Naruto
Caminaba con prisa al lado de Shion. Ella iba hablándome sobre... Ni lo sabía. Desde hace un tiempo no prestaba demasiada atención. Todo lo que sabía es que iba a llegar tarde a una práctica y no podía faltar.
Salimos del aulario, pero algo bloqueó nuestro paso por unos instantes para ser derribado después. Una chica de cabello azulado estaba tirada en el suelo. Me sentía fatal por haberla golpeado, pero no me había dado cuenta.
Miré a Shion, la cual intentó agarrarme para que nos marchasemos de ahí, pero yo simplemente no podía.
-Mierda -masculló dolorida.
Tenía que ayudarla de alguna manera, así que me acerqué a ella para intentar ponerla de pie.
-Lo siento -dije-, ¿dónde te has dado? ¿Te duele?
Ella ni siquiera me miraba.
-Ag, déjala, ¿no ves que es torpe? -dijo Shion.
Sí, mi querida novia tenía el tacto en el culo.
-A veces eres odiosa, Shion -dije, sin poder ocultar más mi enfado.
Pero entonces ella alzó la vista y me miró. Esos ojos perlas me quitaron el aliento y me hicieron recordar a la camarera del café, esa chica que me había tocado las narices y que acabó siendo la alegría del día. La observé detenidamente. Si, claro que era ella, esas facciones eran inolvidables, pero eran aún más bonitas de lo que recordaba. Sentía como el aire se iba de mis pulmones poco a poco. Nos quedamos mirando un rato y comencé a notar la mirada taladrante de Shion en mi nuca.
-¿Estás bien? -pregunté, intentando sonar preocupado. En verdad lo estaba, pero también temía que mi novia me patease el trasero.
-Sí -respondió finalmente.
-Ya la has oído -dijo Shion molesta-, vámonos si no quieres legar tarde, Naruto.
Suspiré.
-Esta bien -dije-. Lo siento -me disculpé antes de levantarme y marcharme de ahí.
Apresuradamente, tomé la mano de Shion, pero sabía que la Tercera Guerra Mundial estaba por desatarse.
-Eres un estúpido -me dijo.
-Solo pretendía ser amable, la he golpeado -me excusé.
Shion gruñó. A veces dudaba qué seguía haciendo con ella, pero luego recordaba todo lo que la quería y simplemente besaba su frente, justo como hice en ese momento, intentando tranquilizarla.
Ella sonrió. Ese gesto siempre funcionaba.
Llegamos a tiempo a clase y tomamos asiento. Sasuke estaba también por ahí y fui a su lado, mientras Shion corrió junto a sus amigas. El idiota de mi amigo me saludó con un movimiento de cabeza y me ignoró durante el resto de la clase. Él tenía también cosas en las que pensar.
Al acabar las clases fui hacia casa. Me topé con una nota en la mesa de la cocina:
He tenido que salir, me han llamado del trabajo. Tendrás que hacerte la comida tú solo y espero que no sea ramen.
Te quiero, Kushina.Odiaba cocinar, pero me iba a tocar hacerlo si no quería que mi madre me volviese a regañar. No era capaz de hacer demasiados platos, así que solo comprobé si había algo de pasta que pudiera cocer. Por suerte para mí, la encontré rápido. No sabía si mi madre comería en casa o no, pero tal vez era mejor echar para ella. Si no quería, siempre podría ser mi cena.
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Libertad (Naruhina AU)
RomanceHinata es una chica que está acabando sus estudios cuando, por un casual, conoce en su trabajo a Naruto, un chico que cumple a la perfección el prototipo de sus fantasías. Sin embargo, ella ha sufrido mucho desde la muerte de su madre y los recuerdo...