerca a mí por la espalda, abrazándome de costado. Ella sí que es una belleza espectacular. La calidez de su mano en mi cintura hace que unos cuantos escalofríos recorran mi cuerpo ¿Qué me pasa?

FEMINAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora