¿Qué estará haciendo?

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Narra Anna

Hace unas horas que Elsa se fue al Polo Norte ¡y ya la extraño! Hace mucho que no nos volvíamos a separar, se me hace eterno éste tiempo, estaba caminando por los pasillos hasta que vi a Emma.

—Hola Emma— me acerqué a donde ella.

—Hola Anna, ¿quieres venir conmigo? Iré a dar un paseo por el pueblo, hace mucho que no vengo aquí y me gustaría ir— dijo Emma muy emocionada.

—Claro, te acompaño— respondí con una sonrisa.

Íbamos bajando las escaleras y nos tapamos con James.

—Princesa Anna, en dos horas la veo en mi oficina para hablar sobre los Reinos— terminó de decir y se fue caminando yo sólo me limité a asentir.

—Bueno en dos horas regresaremos— Emma tomó mi mano y salimos corriendo del castillo.

Pasamos las dos horas recorriendo casi todo el pueblo, tenía que volver para mis prácticas sobre Arendelle.
Me pregunto ¿qué estará haciendo Elsa? Espero que esté bien.

—Pase Princesa, la está esperando el Rey— dijo un trabajador del castillo y asentí.
Toqué 3 veces y se escuchó un "adelante" de parte de James.

—Muy bien tome asiento, hablaremos sobre cómo gobernar el Reino— comenzó con la clase, y así siguió luego de 2 horas largas, terminó sus consejos para gobernar y me dirigí a mi habitación para descansar.

Narra Hiccup

Estaba paseando por los cielos con mi gran amigo Chimuelo, pensando en qué estará haciendo Elsa, el castillo se siente muy solo sin ella, me paré al observar una cabellera rojiza cabalgando por el bosque, tirando flechas a las tablas que usamos como blancos.

Bajé un poco el vuelo para verla de cerca, esa cabellera es de Mérida eso es más que obvio, es muy buena con el arco. De pronto ella y su caballo se pararon, no supe la razón así que bajé, muy silencioso, definitivamente, ¡la voy a asustar! Me acerqué rápido y sigiloso, entonces le piqué los costados de su torso y se sobresaltó.

—¡Hiccup! ¡Me asustaste!— dijo dándome un leve golpe en el brazo.

—Tenía que hacerlo, estabas distraída así que, aproveché la oportunidad— dije encogiéndome de hombros.

—Es que vi algo esconderse por aquí pero creo que se fue— decía Mérida mientras buscaba entre los arbustos.

—Y... ¿qué te trae por aquí?— pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

—Pues vine a despejarme un poco, y que mejor que salir a cabalgar mientras lanzas unas cuantas flechas— dijo aún de espaldas.

—Bueno si, ¿te puedo hacer una pregunta?— cuestioné, tengo mucha curiosidad.

—Aparte de esa, ¿cuál?— dijo volteando encontrándose con mi amigo dragón.— ¡AY! ¡ME VA A COMER!— gritó Mérida para luego tirarse detrás de los arbustos.

—Vaya, vaya, ¿dónde quedó esa valiente chica que conozco?— pregunté acercándome a Mérida.

—Se fue entre los árboles— respondió desde los arbustos.

—Bueno, la pregunta es ésta: ¿a qué veniste a Overland?— pregunté y puse bastante atención a ella en lo que iba dar de respuesta.

—Yo vine porque mi padre y tu papá son grandes amigos, y mi papá le dijo al tuyo que si podía venir a despejarme de todo lo que hay en Dumbroch— respondió Mérida con un suspiro.

—¿Qué pasa en Dumbroch?— volví a preguntar.

—Pasa mi madre, quiere comprometerme y yo no quiero— contestó sentándose en una piedra que estaba al lado.

—Eso es grave, ella no tiene esa decisión— traté de animar a Mérida.— Mi padre me ha dicho muchas veces que deje a Chimuelo, pero no le hago caso, Chimuelo es mi amigo y no lo dejaría jamás— hice otro intento.

—Es que ella es terca, a fuerza quiere verme casada, y le dije que no, como mil veces y sigue insistiendo— dijo ella poniendo sus manos sobre su cabeza.

—Ella debe entender tu decisión— solté sin más.

—Lo sé pero no lo hace— dijo rendida.

—O, puedes inventar una relación— dije mi idea y ella volteó a verme confundida.— Le dices que encontraste a alguien aquí en Overland o en Arendelle y así tal vez deje de insistirte— finalicé y ella se levantó de la piedra.

—¡Si! ¡Eso es, muchas gracias!— se iba a ir, pero dio la vuelta y me dio un beso en la mejilla, luego de eso se subió al caballo y se fue cabalgando en dirección al castillo.

Volví a montar a Chimuelo y me fui en la dirección opuesta en la que Mérida se fue, mi atención se centró en un señor, iba vestido de negro, cuando volteé a otro lado y regresé mi vista hacia el hombre, ya no estaba. Decidí ir a investigar y bajamos a un lado de donde yo lo había visto, caminamos hasta que escuchamos murmullos.

Me acerqué de donde provenían y pude ver al hombre, puse atención en su plática con un caballo totalmente negro de ojos amarillos.

—¿Cómo que se la llevaron?— preguntó con mucho enojo el hombre. El caballo asintió cabizbaja.— La tendremos que traer de vuelta para que lastime a su preciada hermanita, esa Reina tiene que descontrolar sus poderes para que su miedo sea mayor— dijo caminando alrededor del caballo.— Ve y búscala— acarició al caballo y éste desapareció.

Me sorprendió mucho ver que ese caballo desapareciera, luego ese hombre siguió hablando con él mismo.

—¡Los destruiré! ¡No importa el costo!— gritó y siguió hablando.— ¡Soy Pitch Black y lo haré!— gritó luego desapareció en las sombras.

¡Él es Pitch! Entonces... de la Reina que hablaba era ¡Elsa! Tengo que advertirles a todos.

Subí rápido a Chimuelo y fui al castillo, le dije a mi papá que iría al Polo y él dijo que sí, emprendimos vuelo hacia el Polo, llegamos en unas 3 o 4 horas.

Narra Mérida

Hiccup me había dado una excelente idea, le hice una carta a mi madre y se la envié hace unas horas, Hiccup se había ido al Polo creo, algo así escuché. Era la hora de cenar y todos estábamos en el comedor.

—Éste es mi penúltimo día aquí con ustedes— dijo Anna.— Y creo que de ustedes también, se me ocurre algo— continuó diciendo con una sonrisa juguetona.

—¿Qué se le ocurre Princesa?— cuestionó el Rey James.

—Para no darle molestias a usted, tenía pensado, que los demás vinieran conmigo a Arendelle mientras Elsa regresa— respondió Anna con cierto brillo en los ojos.

—A mi me parece bien— protesta Rapunzel con una sonrisa.

—Yo te apoyo, Anna— siguió Eugene.

—Yo también iré, sólo unas dos semanas, regresaré aquí con mi papá, Jamie regresará en 3 meses— dijo Emma muy emocionada al parecer.

—Yo igual iré, no creo que mi madre se moleste— dije con una sonrisa, ese era mi plan quedarme más tiempo fuera de Dumbroch.

—Entonces es un hecho, ¿James, Hiccup también podrá venir?— pregunta Anna con cara de inocente.

—Claro que si, cuando regrese le diré que si quiere ir, aunque estoy seguro que aceptará— contestó el Rey James mientras tomaba jugo.

—Muchas gracias, si me disculpan, iré a descansar— dijo Anna levantándose de la mesa y retirándose.

—Yo igual iré a descansar— dicho eso igual me retiré y continué mi camino hacia la habitación.

Iba caminando por los pasillos del gran castillo, y escuché algo en la habitación que era de Elsa y Anna. Pero Anna aún seguía en la sala, así que me acerqué hasta la puerta y vi salir una sombra, rápidamente me escondí detrás de un mueble que estaba ahí.

La sombra se convirtió en un caballo negro de ojos amarillos, se estaba acercando a mi, pude escuchar los pasos, hasta que llegó Anna cantando y bailando, observé por un pequeño espacio que había entre el mueble y la pared, que el caballo se fue.

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Hielo oscuro: tu mayor miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora