Día 3 (parte 1)

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Narra Jack

Después de cuidar a Elsa le dije a Norte que yo no iría, sé que Pitch vendrá por Elsa y la tengo que proteger. Ellos se fueron a primera hora, dijeron que si no encontraban a Pitch hasta que empiece a anochecer, vendrán para acá.

Me quedé en la ventana, observando como duerme el ángel más hermoso que ha venido a este mundo.

—¿Jack?—habló ella somnolienta.— ¿No deberías estar... con los Guardianes?— pregunta con algo de dolor y voy hacia ella para ayudarla.

—Me quedaré cuidándote— respondí con una sonrisa.

—Jack... deberías estar con los demás... no quiero ser una carga para ti— dijo pausadamente tocando su pecho.

—Te sientes mal, ¿cierto?— desvié un poco el tema.

—Si, no te voy a mentir, me siento fatal— contesta, se puso las zapatillas y se paró lentamente.

—Déjame ayudarte, Elsa— ofrecí mi mano y ella la tomó.— No me iré de tu lado hasta que estés bien—dije mirándola.

—No tienes que hacerlo, Jack— dijo y yo me hice el ofendido.

—Está claro que no quieres la ayuda de éste pobre muchacho— fingí la voz y ella rió.

—Claro que la quiero, estoy más que feliz de que esté a mi lado— me siguió el juego y con una sonrisa en sus labios, me abrazó. Y como ella es más baja que yo, puse mi barbilla en su cabeza.

—Necesito que... Oh— expresó cierta pelirroja al vernos abrazados.

—Hola Mérida— saludó Elsa y se separó de mí sin dejar de tomar mi brazo.

—Hola, a ambos, venía a decirles que necesito su presencia en el comedor— nos avisó y nosotros asentimos.— Iré por los demás— se fue en dirección a la habitación de enseguida, ya que era la de Anna.

—Yo te llevo, ven— le dije y la tomé de la cintura y nos fuimos volando hasta la puerta del comedor.

Narra Conejo

Llevamos tres horas buscando a Pitch, encontramos uno de sus escondites y nos adentramos ahí.
Decidimos no separarnos por si ocurría algo y necesitábamos defendernos.

—Miren eso— dijo Hada en susurro.— Hay una luz por allá— señaló un pasillo y fuimos hasta él.

—Es una esfera, de aseguro es ahí donde conserva los poderes de la Reina— informa Norte y nos acercamos más para tomarlos.

—La tengo, vámonos— dije y nos fuimos lo más rápido para ir hasta Elsa.

—No puedo creer que lo hayamos logrado, ¡al fin!— gritó Hada mientras volábamos por los aires.

—¿No creen que fue demasiado fácil recuperarlos?— pregunté y Norte tiró de las riendas y fuimos más lento.

—Es verdad, tenemos que tener mucho cuidado y estar alertas por si Pitch o sus pesadillas vienen por la esfera— dijo Norte y los demás asentimos.

—Por lo pronto tenemos que ir rápido, Norte. Debemos llegar a Arendelle lo más pronto posible— le dije y éste aceleró el paso.

En una hora llegamos al castillo, le avisamos a Elsa que ya teníamos sus poderes pero que debíamos ir con el troll para que nos ayudara a regresar a su cuerpo los poderes.

—Vamos, ¿QUÉ ESTAMOS ESPERANDO?— gritó Anna.

—Tranquila Anna, aún hay tiempo— tranquilizó Elsa.

Hielo oscuro: tu mayor miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora