Confesiones

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❄️Narradora❄️

Elsa y Jack se encontraban hablando en la cocina, mientras Anna estaba sirviéndole sopa a su hermana enferma. Después de eso Anna llevó a Elsa a su habitación para que descansara y tomara el medicamento que el doctor le dio.

Horas antes...

—¿Anna podemos hablar?— preguntó aquella Princesa rubia de ojos verdes.

—Claro. Olaf dile a Kristoff que cuando termine de hablar con Rapunzel, iré a ayudarle— dijo la castaña y nuevamente regresó la vista hacia su prima.

—Bien, ya que estamos solas, tengo que decirte algo que he notado— comenzó a decir Rapunzel muy emocionada.

—¿Y por qué la emoción, prima?— pregunta riendo Anna.

—Verás... he notado que Jack no se quiere separar ni un segundo de Elsa, y ella acepta gustosa. Podría jurar que los ojos de Elsa tienen un brillo especial cuando está junto a él— siguió diciendo emocionada.

—Ahora que lo dices, si, es verdad— afirmó Anna con una sonrisa.

—¿Y si les preguntamos? Claro tú a Elsa y yo a Jack, estoy segura de que aceptará sus sentimientos hacia Elsa y ella hará lo mismo. ¿Podríamos ayudarlos no?— finalizó la rubia con una gran sonrisa.

—Me parece perfecto— asintió demasiadas veces con una sonrisa en su rostro.

Lo que no sabían, era que cierto joven las escuchaba y no podía negar estar celoso de aquel peliblanco. Se formó una sonrisa malévola en su rostro.

Después de la plática...

Luego de que Anna y Elsa estuvieran solas en la habitación de la platinada, la menor comenzó con el interrogatorio.

—Elsa... ¿puede preguntarte algo?— pide Anna con cierta ternura en su voz.

—Claro, sabes que puedes preguntar lo que sea— contestó la Reina mientras se tomaba la medicina.

—He notado ciertas cosas que me hacen dudar sobre tu... ¿amistad? con Jack— empezó a decir.— Quisiera saber si sientes algo por él— finalizó la ojiazul menor.

—Yo...— las palabras no salían de su boca.— Creo que sí, Anna— dijo con una leve sonrisa, lo cual su hermana dio un pequeño salto de felicidad y pegaba un gritillo.

—¡Lo sabía!— exclamó con gran felicidad Anna.— ¿Piensas decírselo?— pregunta seriamente.

—No lo sé, pero muy pronto lo sabrá— respondió Elsa con una gran sonrisa.

—Cambiando de tema, ¿cómo te sientes?— cuestiona la castaña más tranquila.

—Esa medicina hace maravillas, me siento mucho mejor, sólo me duele un poco la cabeza pero ya no siento nada más que eso— al terminar de responder bebió del vaso con agua que había en su buró.

—Excelente, entonces vamos a caminar por el castillo al menos— sugirió Anna y Elsa aceptó.

En el mismo tiempo pero en distinto lugar del castillo, Jack era interrogado por Rapunzel.

—Necesito saber algo Jack— dijo un poco nerviosa.

—¿Que necesitas saber?— pregunta el peliblanco.

—¿Sientes algo por Elsa?— devolvió la pregunta con una sonrisita.

—No te lo voy a negar. Estoy enamorado de ella— confesó con cara de amor.

—¡Que felicidad! No sabes cuanto esperé esto, quería quitarme esa duda— no paraba de decir emocionada ante la confesión de Jack.

—Yo también estoy feliz— admitió con una risa.

Hielo oscuro: tu mayor miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora