-14-

890 81 10
                                    


14

-A tu hermana le va muy bien en su trabajo. -Edmund la defendió.

-Pues si, pero nunca se iba a poder comprar un lugar como este con su sueldo, papá. Es obvio que se casó con él por su dinero.


-¡Verena, por Dios! -Su padre la reprendió.


-¿Como así? -Rita preguntó.


Verena rodó los ojos. -Nada, no me hagas caso.


-Que no se te ocurra volver a decir esas cosas en este lugar. -Edmund le dijo entre dientes.


-Papá cálmate. -Verena sonrió con cinismo-. Ni que fuera verdad.



Nicholas lucía mucho mejor cuando regresó al salón. El pelo castaño estaba aún húmedo por la ducha. Traía puestos jeans en gris, y una camisa a cuadros rojos. La mirada de Verena permaneció sobre el más tiempo de lo apropiado.


-¿Está listo, Edmund? -Le preguntó a su suegro.


Edmund se levantó del sillón donde descansaba. -Sí.


-¿No vamos a ir nosotras? -Rita preguntó.


-Lo mejor para tu hermana es que no la abrumemos. Además recuerda que queríamos que fuese una sorpresa.


Rita asintió.


-Yuko las llevará a una habitación en unos minutos. -Dijo Nicholas, encaminándose a la salida.



-Debe ser el infierno para ti tener que fingir que te agrado. -Dijo Edmund, una vez tomaron el ascensor hacia el estacionamiento.

Nicholas endureció la mandíbula como toda respuesta.

-No todo ha sido culpa mía. -Continuó-. Aquí la única víctima es mi hija, a quien vendí como un trozo de carne. Pero tú... tú te has beneficiado.

Nicholas no habló, tampoco lo miró.

-¿O me vas a decir que no disfrutas llevándotela a la cama?

Como endemoniado, Nicholas lo asio por la camisa y lo pegó contra la pared del elevador. -Tú hija no es esa víctima que crees. Y no quiero escuchar una palabra más sobre nuestro matrimonio. O te voy a matar.

• • •

Nicholas y Edmund entraron en la habitación de Keira, interrumpiendo una conversación entre ella y su madre.

-¡Ya estás aquí! -Zira corrió a los brazos de su marido-. Te he estado marcando al celular desde hace tiempo.

-Debe estar sin batería. -Dijo, con una media sonrisa.

Zira asintió. -Nicholas, ¿podemos hablar un segundo afuera?

Nicholas abrió la boca para decir algo, pero se limitó a asentir. No había tenido la oportunidad de acercarse a Keira.

Disimula. (En Proceso de Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora