Narra Norte
Los Guardianes y yo estábamos cuidando el castillo, yo estaba en la sala porque venía del patio trasero. Me senté en uno de los sillones, frustrado, con mis dedos índices hice movimientos circulares en mi sien. Escuché que alguien venía bajando las escaleras corriendo y me giré en esa dirección.
—¿Príncipe Hiccup? Creí que ya se había dormido— hablé al verlo bajar tan rápido como si tuviera diarrea.
—Eso... venía... a decirte— dijo pausadamente debido a lo agitado que estaba.
—¿Sucede algo?— pregunté.
—Tienes que ver esto— me jaló un poco y subió las escaleras hasta guiarme enfrente de la habitación de la Reina. Intercambiamos miradas y le dije un simple "mañana hablamos de esto". Él se fue a descansar y yo regresé a mi puesto de vigilancia.
A primera hora los muchachos y yo salimos en busca de Pitch, ya que el día anterior no encontramos ni una sola pista de dónde podría estar. Fuimos a la Montaña del Norte para inspeccionar el castillo que la Reina construyó hace casi un año. Nos adentramos en él y recorrimos cada rincón del lugar.
—No hay nada— informó Conejo y Jack bajó la mirada.
—Tiene que haber algo que nos dé información sobre Pitch— dije un poco frustrado.
—Miren, es arena negra— decía Hada mientras señalaba una parte del suelo.
—Lleva un camino si lo ven detalladamente, ¡hay que seguirlo!— gritó Jack volando y siguiendo la arena negra.
Narra Elsa
A la hora del desayuno no estaban los Guardianes, ni siquiera me di cuenta que se fueron. Estaba caminando por los pasillos del castillo y siento un dolor en mi corazón que me hace doblarme hasta tocar el piso, necesito frío.
Corrí hasta llegar a una habitación que Jack había congelado para que yo estuviera ahí para mantenerme fría. Llegué y cuando sentí el frío, el dolor se fue calmando, en serio necesito mis poderes.
Después de una hora salí de la habitación, topé con Rapunzel y me tomó de los antebrazos.
—¿Te sientes bien?— preguntó al ver mi estado.
—Me duele el corazón, me hacen falta mis poderes, los necesito para vivir— contesté con una mano en mi pecho.
—Estarás bien, Elsa. Estoy segura que los Guardianes encontrarán a Pitch— dijo Rapunzel con una sonrisa que me hace, de algún modo sentirme segura.
—Yo igual estoy segura— aseguré y ella al parecer quería decirme algo.
—Tenemos que hablar— habló y me hizo preocuparme.
—Sígueme— di la vuelta y la dirigí a mi oficina.— Listo aquí podemos hablar— la invité a sentarse y lo hizo.
—Es un tema, un poco loco, pero es necesario que lo sepas por si en algún caso se ofrece— comenzó a hablar.— Tiene que ver con mi cabello... es mágico— terminó y yo me sorprendí.
—¿Qué? ¿Cómo? ¿Que hace?— pregunté rápidamente y Rapunzel rió.
—Mi cabello es mágico, cura enfermedades y cortadas, brilla cuando canto— contestó viéndome esperando una respuesta.
—¿Puedes cantar algo?— pregunté con la curiosidad de verlo.
—Está bien...— pausó y comenzó a cantar.— Flor que da fulgor— su cabello empezó a irradiar luz.— Con tu brillo fiel, vuelve el tiempo atrás, volviendo a lo que fue... a lo que fue— terminó de cantar y la luz se fue apagando poco a poco.
—Eso... es... ¡Increíble!— grité y Rapunzel soltó una risita.
—Gracias— respondió un poco tímida.
—Gracias a ti, por mostrarme esto— agradecí y ella sonrió.
—Vamos a caminar al pueblo, estoy aburrida— sugirió y yo acepté.
Fuimos en un recorrido por el castillo cuando nos chocamos con Anna, la invitamos y aceptó. Fuimos por todo el pueblo de Arendelle, duramos 5 horas en el paseo y cuando llegamos al castillo eran las 6 de la tarde.
Comimos y yo me fui a la habitación congelada, me sentía terriblemente mal, no le quise decir nada a Anna y Rapunzel.
Después de unas dos horas que pasé en esa habitación me salí, realmente no sé que hace el collar que el abuelo Pabbie me dio, fui a la cocina para prepararme un sándwich, no había comido nada en horas, me sorprendió que nadie estuviera abajo o al menos en el castillo porque se escuchaba todo en silencio.Ya en la cocina, me hice el sándwich y lo devoré, me hice otro y cuando lo estaba comiendo, sentí como si alguien me observara, volteé. No había nadie. Se apagaron las luces y me hice para atrás, choqué con la mesa y se cayó un vaso de vidrio y el sonido al quebrarse se escuchó por toda la cocina.
—Siento tu miedo— habló esa voz tan conocida para mí.— Tienes miedo. Los Guardianes no están aquí para protegerte. Estás sola aquí en el castillo. Por eso he venido. Quería ver cómo se encontraba la Reina de Arendelle sin sus poderes— apareció a unos metros de mí.
—Vete— hablé con voz firme pero temblorosa.
Rió estruendosamente.— Tú no me vas a decir que hacer, todos piensan que te sucedió algo, fueron a buscarte— me asusté, ¿cómo creen eso?
—¿Qué hiciste?— pregunté aterrada.
—Lo más importante, Elsa, es qué hiciste tú— respondió y unas pesadillas salieron detrás de él.
Estaba dispuesta a correr, no me detendría por nada del mundo, tenía que encontrar a alguien, aún sigo con la duda, ¿qué pasó?
Corrí hacia la puerta, escuché que las pesadillas aún no se movían. Salí del castillo y me dirigí al puente para irme a La montaña del Norte, o quizá a otro lugar más cercano y seguro.
Escuché los galopes de las pesadillas, corrí más rápido ¡lo tengo! Iría con el Abuelo Pabbie, espero que me pueda ayudar.
Narra Jack
Los chicos dijeron que Elsa no estaba en el castillo, la buscaron por todos lados y no estaba. Nos dedicamos a buscar a Elsa, yo me fui por los aires así tendríamos más visión. Recorrí casi todo el bosque y no había nada. Bajé para revisar que no estuviera allí y, definitivamente no estaba en ese lugar.
A lo lejos vi cómo una luz resplandecía y no dudé en acercarme para ver de qué se trataba. Y ahí estaba, una hermosa castaña de ojos azules, que corrió hacia mí para darme un abrazo.
—¿Qué haces aquí?— pregunté preocupado.
—Acabo de salir del castillo, nunca me fui de ahí, hasta hace unos minutos— respondió.
—Pero los chicos dijeron que no estabas ahí— digo y ella se queda pensando.
—Jack... yo siempre estuve ahí— dijo ella con voz baja.
—Chicos, ella se empieza a debilitar más— habló el Abuelo Pabbie.— Tiene que recuperar sus poderes antes de 24 horas— informó y nosotros asentimos y salimos de ahí, volando claro.
Buscamos a los demás y los encontramos todos juntos, eso fue bueno, algunos estaban sentados, entre ellos Anna y Mérida, no había visto a Mérida en dos días; y de pie los demás. Anna al ver a Elsa se levantó y corrió para abrazar a su hermana.
—¿Dónde estabas?— pregunta Anna angustiada.
—Chicos... yo nunca salí del castillo— dijo y todos intercambiaron miradas.— Acabo de salir porque Pitch estaba ahí y me dirigí con los trolls— yo volteé a ver a Elsa.
—Iremos a casa, Jack tu cuidarás a la Reina— ordenó Norte y yo acepté.
Nos fuimos a Arendelle y como dijo Norte, yo cuidé a Elsa toda la noche.
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Hielo oscuro: tu mayor miedo
FanfictionLa Reina de Arendelle, Elsa. Una joven Reina que daría todo por su pueblo y sobre todo por su hermana menor. Tras una amenaza que se avecina para la platinada, los Guardianes y otros príncipes la ayudarán contra Pitch, un malvado ser que busca elim...