"The sugar in my coffee" [Min Yoongi]

06. No sabía que ser guapa fuese una enfermedad contagiosa

Al pasar por la puerta de la agencia a las siete de la mañana veo que va a ser un día ajetreado. Los chicos tienen ensayos de sus coreografías de ocho a dos del mediodía. De dos a tres hay un pequeño descanso para comer y recargar pilas. De tres a cinco tienen sesiones de fotos y de cinco a una hora indefinida más ensayos. No entiendo por qué tengo que estar aquí, pero igualmente voy al despacho de mi jefe tal y como él me dijo.

-Buenos días -digo con una reverencia al entrar.

-Buenos días, ¿traes la cámara? -asiento y él sonríe -Perfecto. Ahora vamos a hablar de lo que tienes que hacer.

Me siento delante de él y asiento lentamente. Básicamente me dice que tengo que grabar cosas que hagan ligeramente publicidad de los chicos y su nuevo disco que está a punto de salir. Estoy a punto de protestar pero me callo cuando me dice que me acaba de asignar un despacho con un ordenador para que pueda editar los vídeos. Salgo del despacho con él y vamos al ascensor. Mientras esperamos y él habla por su teléfono probablemente de algún tema de negocios, llegan los siete chicos a coger el ascensor también.

-Buenos días -saludo a todos en general. Pienso que no me van a contestar porque están dormidos, pero todos saludan.

-¿Qué haces aquí? Tenemos ensayos toda la mañana -pregunta Taehyung, que está más guapo que nunca con una bandana apartándole el flequillo.

-Supongo que para dar apoyo moral -me encojo de hombros y Taehyung y J-Hope se ríen.

Las puertas del ascensor se abren y pasamos todos. Lo que pasa es que somos nueve personas en un ascensor que es apenas de seis. Nos vemos obligados a apretujarnos los unos con los otros. Estoy con la espalda pegada al pecho de Namjoon y mi pecho a la espalda de Jungkook. A mis dos lados tengo a Suga, que deja toda la distancia que puede entre nosotros, y Jimin. Estos dos últimos no son tan altos como Namjoon y Jungkook, que me están haciendo la del sandwich, pero aún así me pongo roja. Estoy tocando demasiadas partes de sus cuerpos. El ascensor se para y se sube más gente así que yo me veo obligada a pegarme a Suga, que es el que parece tener más espacio a su alrededor. Me mira por encima del hombro, con una ligera mueca de asco, y yo pongo los ojos en blanco.

-Pareces una monja de clausura, hijo.

-No quiero que me contagies la enfermedad que tengas.

-No sabía que ser guapa fuese una enfermedad contagiosa. Deberías acercarte más a mí, así puedo pegarte algo.

Me cruzo de brazos con una sonrisa e ignoro las miradas venenosas del pelinegro. Parece que tiene bipolaridad. Me alejo y me veo obligada a pegarme a Taehyung, que se pone rojo al instante. Ese pequeño rubor en sus mejillas me resulta muy adorable, y no puedo evitar soltar una carcajada.

Unos segundos después el ascensor por fin se para en la última planta y nos bajamos todos. Creo que es el ascensor más lento al que me he subido en toda mi vida. Todos los chicos se van y se despiden de mí menos Taehyung, que corre literalmente hacia la sala de ensayos, y Suga que solo me mira. Yo sigo al jefe por el pasillo contrario y me ordena abrir la última puerta de este. Dentro hay una mesa con un ordenador enorme, un sofá, y varios pósters de los chicos colgados de las paredes.

-Aquí puedes editar tus vídeos.

-¿Le dáis uno de estos a todas vuestras maquilladoras? -le miro con los brazos cruzados.

-Tampoco nos sobran los estudios. Esto es para que grabes tus vídeos y edites, pero como ya hemos hablado antes...

-Tengo que hacer publicidad. Lo sé, lo he pillado.