Capitulo 10

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Adrian

En casa siempre era lo mismo, pasar las horas entreteniendo a mis hermanos hasta que mamá llegara de trabajar, jamás me podía juntar con alguien en Francia, ya que desde que mis padres se separaron era la misma historia, quedarme y vigilar a mis hermanos e ignorar a Papá, pero desde que estamos aquí la cosa no cambio mucho.

Estuve pensando y tienen razón Maya y Zara debería conocer a más gente, paso los días solo y encerrado la mayor parte del tiempo, En Francia tenía cientos de amigos, claro antes de que mis padres se separaran, porque luego de ello me alejé de todos, eran tiempos divertidos, solía irme de fiesta constantemente y beber hasta olvidarme del día anterior, de las peleas de mis padres y los llantos de mis hermanos.

Así que apenas mi madre llegó me vestí lo más rápido posible y corrí hasta la parada de bus más próxima, el ultimo bus estaba por salir. Sabía que mamá me daba permiso porque le daba pena verme en casa constantemente y la culpa la consumía, aunque en verdad aquí el culpable era papá.

Me repetía una y otra vez que no estaría incómodo una vez que llegara allí, que tan solo debía encontrar a Maya y sus amigos y todo estaría bien, que encajaría y me divertiría , no podía estar tan mal al fin y al cabo, ¿verdad?

Apenas llegue comencé a buscar a Maya por todos lados, mi vista merodeaba por toda la fiesta pero no la encontraba ¿que tan difícil es encontrar a una colorada en medio de una fiesta ?

—Hola - dijo una voz conocida que me toca el hombro

— Por fin te encuentro - anuncie aliviado al darme la vuelta para ver a Maya.

— No sabía que me buscabas

— Solo porque eres la única que conozco- digo mientras le doy un pequeño empujón hacia el lado .

— ¿Vamos con los chicos?

—claro, será divertido.

Giramos nuestra mirada hacia lo lejos donde se veía a Iván y a Zara sentados, parecía que la pasaban bien juntos, veía como un chico se les acercaba, jamás lo había visto por los alrededores, mientras más nos acercábamos más escuchábamos los gritos que provenían de aquel misterioso chico y como empujaba el brazo de Zara, la situación pasó de ser tensa a ser violenta, Iván dio el primer golpe al ver como aquel sujeto cada vez se acercaba más a Zara con insultos y bruscos movimientos, Maya estaba desesperada y asustada, Zara quería separarlos y yo solo pensaba en ayudarlo, intente detener el disturbio pero solo se agravó, se empezaron a meter chicos que parecían ser amigos de aquel tipo y un par de desconocidos que se pusieron de nuestro lado. Terminamos revolcándonos en el pasto, algunos grababan, otros intentaban separarnos y algunos solo querían meterse a pelear.

Saque a Iván de la pelea, no tenía sentido seguir allí, aquel chico tenía una pandilla entera.
Ivan tomo a Zara del brazo y la saco de allí, yo hice lo mismo con Maya, ambas estaban petrificadas, nerviosas y atontarás por la situación.

Nos fuimos hacia un costado, donde estaba la barra de tragos, no había nadie por allí, todos se encontraban mirando la imparable confrontación, en donde había una masa de gente peleando como si de eso se tratara la fiesta.

Con mi temblorosa mano tome un shot y lo pase como si fuera la mejor agua en el peor de los desiertos.

— Adrian, en la oscuridad no note que sangrabas, déjame curarte- sugirió Maya

— Estoy bien, no creo morir de esto-alague bromeando

— No es opción, vamos al auto, allí está el botiquín de primeros auxilios- aclaró tomándome del brazo para guiarme.

Sin ni siquiera rezongar la seguí, sabía que quejarme no serviría de nada, ella jamás cambia su manera de pensar, es terca pero tenía razón.
Apenas entre al auto vi mi reflejo en el espejo retrovisor, en mi cara poco a poco se formaban moretones, mi labio tenía una cortada y mis nudillos sangraban, no me gustaba pelear pero sabía que no tenía opción más que hacerlo, no iba a dejar a Iván solo en esto.

Maya me desinfecto las heridas de los nudillos, tomo su mano en la mía y se sentía divertido ver cómo se las ingeniaba para ser doctora en estos momentos, estaba concentrada y siempre que lo estaba se ponía los primeros mechones de su cabello atrás de las orejas, era gracioso gritar como si me doliera y que ella se ponga roja de lo nerviosa.

Poco a poco se acercó, de manera tímida pero segura me revisó el tajo en el labio, el momento de gracia se había ido, ahora los dos estábamos en suspenso, concentrados y detenidos en nuestras miradas, en observar nuestras caras las cuales estaban a milímetros de distancia, de vez en cuando Maya se acordaba que allí estaba para limpiarme la herida del labio y así lo hacía, le daba toquesitos con el algodón.  Así que Maya Montgomery no era tan hostil después de todo, era una linda coraza.

Mi teléfono sonó, era la alarma de las cuatro y treinta y dos, debía volver a casa antes de las cinco, mamá se tenía que ir a trabajar a esa hora y yo debía volver para cuidar a mis hermanos otra vez. Salí del auto lo más rápido posible explicando que me tenía que ir.
Caminar en medio de la madrugada no sonaba como un buen plan pero era lo único que me podía salvar ya que no conocía a nadie y Maya vivía en la otra punta de la ciudad así que tampoco me podía llevar.

Medio desorientado, guiándome por los letreros iba por algún rumbo, quién sabe cual, quién sabe donde, solo caminaba y pensaba en cómo mamá me iba a matar por llegar tarde a casa, era estresante ser el "padre" del hogar, no me podía preocupar por nadie más que por los demás.

— ¿Tu eres el nuevo de la escuela?- asentí con la cabeza a aquel chico que iba en camioneta con sus amigos, me sonaban conocidos pero no distinguía sus identidades.

—¿No eres de muchas palabras verdad ?, esa pelea estuvo épica hermano, los golpeamos a aquellos bastardos del barrio seguro aprenderán a no meterse con los instituto "spring hills"- alardeó mientras sonreía con su gran ego, ahora recordaba que su grupo nos ayudó a pelear contra la pandilla de aquel idiota.

— Gracias por ayudar

— Oye chico nuevo, ¿para donde vas? -pregunto el conductor de aquella negra camioneta.

— Al barrio "Leaves"- aclare

—Te llevaremos, esta zona es una mierda, si caminas solo a estas horas te roban y no queremos tener que ayudarte en otra pelea- bromeó el conductor mientras me señalaba para que me suba a la gran y cuadrada cajuela de la camioneta.

— Muchas gracias, les debo una , de paso, mi nombre es Adrián -dije subiéndome a la caja de la camioneta, en el auto había alrededor de 13 chicos, en el asiento trasero, delantero y cajuela.

— Oye Adrian, veo que eres fuerte, ¿nunca pensaste en unirte a fútbol con nosotros ?, considérate parte del equipo. - dijo uno de los chicos de la cajuela

— Me vendría bien para solicitar una beca, lo pensare pero seguro aceptaré.

La verdad es que necesitaba nuevos amigos y un deporte me mantendría lejos de casa, al menos por un tiempo.

En el resto del camino nos reímos, nos pasamos la botella de vodka y nos presentamos, podría decir que ellos y yo seremos buenos amigos, al llegar  mamá ya no estaba y mis hermanos aun dormían así que hice lo mismo, me recosté pensando en que dentro de poco seria parte de un equipo, como nunca antes lo había sido.

Si Decido Esperarte ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora