Capítulo 14 - Hora de actuar

285 22 10
                                    

Naruto

Diciembre acababa de empezar y yo seguía sin haber hablado con Shion. Inventaba excusas tontas para decir por qué no iba al trabajo, incluso había tenido que sobornar a uno de mis compañeros para que no le dijese nada, pero no podía seguir así. Estaba decidido a hablar con ella, había tomado una decisión y debía seguir adelante. Bueno, he de decir que el golpe de mi madre también era un buen motivo para hacerlo. Estaba amenazado con recibir otro si no hablaba con Shion. Creo que mi madre deseaba que la siguiente que me golpease fuese ella.

Cogí el teléfono y marqué su número. Qué puedo decir, había tomado esa decisión hacía tan sólo unos minutos.

-¿Naruto? -preguntó en cuanto descolgó la llamada. Apenas había dado un pitido-. Estoy camino del trabajo.

¿Y qué le decía yo ahora?

-Podemos vernos allí si quieres -improvisé.

-Eso estaría bien, que llevas mucho sin pasarte y no queremos que te despidan.

Joder, estaba perdido.

-Sí -reí nervioso. Me iba a dejar en coma de la paliza.

-Genial, nos vemos allí.

Colgué sin contestar. Era mejor quedarme callado a seguir mintiendo. Ni me parecía genial la idea ni quería hablar con ella. En realidad, creo que Shion y yo llevábamos sin estar juntos mucho tiempo.

Saqué mi chaqueta del armario y salí de casa. Fuera llovía y yo no había cogido paraguas, pero por suerte tenía el coche aparcado a unos metros de casa. Me monté con prisas y arranqué, saliendo del aparcamiento. Durante el camino busqué las palabras adecuadas para contárselo todo, pero no veía cómo podía arreglar la situación. Llevaba mientiéndole mucho tiempo y, por más que fuese sincero, sabía que me dejaría. Era curioso porque en realidad yo no quería seguir con ella, pero tampoco quería perderla. Habíamos pasado mucho tiempo juntos y al fin y al cabo la quería, quizás no en el mismo sentido que antes, pero ese sentimiento seguía estando. Me preocupaba su reacción, pero quizás simplemente no le importase porque ya había conseguido un puesto estable en la agencia. Aun así, tampoco me gustaba esa opción porque entonces eso demostraría que de verdad me había utilizado. En realidad de cualquiera de sus reacciones podría extraerse la conclusión de que había intentado utilizarme, pero yo seguía cegado para querer aceptarlo. No podía creer que hubiera sido engañado por una cara bonita.

Con todos esos pensamientos llegué y me dirigí hacia el parking.

-Hombre, Naruto -saludó el guarda amablemente. Habíamos hablado en alguna que otra ocasión y era una suerte que estuviera en la cabina-. Sabes que ya no puedes usar esto, ¿verdad?

-Hola Iruka -respondí al saludo-. Serán solo unos minutos, quizás una hora, por favor -supliqué.

El dudó durante unos instantes.

-Está bien -accedió-. Total, ya no pueden hacerme nada.

-¿Y eso? -su comentario me había extrañado bastante.

-He presentado la dimisión -respondió-. Me han ofrecido un puesto en la empresa de Sarutobi y allí al menos no tengo que aguantar a niñatos engreídos. Espero que al menos no a tantos -añadió.

La empresa de Hiruzen Sarutobi era una filial de la compañía Hokage. El propio Hiruzen había estado trabajando en ella hasta que su hermano falleció y decidió encargarse de la empresa familiar, ya que era el único que podía. La compañía Hokage estaba muy agradecida por sus servicios y seguían trabajando juntos en algunos proyectos. Tampoco sabía mucho del tema, pero eso es lo que había averiguado hacía unos años, cuando había comenzado a interesarme por este mundillo. No había indagado más, pero tenía claro que esa empresa era mi segunda opción para las prácticas, ya que era una forma indirecta de acercarme a la compañía Hokage.

Libertad (Naruhina AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora