08. Holly

3.5K 277 34
                                    

Paso todo el fin de semana con Sokja, reforzando lazos de compañeras de piso. Básicamente me cuenta todas sus movidas de instituto y yo le cuento mis experiencias pasadas. A pesar de que haya más o menos cuatro años de diferencia, nos llevamos muy bien. También me cuenta que está enfadada con sus padres y no piensa volver a casa, a pesar de que yo intente convencerla.

Es lunes y me levanto a las cinco para salir a pasear a Tequila, que no para de arañar el suelo con impaciencia. Como Sokja vea eso puede que me eche a patadas del piso. Me calzo unos playeros de deporte y salgo bajando por las escaleras. Nunca suelo salir en leggins por la calle, pero como es pronto y no hay nadie en la calle hago la excepción. No puedo evitar sentirme incómoda al pensar que un deprabado pueda estar mirándome.

Voy al parque de siempre solo que esta vez cuando suelto a Tequila no le quito ojo de encima. Me pongo a dar pequeños saltitos en el sitio para entrar en calor. Estoy concentrada en hacer eso y vigilar a Tequila, cuando veo que este sale corriendo hacia mí. Me ignora y sigue corriendo hacia algo que se encuentra a mis espaldas. Me giro sin pensarlo y veo a Suga caminando con aires de divo en mi dirección. Tequila se lanza hacia él, que se agacha al instante para acariciarle la cabeza. Lleva una cazadora negra, una camiseta negra debajo y unos vaqueros negros rotos por la rodilla. Lo único de distinto color esa la mascarilla que lleva en la barbilla que es de color blanco. Me acerco a él y le observo desde arriba, sintiéndome poderosa.

-Otra vez nos encontramos aquí. ¿Qué tal tu fin de semana? -pregunto con interés. Me gustaría volver a escuchar esa canción que escuché el viernes.

-Como cualquier día -ni siquiera me mira. Su atención está puesta en Tequila.

Unos segundos después se levanta y yo le doy la correa, que rápidamente le pone al perro. Sé que le hace ilusión pasearlo, aunque no muestra ninguna emoción. Yo hablo de cosas que se me ocurren y él me escucha sin hablar, así que decido preguntarle algo y que no haya un monólogo.

-¿Tienes perro? -asiente y yo levanto las cejas, sorprendida -¿Ah, sí? ¿Y cómo se llama?

-Holly -no puede evitar ocultar algo de emoción en su tono de voz, y sus ojos se iluminan.

-¡Qué mono! ¿Puedo ver una foto? -niega con la cabeza y yo abro la boca con sorpresa -¿Cómo que no? ¡Enséñame una foto!

-No, no cualquiera puede ver a mi perro.

-¡Tú estás viendo al mío! Y no solo le estás viendo, estás paseándole. Tienes suerte de que ponga la vida de mi perro en tus enclenques manos -protesto con indignación -¡No es justo! Lo justo sería que me enseñases, por lo menos, una foto de Holly.

-Pareces una niña pequeña -dice mirándome de reojo -Y una escandalosa. No voy a enseñarte una foto de Holly.

-¡Pues devuélveme a mi perro!

Niega con la cabeza y yo intento coger la correa, pero me esquiva y tropiezo con mis propios pies. Me pongo delante de él, impidiéndole seguir caminando, y pongo mi mejor cara de tía chunga. Por supuesto no se siente intimidado por mí, incluso puedo ver algo de diversión en su mirada.

-Tienes todas las de perder -le advierto, señalándole con mi dedo índice -Puedo tener poca fuerza, pero a cabezona no me gana nadie.

-¿Me lo dices o me lo cuentas?

No me está tomando en serio. Intento arrebatarle la correa una última vez, en vano, para ponerme a caminar a su lado. Unos segundos después, cuando parece convencido de que me he rendido, rodeo el brazo con el que lleva la correa y me dejo caer al suelo. Suelta un leve quejido y me pregunta si estoy mal de la cabeza. Camina un par de pasos, arrastrándome a mí y a Tequila, hasta que finalmente se rinde y suelta la correa.

"The sugar in my coffee" [Min Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora