Ella se sentó al borde de la cama, y le tomó ambas manos. —No... No lo haré más.... Lo prometo.
—¿Por qué querrías estar conmigo y no con él, si lo amas tanto?
—Porque.... Porque tú eres mi esposo... Porque aunque te suene cursi, creo en el destino, y porque... lo hayamos decidido o no, soy Keira van der Voort.
Con movimientos lentos y sensuales se subió sobre su regazo y lo besó.
Nicholas gimió de dolor, acomodándola sobre su pelvis, donde no dolía tanto.
—Keira... —Murmuró en su oído, mientras ella le besaba el cuello.
—Shhh...
—Keira... —La tomó por los brazos, alejándola de sí-. Para.
—¿Por qué?
—Solo.... Solo para. Por favor.
—Está bien, pero.... —Se aclaró la garganta-. ¿Puedo quedarme esta noche contigo...en esta cama?
Nicholas asintió como toda respuesta.
Esa noche Keira lo sintió tenso, especialmente cuando ella decidió descansar sobre su pecho. Luego se durmió, luciendo más relajado. Estaba aún dormido cuando ella se fue al trabajo, y no estaba en la casa cuando regresó.
—¿Dónde está Nicholas? —Le preguntó a Yuko.
—Recuerde que tenía cita esta tarde.
—Pero..
—Jackson lo acompañó, no se preocupe.
Se sentía pésimo. Cuando ella estaba convaleciente, Nicholas no había olvidado ninguna de sus citas, y ella no había podido ser capaz de comportarse igual con él. Pensó en llamarlo, pero decidió mejor quedarse en el salón a esperarlo.
Le sorprendió lo que vió. Nicholas ya no traía el yeso ni las muletas, solo un bastón.
—Hola... —Dijo levantándose con una sonrisa-. Veo que te fue bien.
Él asintió. —Sí.... El médico tampoco esperaba una mejoría tan rápida.
—¿Y tu hombro como está?
—Me hicieron una radiografía... Todo bien.
—¿Y las costillas?
—Sanando.
—¿Te puedo hacer una pregunta?
—Adelante.
—¿Por qué le pediste a Yuko que sacara mis cosas de tu habitación?
—Es mejor así, Keira. Por ahora.
—¿Mejor para quién?
—Mejor para mí... Mejor para los dos.
—No puedes decidir por los dos.
—Puedo, y ya está decidido. Tú quieres tiempo, te estoy dando espacio también.
—¿Cómo vamos a...?
—No lo haremos, no hasta que tomes una decisión real sobre qué es lo que quieres hacer con tu vida. Nunca he estado con una mujer que no lo desee, y tú no serás la excepción.
—Estás equivocado. Yo no quería que pasara esto, yo...
—La mujer que se acuesta conmigo, no lo hace con nadie más mientras estamos juntos. Así que mientras sigas con ese hombre, no compartiremos la cama.
—Ahí está el problema, Nicholas. Tú quieres solo sexo, con Neal yo hago el amor.
Nicholas sonrió. —Haz lo que mejor te parezca.
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Disimula. (En Proceso de Edición)
RomanceNicholas van der Voort Keira Auguste Los declaro: marido y mujer.