"The sugar in my coffee" [Min Yoongi]

38. No me sorprendería que yo le gustase. Solo mírame.

He pedido a Jun toda la semana libre con la excusa de que estoy mala. No puedo ir a la agencia y ver a Verónica sabiendo lo que hizo, pero ahora que vuelve a ser lunes tengo que volver a la realidad y supervisar que no la hayan liado parda con la coreografía. Echo de menos hablar con Suga, por eso mientras voy a la agencia decido llamarle.

-¿Hola? -oigo su voz después de tres intentos fallidos -¿Ya estás en Corea?

-No. Pensaba que esto iba a acabarse pronto pero parece que no -contesto, haciéndole chasquear la lengua.

-No podías llamarme hasta que estuvieses en Corea. Acabas de romper tu promesa -me recuerda, después de carcajearse sarcásticamente -Si hubiese sido yo, ¿qué habrías hecho?

-Te habría colgado -admito, entre risas.

-Entonces me echas de menos, ¿verdad? -pregunta, e intuyo que está sonriendo.

-¡No! -protesto, con un puchero -Solo quería molestarte como en los viejos tiempos.

-Diciendo eso solo te mientes a ti misma, Odette.

Pongo los ojos en blanco aunque no pueda verme. Veo a lo lejos la agencia y hago un puchero -Escucha, tengo que colgar.

-¿Me llamas solo para esto? -protesta, a lo que yo suelto un bufido haciéndome la ofendida -Vale, te escucho.

-Lo primero: como me entere de que no estás comiendo, pagarás las consecuencias. Segundo: vi que subiste a twitter una foto de Holly, así que espero que esté bien y le des de comer el mejor pienso. Tercero: dile a los chicos que no se exijan demasiado. Y cuarto: en serio, cuídate.

-Gracias, supongo -suelta un par de suspiros y finalmente chasquea la lengua -Tú... No te vuelvas muy loca.

-Ya lo estoy. Por ti.

Suelto una enorme carcajada y él me echa en cara que no puede hablar en serio conmigo y me cuelga después de refunfuñar unos segundos más. Me guardo el móvil con una sonrisa, que borro cuando entro en la agencia. Aunque lleve mascarilla, gafas y gorro como siempre, lo hago por inercia. Tengo que ir a la sala de ensayos y no cometo el mismo error de siempre de ir en ascensor, subo por las escaleras.

Desafortunadamente, cuando llego ya están los chicos pero no hay ni rastro del coreógrafo. No podemos empezar sin él. Sus siete pares de ojos me siguen desde que hago una leve inclinación de cabeza hasta que me siento alejada en una silla y empiezo a mirar mi móvil para matar el rato. Estoy convencida de que nadie va a molestarme, pero oigo unos pasos acercándose a mí. Levanto la mirada, derrotada, y me encuentro a Taehyung. Ya estoy harta de ver todo diez veces más oscuro por las gafas de sol.

-Hola -levanto una mano perezosamente a modo de saludo -¿No vas a hablar? -niego con la cabeza, y él se sienta en una silla delante de mí con un puchero -Tenías una voz bonita, la otra vez que hablaste -frunzo el ceño, incrédula -¡Sí! Dijiste: I don't speak korean. Mentiste, por cierto -me encojo de hombros, con desinterés -¿Por qué no quieres hablar? -suelto un bufido, a lo que él levanta las manos sintiéndose atacado -Vale, ya dejo el tema. ¿Pero no tienes calor con todo eso puesto? -niego con la cabeza, molesta y conmovida a la vez por sus intentos de entablar conversación conmigo.

-Ah, déjala ya -interviene Jimin, que se acerca a nosotros -No seas pesado.

-¡No soy pesado! -protesta, alzando la voz. Después me mira -¿Verdad?

Me encojo de hombros y Jimin se ríe escandalosamente. Taehyung abre la boca para seguir discutiendo pero el coreógrafo entra y nos vemos obligados a ponernos manos a la obra. Como es habitual ellos se encargan de practicar una y otra vez mientras yo me limito a observar con atención desde la comodidad de mi silla. El coreógrafo me consulta algunas dudas de vez en cuando pero no intervengo mucho por voluntad propia.