El castillo de hielo

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Narra Norte

Después de que Jack saliera volando en dirección al castillo de hielo, les dije a los muchachos que se prepararan para salir. Obviamente no les iba a dar tiempo de preparación, así que chiflé y mi trineo apareció.

—Vámonos— ordené y los muchachos subieron.— ¡Abróchense!— grité y jalé las riendas y despegamos.

—¡Norte! ¡No hay cinturones!— gritó la princesa Mérida.

—¡Ja! ¡Es sólo una expresión!— dije y reí a carcajadas por los gritos de los muchachos.

Le pedí a la princesa Anna que me dijera por dónde estaba el castillo de hielo, una vez que me dijo por dónde era el camino, tiré de las riendas y avanzamos más rápido.

—Voy a vomitar— aseguró Conejo mientras se asomaba por el borde del trineo.

—Tranquilo Conejo, ya casi llegamos al castillo de mi hermana, ¡no hay de qué preocuparse!— animó la princesa Anna tomando del hombro a mi amigo peludo.

—No creo poder aguantar... más tiempo necesito bajarme de ésta cosa ¡Ya!— dijo Conejo. ¡Que exagerado es!

—¿Por qué son así de nerviosos los conejos?-— pregunté viéndolo y con una sonrisa.

—¿Por qué eres tan obstinado?— devuelve la pregunta.

—Silencio señores, tensan el momento— pidió Anna.

—Está bien— dijo rendido Conejo.

Narra Jack

Después de unos minutos volando, encontré la Montaña del Norte, realmente es grande, enorme diría yo. Di la vuelta como dijo Anna y ahí estaba, el castillo de hielo que construyó Elsa con sus poderes. Es una belleza, pero no es tiempo para admirar, tengo que entrar.

Observé el castillo para ver si había otra entrada aparte de la puerta, y efectivamente, arriba hay un balcón por el que podía entrar fácilmente, no dudé y volé hasta ese balcón. No había nadie, al menos ahí.

Abrí las puertas y ahí estaban Elsa y Tadashi, ella estaba de pie dando la espalda a Tadashi, él estaba sentado en el piso de hielo observando lo que hacía Elsa, estaba haciendo movimientos con las manos y salía escarcha de éstas.

—Jack, ¿qué haces aquí?— pregunta Elsa al verme en la entrada del balcón.

—¿Por qué vinieron aquí?— devolví la pregunta y dejó de crear nieve.— Pitch está devuelta y tú sales sola, bastante lejos de Arendelle, no puedes salir de Arendelle, Elsa— agregué un poco enojado.

—En primer lugar, no vine sola— dijo con el mismo tono que usé.

—Es como si estuvieras sola, Elsa. Tadashi no tiene ni idea de lo que Pitch puede ser capaz— alcé la voz y ella me lanzó una mirada de enojo.

—Oh... pero que tiernos se ven peleando, son dos copos de nieve tan distintos pero tan iguales. Frost deja que la Reina vaya a donde ella quiera, no le pasará nada, al menos no por su cuenta— habló Pitch apareciendo entre las sombras.

—Vete Pitch, hoy no lograrás nada— dije apuntándole con mi cayado.

—No intentes hacerte el héroe, Jack. No te queda— dijo Pitch con un tono irritado.

—Jamás podrás vencernos, es mejor que dejes esto y te rindas de una vez— agregué con la voz ronca.

—Déjame pensarlo... ¡No!— gritó y el castillo tembló.— Es mi momento de vencer— terminó y salieron pesadillas de las paredes.

Hielo oscuro: tu mayor miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora