13. Los rumores se extienden como la pólvora, Odette

3K 277 67
                                    

La miro de arriba a abajo. Han pasado casi dos meses desde la última vez que la vi, y no ha cambiado nada. Trae una maleta y va vestida con su habitual falda de tubo y chaqueta vaquera. No soy capaz de decir nada, demasiado bloqueada.

-Odette, yo...

-¿Qué coño haces aquí? -estoy indignada -No, mejor. No quiero oírte. Fuera de mi casa.

Empiezo a cerrar la puerta pero ella la bloquea con un pie -¡No! Escucha lo que tengo que decir, por favor.

Me cruzo de brazos barajando mis opciones. Finalmente asiento y la dejo pasar. Le digo que se siente en el sofá y yo voy al baño para acabar de lavar a Tequila. Le seco con una toalla y le dejo salir. Voy detrás de él, que corre hacia Verónica buscando su cariño.

-Habla. Tengo cosas que hacer.

En parte es verdad, aunque tengo claro que no voy a hacer nada un domingo. Ella deja de acariciar a Tequila y coloca las manos encima de su regazo, con un profundo suspiro.

-Entiendo tu enfado, pero no tiene sentido. Ha sido un error y me arrepiento mucho de no haberme asegurado de todos los detalles -mueve la pierna de arriba y abajo -Lo siento mucho.

Me siento en la encimera y pienso seriamente el perdonarla. La verdad es que llevamos mucho tiempo siendo amigas, pero ya no puedo confiar en ella.

-Ya no puedo confiar en ti -digo, mientras me levanto y abro la puerta de la entrada -Deberías irte.

-¿Y a dónde voy a ir? ¿Vas a dejarme sola aquí?

-Venga ya, Verónica. ¿Piensas que nací ayer? -suelto una risa sarcástica -No eres tonta. Ya sabías que podría pasar esto, por eso ahora mismo tienes una maleta y estoy segura de que también tienes un hotel alquilado.

Se levanta súbitamente, coge su maleta y la arrastra con violencia hacia la puerta. Se gira una última vez y, con lágrimas en los ojos, me señala con el dedo índice -Después no me vengas llorando porque estás sola.

-¡Lo mismo te digo! -grito con todas mis fuerzas para que me oiga mientras baja por las escaleras.

Cierro la puerta con todas mis fuerzas y le doy una patada para descargar la ira. Tequila y Sokja salen de la nada para comprobar qué ha pasado, pero al ver mi cara vuelven a desaparecer.

...

Al día siguiente salgo a pasear a Tequila muy temprano y no me encuentro a ningún especimen con nombre de condimento. En cuanto llego a casa me encuentro a Sokja sentada en una silla en la cocina con mi estuche de maquillaje en su regazo

-Maquíllame, por favor.

No voy a preguntar por qué. Solo le hago un maquillaje sencillo ideal para ir al colegio y ella se va a su habitación más contenta que una trucha. Me como un par de galletas y empiezo a maquillarme para ir a la agencia. Después decido vestirme de forma casual y me pongo una camiseta de tirantes negra debajo de una camisa de cuadros, unos pantalones negros y unos playeros blancos. Si Jun me ha permitido vestir casi desnuda durante una semana, creo que puede soportar esto también.

Salgo corriendo al ver que son casi las ocho y llego unos minutos tarde, pero no hay nadie para echarme la bronca. Voy al despacho de Jun y me dice que las entrevistas empiezan dentro de unos minutos, así que tengo tiempo libre hasta la grabación de un programa de los chicos a las once.

Decido subir a mi estudio para editar un vlog de la grabación de Blood sweat and tears, pero al entrar me encuentro con una agradable sorpresa encima de mi mesa. Es un vaso de una cafetería. Le quito la tapa y descubro que es chocolate caliente, a lo que doy un pequeño grito de alegría. Me dejo caer en la silla delante del ordenador y empiezo abrir el programa de edición mientras pienso en quién puede haberme comprado el chocolate. Tampoco le doy muchas vueltas, recuerdo haberle comentado a Taehyung que me gusta el chocolate así que seguro que ha sido él.

"The sugar in my coffee" [Min Yoongi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora