Hielo oscuro: tu mayor miedo

¡Ya no te soporto!

Narra Elsa

Jack se acababa de ir de mi habitación, me tranquilicé un poco con su presencia, pero eso no quiere decir que me caiga bien del todo. Me cambié y me dispuse a dormir, esa noche no había tenido pesadillas, tal vez no me encontraron.

—Elsa— dijeron tocando la puerta pero no pude distinguir su voz.

—Mm, ¿si?— contesté adormilada.

—Ya está el desayuno por si quieres bajar— pude escuchar un poco mejor que era Hada.

—Claro, bajo enseguida— dije bostezando.

Se escucharon los aleteos de Hada alejarse y salí de la cama para ponerme el vestido de ayer.
Bajé y ahí estaban casi todos excepto Meme, me senté en un lugar disponible, al lado de Jack. Wii que divertido; pensé.

—Entiendo que te encante mi presencia, Reina— dijo Jack con una sonrisa.

—¿Cómo va todo para navidad?— ignoré a Jack por completo.

—Pues va muy bien, si seguimos así, en un mes acabaremos— me contestó Norte muy amable, mientras veía reír a Conejo por mi actitud con Jack.

Pasó una semana así, Jack haciendo cosas sin sentido, no he tenido pesadillas y recibo cartas de Anna.

—Elsa, ¿estás bien?— me pregunta Jack, entrando por mi ventana. Odio cuando hace eso.

—Vete, no quiero ver a nadie— contesté enojada.

—Bien, pero antes...— se quedó diciendo y me lanzó una bola de nieve en la espalda.

—¡Jack!— grité harta de él.— ¡Ven aquí!— le ordené que viniera.

Mientras él salía por la ventana y yo fui corriendo hasta él para aventarle una bola de nieve más grande pero la esquivó.

Salí de mi cuarto y bajé las escaleras del taller de Norte, casi corriendo hasta que topé con Conejo.

—¿Sucede algo, Elsa?— cuestiona Conejo sorprendido.

—¡Si! ¡Sucede Jack!— al parecer lo invoqué porque entró por una ventana abierta.

—¿Alguien me llamó?— pregunta Jack con una sonrisa juguetona.

—Eres un idiota Jack Frost, ¿no tienes otra cosa que hacer? Vete de aquí, no te necesito— grité haciendo que Norte saliera de su oficina.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tantos gritos?— pregunta Norte con cierto tono de desesperación.

—Es Jack, ¡no deja de fastidiarme! Apenas llevo una semana aquí ¡UNA! y ya me quiero ir por culpa de éste mocoso inmaduro y prepotente— confesé furiosa.

—Yo no te hice nada, tú eres una amargada que no sabe divertirse— dijo Jack en su defensa.

—Ya chicos, ¿qué estás haciendo Jack?— cuestiona Norte volteando a ver a Jack con cierto enojo.

—Trato de animarla y así es como me lo paga, enojándose y gritando como loca histérica— contestó Jack cruzando los brazos.

—¡Mentira! No tratas de animarme, me haces la vida estresante, simplemente ¡Ya no te soporto!— le grité a Jack y se quedó serio, me di la vuelta y subí las escaleras lo más rápido que pude. Cerré la puerta y la ventana para que Jack no viniera a molestar.
Me cae mal, muy mal.

Narra Jack

Después de la discusión que tuve con Elsa enfrente de Norte y Conejo, ella se fue a encerrar a su habitación.