capitulo 25

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El viaje de vuelta a casa fue mas largo de lo que creí, con mas silencios de los que me imagine, y mi cabeza dio vueltas hasta que me Marie, debía contárselo a mi familia, como lo haría aun me quedaba en duda, pero sabia que lo antes posible, aunque no pueda amortiguar el impacto ellos se enterarían.

El bus me dejo en la cuadra de casa, al bajar noté la mirada de Maya, la cual con una sonrisa se despidió, fui afortunado en que no pregunto creo que supo que la situación colgaba del vacío.

Apenas abrí la puerta el olor a salsa me volteo, era la receta de la abuela, mamá siempre la hacia cuando la extrañaba, ya sabíamos cada uno que hacer, yo saque la basura, Andrés lavaba los platos al final, mi hermana pequeña ponía la mesa y la mayor siempre hacia las compras. Mamá coloco el oyon en la mesa y los fideos rebalsaban, mi hermano se apresura a enrollar uno y masticar, todos hacían lo mismo al unísono, mientras yo me quedaba varado en sus miradas, en mis pesares y en mis próximos dialectos. Espere a que todos terminaran de comer para que no les caiga tan pesado o se atraganten, Andrés se sirvió un tercer plato, y yo ya no podía retener mas las noticias, trate de esperar, pero debía contarlo antes de que mi madre se vaya a trabajar.

Mientras levantaba los platos, y tironeando del de Andrés para que dejara de comer, yo comente.

—Mamá debo mencionarte algo—dije con mi voz temeraria, su silencio me otorgo otro guion

—Papá esta acá —De pronto su boca se abrió y los platos se cayeron desparramando la salsa por todo el lugar, los fideos se pegaron a los azulejos, los pedazos de porcelana habían hecho un estruendo, pero mis hermanos parecían jugar a ser estatuas.

—Vino a decirme que se hospedara en un motel de por acá, su intención es vernos.

—Adrián prométeme que el no vendrá —rogo mi hermana pequeña

—Lo prometo enana

—Yo no quiero verlo jamás, lo que hizo no tiene perdón—comento Andrés, arrojando los vasos sin lavar, dejo el lavabo y corrió a su habitación, regalándonos el sonido de un portazo. Mi hermana mayor prosiguió a replicar su acción, mientras la pequeña subió a su casita del árbol.

Mi madre rompió el silencio y balbuceo, sin ánimos de subir su tono de voz—Iré a comprar más salsa, dijo al ver el estropicio en el suelo. —Tomo las llaves, escuche como el coche se encendía y alejaba de casa.

Mientras yo juntaba los restos del piso pensaba en que ocurriría ahora que papá estaba acá.

se que este cap es medio corto pero me pareció lo mejor

¿ que les va pareciendo ?

Si Decido Esperarte ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora