-¿Interrumpí algo? -Zira preguntó, traía una bandeja con comida.
-No. -Keira se aclaró la garganta-. Nicholas me estaba ayudando a ponerme algo más cómodo.
Zira sonrió. -Te traje algo de comer. Sopa de calalú.
-Mhm. Suena delicioso, mamá. Pero no tengo hambre, estoy muerta del sueño.
-De acuerdo, vas a dormir un rato luego de que comas. No comes nada desde el desayuno en el hospital, y al rato te toca tu próxima dosis.
Keira asintió resignada, mientras su madre ponia la bandeja sobre su regazo. -¿Mamá de donde sacaste el calalú?
Zira rio. -Logre traerlo en mi maleta. Recé para que no lo descubrieran. Es casi imposible encontrarlo por estos lados, ¿no?
-Sí, lo he buscado.
-Oye, Kiki. Está habitación es como muy masculina, oscura... ¿No te parece?
-Sí, es que... A Nicholas le gusta y pues... ya sabes... este fue su departamento primero. Mamá, Nicholas va a salir del baño en cualquier momento, y...
-Entiendo, entiendo... En un momento vuelvo para asegurarme que tomes tu medicina.
_____
Keira ya estaba terminando la sopa cuando Nicholas salió del baño con una toalla atada a la cintura. Tenía el pelo húmedo, y pequeñas perlas de agua en la espalda y los hombros.
-¿Qué comes? -Le preguntó, mientras buscaba su ropa interior en uno de los cajones.
-Es sopa de calalú. -Contestó Keira.
-¿Cala-qué?
-Ven aquí.
Nicholas se dio la vuelta, extrañado.
-¡Ven!
Él se encaminó hacia ella, desconfiado.
-Abre.... -Keira acercó la cuchara con un poco de caldo humeante a la boca de Nicholas.
Aún desconfiado, el se inclinó hacia ella. -No se ve muy...
-¡Abre!
Él abrió la boca, probando aquel caldo de un color verdoso, totalmente desconocido para el.
-¿Y? -Ella preguntó expectante.
-No es mi favorito.
Keira enarcó las cejas. -¡Es delicioso, Nicholas!
-He provado cosas mejores.
-¿Si? ¿Cómo qué?
-¿En serio quieres saber?
Ella asintió.
Nicholas se acercó más a ella, y apoyando ambas manos sobre el colchón, la besó.
Keira se sorprendió, pero prontamente le rodeó el cuello con ambos brazos, acariciandole con las puntas de los dedos. Sintió sobre su piel la humedad de la ducha que había tomado.
-Tengo que ir a la oficina. -El le dijo después, descansando su frente contra la de ella.
Keira volvió a asentir. -Te veo después, yo tengo que dormir un rato.
______
Keira había bajado al comedor con la ayuda de su padre y de su hermana mayor para cenar. Nicholas no había llegado, y ella comenzaba a sentir un vacío al no tenerlo con ella todo el tiempo.
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Disimula. (En Proceso de Edición)
RomanceNicholas van der Voort Keira Auguste Los declaro: marido y mujer.