Día 1

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Narra Elsa

En toda la noche no pude dormir, pensando en cómo recuperar mis poderes. Ahora más que nunca estoy consiente de que Pitch hará cualquier cosa para destruir a los Guardianes y a mí, no descansará hasta vernos caer.

Llegó el día y, como es de costumbre me desperté primero que Anna para atender las cosas del reino, necesitaría la ayuda de mi hermana más que nunca.

—Anna, despierta, es tarde— dije en voz un poco baja para no asustarla.

—Quiero dormir más, Elsa— se tapó la cara con la almohada y yo se la quité.

—Tienes que levantarte ahora mismo, hay muchas cosas que hacer en Arendelle— la levanté como pude, ya que estaba un poco débil; y se quedó en un tipo de trance viendo sus zapatillas.

—Bajaré en unos minutos, no me esperen para desayunar— avisó y se levantó de la cama para ir al baño.

Salí de su habitación y me dirigí a la de Mérida, supuse que también estaría dormida. Vaya que me sorprendí, no estaba en su habitación.

—Beatriz, ¿has visto a la princesa Mérida?— pregunté a una mucama de unos 40 años.

—Salió a cabalgar, su majestad— respondió.— Me dijo que se lo diera a usted, y cuando terminara al príncipe Hiccup— me entregó un sobre y siguió su camino.

—Muchas gracias— agradecí y fui al comedor.

Abrí el sobre para leer lo que contenía en él.

Si estás leyendo esto, tal vez regresaré mañana, iré a buscar información sobre Elsa quiero ayudar más y aquí encerrada no conseguiré nada. Espero que no vayan a buscarme, ya tengo experiencia en quedarme fuera en el bosque, no me pasará nada, estaré bien.
Sólo quiero que me entiendan, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras Pitch está ahí afuera ideando nuevas formas para destruir a los Guardianes y, capaz a los demás también.

Atentamente:

Mérida

Terminé de leer y no dudé en ir rápidamente con Hiccup para entregarle la carta que dejó Merida, lo bueno que ya los demás estaban en el comedor. Le di la carta a Hiccup y se alteró un poco, pero luego se calmó. Dijo que no la fuéramos a buscar, confía en ella y en sus habilidades para defenderse, pero no bastó para despreocuparme.

Narra Jack

Todos estábamos en el comedor esperando la comida, cuando escuchamos unos pasos corriendo dirigidos hacia aquí, se abrió la puerta y era Elsa, ella le dio un sobre a mi hermano y éste se alarmó pero luego se calmó, después ellos dos se sentaron, Hiccup al lado de Eugene y Kristoff, en cuanto Elsa, al lado de Rapunzel y Hada, en la cabeza del comedor.

—Saldremos a buscar a Pitch— comenzó a hablar Norte.— Necesitamos que la Reina, aquí presente, recupere sus poderes antes de que suceda otra cosa— terminó y todos asentimos.

—¿Puedo ir con ustedes?— pregunta Elsa tímidamente y Norte negó con la cabeza.

—Tienes que quedarte aquí, no podemos dejar que otras cosas te sucedan— respondí por Norte.

—Pero Jack, yo quiero...— la interrumpí.

—Pero nada, Elsa. No saldrás de aquí, no podemos arriesgarnos a que te pase algo malo, y menos en ésta situación— hablé más tranquilo y ella asintió con la mirada triste.

Trajeron el desayuno y todo fue silencioso, nadie dijo ni una palabra hasta que ya habíamos acabado con la comida.

—Es hora de irnos— dijo Norte levantándose de la silla.— Cuídenla— posó su mirada en Hiccup, Eugene, Kristoff y Rapunzel.

—Lo haremos, Norte— respondió con una sonrisa Eugene.

—Vámonos muchachos— pidió Norte y los Guardianes lo seguimos.

Salimos al patio trasero y ahí estaba el trineo de Norte, vi de reojo a Conejo y dio un paso atrás dispuesto a salir corriendo pero Norte lo agarró del hombro y lo volteó. Conejo se resignó y subió con desagrado al trineo, mientras que Norte carcajeaba por su notable triunfo.

Narra Rapunzel

Después de que los Guardianes se fueran, quedamos Kristoff, Hiccup, Eugene, Elsa y yo. Aún no me acostumbro al gran cambio que se dio en Elsa cuando sus poderes le fueron quitados. La vi un momento y ella tenía la vista en sus manos, y decidió hablar.

—Hay que ir con el Abuelo Pabbie— dijo levantando la cabeza.

—Pero Elsa, los Guardianes dijeron que no podi...— Hiccup fue interrumpido por Elsa.

—Más no dijeron de Arendelle, así que iremos— hizo una pausa y siguió.— Por favor, necesito hablar con el Abuelo Pabbie, necesito que me explique todo lo que sucedió con mis poderes y conmigo...— terminó y los demás intercambiamos miradas.

—Está bien, pero iremos todos por si Pitch aparece— dijo rendido Hiccup.

—Iré a cambiarme— avisó Elsa y salió del comedor.

—Es terca— habló Hiccup.

—Viene de familia— dije con una sonrisa.— Ella sólo quiere ayudar, chicos. La única forma de que lo pueda hacer es recuperando sus poderes y nosotros la ayudaremos con eso— finalicé y los chicos asintieron.

—¿Iremos a caballo?— pregunta Eugene.

—Ustedes, yo iré en Chimuelo, pero volando no— contestó Hiccup.

—Yo iré en Sven— respondió Kristoff.

—Está bien. Elsa, Rapunzel y yo iremos en caballo— dijo Eugene.

—Esperemos a Elsa afuera— sugirió Hiccup y asentimos.

—Iré con Elsa, para guiarla hasta allá— avisé y subí hasta la puerta de su habitación. Toqué la puerta y se escuchó un "adelante" de mi adorada prima. Creo que ella no sabe sobre mi cabello mágico, le diré después.— Los chicos nos esperan afuera, iremos a caballo— informé y Elsa asintió, se levantó de la cama y llevaba un vestido como los que solía usar mi tía Iduna, aún recuerdo eso.

Elsa y su familia venían cada verano de visita al reino de Corona, hasta que algo sucedió que ya no vinieron más.

—Está bien, Rapunzel. Llevaré botines por si hay que escapar de algo— dijo mientras me tomó del brazo para irnos.

Narra Hiccup

Estábamos afuera esperando a las chicas para irnos, ya teníamos todo para salir.

—Hiccup, una pregunta— habló Kristoff y yo volteé.— ¿Cómo hiciste para que un dragón fuera tu amigo?— pregunta viendo a Chimuelo.

—Ni yo lo sé, sólo que fue un accidente y de ahí surgió nuestra amistad— respondí.

—Vámonos, chicos— escuché hablar a Elsa.

—Está bien, vamos— dijo Eugene y ellos subieron a los caballos, Kristoff al reno y yo a Chimuelo.

—¿No volarás?— pregunta Elsa y yo niego con la cabeza.— Llegaremos en una hora aproximadamente— informó para luego cabalgar en dirección al bosque.

Y justo como dijo Elsa, tardamos poco más de una hora en llegar con los trolls, el Abuelo Pabbie le explicó todo a Elsa y no le quedó de otra que aceptar, regresamos al castillo antes que los Guardianes. Llegó la noche y Elsa ya estaba en su habitación, los Guardianes llegaron y nos dijeron a los demás que no había rastro de Pitch, mañana seguirían buscándolo.

Mientras que aún no llegaba Mérida y en todo el día no vi a Anna; Jack dijo que vigilaría todo Arendelle en la noche, nos pareció buena idea.

No se dieron cuenta de que fuimos con los trolls, pero algún día lo sabrán, me fui a dormir a mi habitación y al pasar por la puerta de Elsa vi algo que me asustó demasiado y no dudé ni un segundo en ir a decirle a Norte o a algún otro Guardián.

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Hielo oscuro: tu mayor miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora