15. Así que tú y Suran...

2.9K 235 43
                                    

A la una y media consigo deshacerme de Jun y así poder irme a la escuela de arte para no llegar tarde en mi primer día. Estoy a punto de salir por la puerta principal pero oigo cómo alguien carraspea a mis espaldas. Me doy la vuelta y esbozo una sonrisa asesina, ya que parece que el mundo no quiere que me vaya bien en mi primer día. Es Taehyung.

-Hola, ¿qué tal la resaca? -esbozo una sonrisa más sincera.

-Bien... Bueno, ese no es el caso. Quiero pedirte perdón por lo del viernes -no para de tocarse la nuca con aire nervioso, y no me mira a los ojos -No quiero que pienses que soy siempre así, y de verdad siento haber intentado besarte.

-Da igual. El Taehyung borracho puede resultar hasta divertido -suspira con alivio y sonríe ampliamente -Tenemos que ir otro día, yo también quiero emborracharme.

-¿Y quién va a llevarnos a casa entonces? ¡No nos hagas esto!

Me río por su broma y abro un poco la puerta como para decirle que tengo que irme. Él me pregunta si quiero ir a comer con ellos, pero yo declino su oferta con la excusa de que tengo que ir a trabajar. En cuanto estoy fuera corro hacia una parada que está dos calles más abajo, desde donde un bus me dejará delante de la escuela de arte. Está todo planeado, así que nada debería salir mal.

Unos quince minutos después me bajo del autobús y entro corriendo a la escuela. Si no recuerdo mal, tengo que ir a una clase en la planta de arriba. Pregunto a un grupo de chicas que me indica amablemente las escaleras que debo subir para llegar. Una vez en la clase me acerco al profesor mientras me peino el pelo, intentando parecer normal.

-Hola, soy Odette -saludo acompañado de una reverencia.

-¡Ah, la modelo! Genial, justo a tiempo. Puedes pasar ahí para cambiarte.

Me señala una pequeña habitación a la que entro al instante. Cierro la puerta a mis espaldas y me desnudo, con el corazón latiéndome a mil por hora. Me pongo una bata colgada de un perchero y respiro hondo un par de veces para abrir la puerta y enfrentarme a las decenas de ojos que me miran fijamente. Parece que la clase ya ha empezado. Me coloco al lado del profesor y espero con paciencia a que diga todas las instrucciones.

-Bueno, vamos a empezar. Una hora no cunde nada. Odette, puedes sentarte ahí.

Me guía hacia una tarima que tiene una especie de camilla con unas sábanas blancas y algunos cojines. Me indica cómo tengo que colocarme y yo me armo de valor para quitarme la bata. Intento ignorar todas las miradas y me siento en la camilla, sintiéndome más expuesta que nunca. Estiro las piernas sobre la camilla y doblo una para apoyarme con un codo sobre ella. Después apoyo mi cabeza en la mano del mismo brazo, y el profesor me da el visto bueno. Me fijo en los estudiantes mientras empiezan a coger sus pinturas en silencio, solo oyendo algunas indicaciones del profesor.

Podría acostumbrarme a esto. Si me pusiesen un poco de música ya sería perfecto. Sigo sintiéndome intimidada, pero supongo que con el paso de los días iré perdiendo la vergüenza. La hora se me pasa lenta, aunque sin ningún problema. El profesor me da la bata y me deja ir a vestirme, cosa que hago rapidísimo para poder coger el bus y volver a la agencia. Dejo la bata en el perchero y salgo de la pequeña habitación.

-Hasta mañana -me despido del profesor, pero este me frena y yo me veo obligada a quedarme.

-Tienes que pasar por secretaría para recoger algunos horarios y más cosas. Él puede acompañarte.

Señala a un chico que está a su lado, y este hace una pequeña reverencia hacia mí. Yo le imito y empiezo a caminar hacia la puerta, después de despedirme del profesor. Espero al chico, y camino a su lado. Me pone nerviosa que camine tan lento, pero decido no decir nada para no parecer maleducada.

"The sugar in my coffee" [Min Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora