El sábado me despierto por el ruido de Sokja en la cocina. Me levanto de la cama, preparada para echarle la bronca del siglo. Hoy me espera un día intenso en la escuela de arte, y tengo que descansar lo máximo posible.
-¿A qué viene este escándalo? -pregunto, en cuanto entro en la cocina.
Me encuentro a Sokja batiendo una masa con unas varillas de forma agresiva, como descargando su ira en ella. En cuanto me ve, deja el bol encima de la encimera y se acerca a mí con los ojos llenos de lágrimas.
-Odette... -me coge las dos manos con las suyas y se arrodilla, sin dejar de soltar pequeños hipidos -No puedo soportar más este sufrimiento.
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien? -la levanto del suelo y pongo mis manos encima de sus hombros -Sokja, respóndeme.
-Tengo un problema enorme, y necesito tu ayuda... Prométeme que sea lo que sea me ayudarás.
-Bueno... -pienso que nada puede ir a peor, así que acabo asintiendo -De acuerdo, dispara.
Una hora después estoy yendo al trabajo, sin maquillarme y sin peinarme, más cabreada que en toda mi vida. Sokja me ha convencido para llevar a cabo su malévolo plan para conseguir que Jungkook se fije en ella. Por lo menos gano bastante: no tener que hacer la compra en cuatro meses y que ella haga la comida durante dos meses. Merece la pena.
Entro en la agencia y cierro la puerta con fuerza, pero sin llegar a dar un portazo. Doy un golpe en el botón para llamar al ascensor y me desespero cuando tarda más de dos segundos en llegar.
-Maldita loca -doy una patada a las puertas del ascensor -Debería irse a un psiquiátrico.
Por fin el ascensor se abre y en todo lo rápido que puedo, para pulsar el botón del último piso con fuerza, hasta casi romperlo. Vuelve a pararse en un piso que no es el mío y entran todos los chicos. Piso el suelo con impaciencia y vuelvo a pulsar repetidas veces el botón.
-¿Qué haces aquí? -pregunta Jimin.
-Pasar el rato, venir a jugar al parchís con la puta pared. Ya sabes, lo de siempre.
Le fulmino con la mirada sin poder evitarlo, aunque sé que él no tiene culpa de nada. Me pongo justo delante de las puertas del ascensor. Nadie dice nada, seguro que están confundidos por mis cambios de actitud.
-Parece que alguien se ha levantado con el pie izquierdo -murmura Suga, lo suficientemente alto como para que todos le oigamos.
-Como tú el 99% de los días -contraataco, sin siquiera girarme.
Veo por el reflejo de las puertas las miradas que se lanzan entre ellos, probablemente pensando que estoy loca. Corro hacia mi despacho en cuanto las puertas se abren, sin despedirme de los chicos, y espero sentada a que Sokja venga de forma "casual" a traerme mi cámara. Sí, su brillante plan es traerme mi cámara que he dejado accidentalmente olvidada en casa y preguntar a Jungkook dónde está mi despacho. Lo peor de todo es que es un buen plan.
Una media hora después, unos fuertes golpes en la puerta me despiertan de mi siesta. Me levanto para abrir y me encuentro a la persona que ya esperaba. Esta pasa y se deja caer en mi silla, para después hacerse una bola y soltar un bufido.
-Deduzco que no ha ido bien.
-Eres muy lista -dice sarcásticamente, a lo que yo me encojo de hombros -No he conseguido hablar con él -hago un gesto con la mano para que siga contando -He hablado con Jin y Suga.
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"The sugar in my coffee" [Min Yoongi]
Fanfiction-¿No crees que somos tan compatibles como el azúcar y el café? -Odio el azúcar en el café. [Odette quiere que se reconozca su talento como cantante y ya no sabe qué hacer para conseguirlo. Un trabajo en el otro lado del mundo puede ser su oportunid...