Nos volvemos a ver (parte 2)

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Narra Jack
Después de que Yelena nos dijera que cuidáramos a Elsa salió y nos quedamos en silencio.

—Respecto a lo que me preguntaste hace rato... Connor y yo estábamos juntos cuando pasó— levanté mi mirada y topé con unos ojos vacíos.

Me acerqué a ella y puse mi mano en sus hombros.

—Connor siempre cuidaba la choza cuando Abbie no estaba. Esa vez, él y yo nos encontramos de camino hacia allá, y seguimos platicando hacia el lugar— sus ojos se comenzaban a cristalizar.— Estábamos tan tranquilos que no nos dimos cuenta de que Pitch nos estaba siguiendo— me dio en apretón en el corazón al verla así.

—Bian..— intenté hablar pero me detuvo con el dedo.

—Tres espinas negras atravesaron su cabeza, cuello y corazón— su voz se quebrantó por completo. — Jack, yo no pude hacer nada...— me susurró.

—No fue tu culpa— la abracé.

Un ruido extremadamente fuerte nos alertó.

—¿Qué fue eso?— pregunté confuso y me asomé por la ventana.

—Quédate aquí, iré a ver— Bian salió de la casa apresurada e hizo que su arco apareciera en su mano.

No pude aguantar las ganas de ir, y salí asegurando la casa.

—Joven, hay un señor de negro afuera del bosque— Yelena vino corriendo hacia mí.

—Tranquila, sé quién es, pero aléjense de él, es muy peligroso— cuando dije eso, nieve se hacía presente en el campamento.

—¿Nieve?— cuestionó confusa.

—Quédense aquí, no se...— una tormenta se creó de la nada.— Pero qué...— volteé hacia atrás y la casa donde se encontraba Elsa estaba emanando una luz azul intensa.

Cubrí mis ojos poniendo mis brazos enfrente y pude ver cómo la casa de piedra se abría y Elsa se elevaba.

❄️Narradora❄️

El mismo canto se escuchó otra vez.

La tormenta no paraba y los Northuldras se comenzaban a preocupar.

—¿¡Qué está sucediendo Jack!?— la joven Guardiana había llegado tras presenciar la tormenta.

La tormenta se calmó y en el aire de quedaron suspendidos cristales en forma de rombos.

Vieron en dirección a la platinada y quedaron boquiabiertos.

Elsa estaba inconsciente y flotando encima de la casa, lentamente fue bajando y al llegar al suelo un cubo de hielo la cubrió.

—No, no, no— el peliblanco corrió hacia ella.—¡Elsa! ¡Despierta!— gritaba mientras golpeaba el hielo.

Los cristales que estaban suspendidos en el aire cayeron al suelo provocando un estruendoso ruido.

—El señor de negro ha desaparecido— dijo un chico corriendo.

—¿Desapareció?— Bian volteó a verlo.

—Creo que se rindió— se encogió de hombros el chico.

El hielo que cubría a Elsa comenzaba a desaparecer y con el, la joven iba despertando.

—¿Jack?— preguntó al verlo. Se levantó del suelo y corrió hacia él.

—¿Recordaste todo?— devolvió la pregunta.

—Lo recordé todo...— con una de sus manos tomó la mejilla del Guardián y acercó sus labios a los de él para fusionarlos en un beso lento.

— Elsa...— Jack quería hablar pero fue interrumpido.

Hielo oscuro: tu mayor miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora