Capítulo 46 - Shion

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Neji salió del hospital a los tres días. Mi padre estuvo hablando con él después de que saliera Tenten, la cual tenía una gran sonrisa. Ella me explicó todo lo que había pasado y entendía perfectamente su temor porque Neji no fuese a la cárcel. Por suerte, mi padre intervino ahí y, alegando que todo esto se había hecho por una causa mayor, mi primo evitó la prisión. Los jueces tampoco pusieron muchas pegas, ya que la operación de desmantelación de Akatsuki fue todo un éxito y estaban mucho más ocupados con esos casos. Tenten y él habían empezado a salir y me alegraba muchísimo por los dos, se lo merecían, lo único malo era que ahora era yo la que se quejaba por el ruido. Prácticamente se pasaban el día en mi casa y era algo incómodo. Estamos hablando de mi primo y de mi mejor amiga, era turbio oírles. Lo bueno de esto era que yo tampoco pasaba mucho por casa. Tenía que recuperar el tiempo perdido de trabajo en la Compañía Hokage y, cuando salía, Naruto solía secuestrarme. No obstante, últimamente cada vez lo hacía menos, ya que estaba demasiado ocupado ayudando a sus padres con la boda. Así que esa era mi vida, llegaba a casa y les oía en la habitación de Tenten, pero ellos estaban demasiado a lo suyo como para darse cuenta de que había llegado. Tampoco les decía nada, se merecían estar así después de todo, así que me ponía los cascos o directamente me iba a ver a Hanabi. En una de esas escapadas habíamos comprado nuestros vestidos para la boda, así que yo ya tenía poco que hacer. También había acompañado a Kushina a mirar vestidos, pero eso no había salido muy bien. Mi suegra encontraba pegas a casi todos los vestidos y, tras acompañarla una vez y estar más de tres horas sentada viendo como ponía caras raras ante cada vestido, decidí que solamente volvería a acompañarla si estaba muy desesperada.

Saqué mi comida del microondas y la puse en la mesa. Tenía una pinta deliciosa y yo estaba muerta de hambre. Esa mañana había sido agotadora en el trabajo y necesitaba descansar. Milagrosamente, hoy Neji y Tenten no estaban por casa, así que podía disfrutar de un poco de  tranquilidad.

Pronto había hablado yo. Tenten entró en casa y cerró de un portazo. La oí correr hasta la cocina y prácticamente me lanzó un periódico a la cara.

-Ay -me quejé.

-Léelo -me ordenó.

La miré de mala gana. Di una pinchada a mi comida y me la llevé a la boca. Luego cogí el periódico y lo ví. 

En primera plana estaba una foto de Naruto y mía, los dos juntos en el Café Konoha, y justo al lado había otra de él con otra chica en otra cafetería. De la impresión me atraganté con la comida y empecé a toser. Tenten me sirvió un vaso de agua y me lo pasó. Bebí hasta vaciarlo.

-¿Qué es esto? -pregunté.

-Esperaba que tu pudieras decírmelo.

Miré de nuevo la foto, intentando buscar un fallo, pero no, era él. Entonces me fijé en el titular: "El hijo de Minato Namikaze, todo un Don Juan". No sabía si reír o llorar. Esto tenía que ser una broma. Intenté fijarme en la chica, pero ella salía de espaldas y no la reconocía. Era pelirroja, por lo que por un momento pensé que se trataría de Karin, pero tenía el pelo demasiado largo para ser ella. No sabía qué pensar, pero la posibilidad de que Naruto me estuviera engañando se hacía cada vez más fuerte. Todas las inseguridades vinieron de golpe. Naruto era un chico increíble, ex modelo y con un gran sentido del humor, podría tener a todas las chicas que quisiera. Por si eso no fuera poco, era hijo de uno de los empresarios más importantes del país, lo cual atraía aún a más mujeres... No era de extrañar que alguna de ellas le acabase llamando la atención. Pero por desgracia para Naruto, yo ya no era esa chica que se guardaba todo. Había conseguido sacar mi carácter. 

-No me lo puedo creer -mascullé, enfadada. Lancé el periódico contra la mesa y seguí comiendo.

-¿No vas a hacer nada? -preguntó Tenten, sorprendida.

Libertad (Naruhina AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora