Hielo oscuro: tu mayor miedo

¿Que viste qué?

Narra Jack

Estábamos todos juntos en un salón del taller de Norte, hablando sobre cómo destruiríamos a Pitch y sus pesadillas.

Después de un rato se escucha algo entrar desde el túnel que usa Norte para su trineo, salimos rápidamente del salón y llegamos hasta el centro del taller, nos pusimos en guardia y el ruido cada vez se hacía más fuerte.

Cuando el ruido estaba a unos metros, enseguida dejó ver un dragón negro con un jinete.

—¿¡Hiccup!?— pregunta asombrada Elsa.
El dragón aterrizó y dejó ver a mi hermano.

—Tengo que decirles algo, si no fuera muy importante no vendría hasta aquí personalmente— decía Hiccup mientras bajaba de su dragón.

—Entonces dilo por favor, Hiccup— pidió Elsa.

—En la tarde estaba volando con Chimuelo, y vi a un hombre de negro, entonces bajé silenciosamente y escuché su plática, ¡con un caballo! Ese caballo era totalmente negro y con ojos amarillos.— Dijo eso e intercambiamos miradas los Guardianes y yo— escuché atentamente lo que ese hombre decía, "traeremos a la Reina para que lastime a su hermana y desate su mayor miedo", él estaba hablando de ti Elsa...— tomó aire y continuó.— Lo supe porque... cuando ese caballo desapareció en el suelo, él gritó su nombre "Pitch Black"— finalizó mi hermano y pude notar el miedo que sentía Elsa.

—Entonces tenemos que tener mucha más precaución— protestó Norte y todos asentimos.

—¿Por qué quiere que lastime a Anna?— preguntó Elsa viendo sus manos.

—Por tu miedo— contestó Hiccup.

—Necesito ver a Anna— dijo Elsa con tono firme.

Narra Mérida

Cuando el caballo desapareció corrí hacia Anna y volteé hacia la dirección en la que había salido ese caballo, tomé la mano de Anna y corrí hasta mi habitación.

—¿Qué estás haciendo?— pregunta Anna mientras la llevaba corriendo por todo el pasillo.

—Shh— chiteé y llegamos a mi habitación, prendí la luz y la senté en la cama.

—¿Ya me vas a decir?— pregunta Anna con los brazos cruzados.

—Viuncaballonegroenelpasillo- dije rápidamente y nerviosa.

—¿Que viste qué?— cuestionó Anna confusa.

—Vi... ¡un caballo negro! En el pasillo— respondí ya más tranquila.

—¿Un caballo?— nuevamente pregunta ella.

—Si, Anna, un caballo, salió de tu habitación, me asusté mucho pero lo mas raro es... que ese caballo desapareció en las sombras— contesté y Anna abrió los ojos.

—Elsa...— susurró Anna pero fue audible.— Necesito ver a Elsa— dijo Anna con lágrimas amenazantes de salir.

—Veremos que podemos hacer mañana— traté de tranquilizarla.

—¿Puedo dormir aquí contigo?— pregunta Anna con voz quebrada.

—Claro que si— me levanté de la cama para ir al armario.— Ten, si quieres usa esto— le extendí una pijama y ella la tomó con una sonrisa.

—Muchas gracias, Mérida— dijo Anna sin quitar la sonrisa y se fue al baño de la habitación.

Después de que Anna saliera del baño ya cambiada, me cambié yo y nos quedamos profundamente dormidas en mi cama.