Si Decido Esperarte ...

Capitulo 11

Ivan

Adrián se había ido, la pelea se había acabado, solo quedaban unos cuantos en la fiesta, arranque el coche, no tenía sentido seguir ahí en medio del Río, lo mejor era que la noche pasara y el día llegara, apenas arranque el coche el silencio se hizo dueño de él.

—Me pueden decir que mierda paso con aquel tipo ? - interrogó Maya rompiendo el silencio.

Flashbacks

Yo volvi mentalmente a aquel momento, narrando todo como si fuera una novela de acción y drama.

Zara me estaba contando acerca del chico de la tienda de la gasolinera cuando esté mismo apareció, estaba bastante ebrio, no descarto que también fumado

—Así que nos volvemos a encontrar - dice divertido este chico mientras la toma del brazo a Zara

—suéltame, deja de ser tan grosero- se queja Zara mientras intenta escapar de su agarre

— Aquí la grosera eres tu, debes aprender a no meterte en los asuntos de los demás, por tu culpa me dieron una buena multa, no lo entenderías porque seguro eres una niña de papá, la próxima no te metas- amenaza mientras aprieta el brazo aun más fuerte.

— Dijo que la sueltes - anuncie mientras elevaba la voz

— Linda, dile a tu noviesito que no se meta, tu y yo tenemos asuntos que arreglar, me debes una por lo que hiciste y pagarás caro el precio de haberte metido. - de su boca salían malditas amenazas que se repetían una y otra vez mientras elevaba su tono y entonaba su enojo, tomó a Zara del brazo y la pegó a su cuerpo como si la estuviera desafiando a tomar una acción

— Suéltala- grite mientras intentaba empujar a Zara hacia mi lado

— No te hagas el malo y aléjate que tu noviesita y yo tenemos asuntos pendientes- exclamo mientras llevaba a Zara aún más cerca de su cuerpo.

Y desde allí solo supe que era golpes entre el y yo, ojalá hubiese terminado ahí pero más personas interfirieron y la pelea parecía una monstruosidad imparable.

Volviendo al presente, vi la cara de enojo de Maya que se formaba mientras relataba la historia, insulto un par de veces al chico al final de la historia pero luego se calmó y se mantuvo en su asiento, el viaje estaba por terminar, estábamos llegando a casa de Maya, todos debíamos descansar pero se que no podría pegar un ojo en toda la noche luego de lo que había pasado, era mi primera pelea, Zara aún seguía asustada y yo solo me mentalizaba en como intentaría esconder los golpes para que mi madre no lo note.

—Bien Maya, llegamos, dile gracias a tu padre por prestarnos el auto- lo estacione en la acera y me baje junto a Zara y Maya.

— Adiós chicos, cuídense y avisen cuando lleguen a sus casas- Maya nos despidió y entro a su casa, al parecer no había nadie, sus padres ya estaban trabajando.

Caminamos un par de cuadras hasta llegar al pórtico de Zara, me despedí con un beso en su suave mejilla y le deseé buenas noches, me dirigí hacia la calle pero su brazo me frenó desde atrás.

— Quédate, mis padres están de viaje- me rogó con un poco de vergüenza y una sonrisa que se notaba a leguas.

— Es tarde, debes descansar, no hay tiempo para pijamadas, además tus padres tienen cámaras por todos lados y sabes lo protectores que pueden ser

— Confían en ti, no les gusta que pase la noche sola y en verdad estoy asustada después de lo qué pasó, por favor quédate esta noche- sugirió y rogó nuevamente , tenía una genuina sonrisa, los labios rojos al igual que sus mejillas y en sus ojos el brillo de la noche.

— Está bien, pero solo porque no quiero que estes asustada- aclare mientras entrábamos al hogar.

Pasamos el living, llegamos a las habitaciones, la misma cama grande donde nos recostábamos desde pequeños y jugábamos a ser héroes, donde dormíamos y estudiábamos, donde aún seguimos divirtiéndonos y haciendo pijamadas, apenas la vi me recosté, estaba agitado y adolorido. Zara se acosto a mi lado y nuestras caras se enfrentaron, podía ver cada detalle de su rostro, como si tuviera un microscopio, su pelo caía en la almohada y mientras le sonreía a su mirada. Poco a poco su cara se preocupó, palpó con sus dedos los moretones que ese estupido me dejó, en cambio ella los reemplazó con un beso, uno en la frente, otro en la mejilla y el último en el comienzo de la nariz.

—Quédate aquí, voy a curarte- dijo mientras se levantaba de la cama y revolvía su baño en busca de un botiquín.

—Zara no hace falt... - me callo poniéndome un analgésico en la lengua y un vaso de agua en la boca.

— No hagas berrinches, estás todo lastimado por mi culpa- agrego con gran tristeza y decepción.

Mis manos fueron a su rostro y lo detuvieron para que su mirada se clave en mi —Oye Zoo, no seas tonta, nada de todo esto es tu culpa.

— A veces siento que todo lo es, soy bastante descuidada, vivo en un mundo de hadas donde creo que todo es como en los libros, los siento por ser despistada, no te enojes.

— Zoo aunque quisiera jamás te podría odiar o me podría enojar, vamos deja de decir esas cosas, debes descansar- aclare dándole un beso en la frente y tapándola para dormir.

—¿Me abrazas? - preguntó mientras acortaba la distancia entre su cuerpo y el mío.

Abrazados nos dormimos, hasta que el sol salió y mostró su esplendor.