Una despedida dolorosa

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❄️Narradora❄️

El caos en Arendelle era demasiado, Elsa no sabía que hacer, y las situaciones "naturales" no ayudaban, aunque el fuego no hacía muchos daños, una fuerte lluvia se hacía presente.

—¡Elsa, algo está pasando en el Fiordo!— gritó Anna desde lejos.

—Qué fue lo qué pasó— se preguntó así misma de forma retórica.

—Iré a buscar a los demás— Bian se fue volando hacia los alrededores del reino, y encontró a los Guardianes inconscientes en el suelo.

Mientras la ojiverde trataba de levantarlos, escuchó pisadas delante suya.

—Pero qué... no importa— su atención la captó el enorme mono de nieve, Malvavisco.

—Mi Reina...— decía mientras iba hacia Arendelle.

Mientras que Elsa ayudaba a todos a ir a un lugar seguro, el viento estaba muy fuerte, y de la nada el fuego se extinguió.

Una nube negra apareció en el cielo, no era una nube cargada de agua, era Pitch Black.

—Veo que tienen graves problemas— decía en risas mientras observaba todo desde lejos.

—Intentarás hacer otra cosa, ¿no es así?— pregunta Elsa de manera molesta.

—Ya lo hice, ahora sólo quedas tú, y los inútiles que no se pueden cuidar solos— cada vez llegando más al suelo.

Se escuchaban pisadas al fondo, Malvavisco había llegado, y corrió al ver a Pitch, eso le dio tiempo a Elsa para buscar a los demás.

Miraba hacia todos lados, y alcanzó a ver a Bian que trataba de levantar a Conejo, mientras se acercaba a ella otros pasos se le unían, Rapunzel esta junto a ella y se ofreció a curarlos.

—¿Dónde está Jack?— pensó Elsa.

— Reina, Pitch nos atacó, nos dejó inconscientes a los 4— explicó Norte.

—Vámonos, no tenemos mucho tiempo— Bian los apuró.

Al volver, el peliblanco estaba peleando con Pitch, pero sus pesadillas eran demasiadas y comenzaron a atacarlo todas juntas.

—De Pitch me encargo yo— dijo Bian para luego volar rápidamente hacia su objetivo.

El viento no dejaba de azotar a Arendelle, y el agua del Fiordo cada vez era menos impredecible, lo único que le quedaba a Elsa era congelarlo.

Elsa se acercó al Fiordo y con sus pies lo congeló todo, y mientras lo hacía, un caballo se le acercó, pero no era una pesadilla; y la observó unos segundos y desapareció.

—¿Creen que podrán protegerla? Ya murió una vez, morirá de nuevo— sus palabras hacían que una furia dentro de Bian creciera.

Todos llegaron donde estaba Elsa y la llevaron hacia la entrada del castillo.

—¿Estás bien?— preguntaba Hiccup cada dos segundos.

—Ya dije mil veces que sí, tranquilo— respondía ella amablemente.

—Chimuelo y yo iremos por los aires, tenemos más posibilidades desde arriba— dicho eso volaron y lucharon con muchas pesadillas que había alrededor.

Después de eso, pesadillas llegaron donde estaban todos, y nos les quedó de otra más que deshacerse de ellas todos juntos.

—Iré por Pitch, no dejaré que le haga daño a nadie— la platinada corrió hacia donde estaba él.

Elsa corrió hasta llegar a Pitch, y Jack estaba exhausto y Bian seguía luchando con él a muerte.

—No pudiste salvarla cuando tenías tus poderes insignificantes, ahora menos no lo harás — hablaba y hablaba, Bian sólo lo atacaba, pero en el fondo le lastimaba todo lo que había dicho, porque sabía que era verdad.

Hielo oscuro: tu mayor miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora