Libertad (Naruhina AU)

Capítulo 7 - Fotografías

Noviembre. Dos semanas desde la última vez que salí con Kiba. Dos semanas desde la última vez que vi a Naruto.

En ese tiempo mi vida había seguido tan monótona como siempre de no ser por los entrenamientos de Tenten y Kiba, los cuales observaba fascinada. Mis amigos se preparaban para la competición y, la verdad, no lo hacían nada mal. Tenten estaba teniendo cuidado y aún se colocaba una muñequera para entrenar, pero cada vez iba recuperando más fuerza. La doctora le había recomendado hacer algunos ejercicios de fortalecimiento y ella estaba tan contenta de volver que seguía sus consejos a rajatabla. Por otro lado teníamos a Kiba, tan a su bola como siempre, pero sorprendentemente efectivo. El entrenador le regañaba constantemente por su falta de disciplina y la ejecución torpe de las técnicas, pero aun así no podían con él. Era rápido y ágil, sabía dónde tenía que colocarse en cada momento. Después de verles durante varios días sentada en las gradas del gimnasio mientras intentaba estudiar -con escasa productividad- comencé a preguntarme cómo sería en la cama.

Sin embargo, lo que ocupaba mis pensamientos era algo bien distinto.

Cuando Naruto se marchó del café aquel día, Tenten me hizo un interrogatorio en el cual yo apenas pude responder algunas preguntas. Me sentía estúpida. Me dí cuenta de que tan solo sabía su nombre, que había sido modelo y que estudiaba en mi universidad. Ah, y que era muy probable que estuviera saliendo con Shion. Solo eso, cuatro datos estúpidos que me hicieron sentir como una tonta. Me había obsesionado por un chico del que solo sabía cuatro cosas. Me prometí a mí misma que no iba a volver a caer y, sin darme cuenta, Naruto me tenía en sus redes. Por suerte para mí, era muy probable que él no lo supiera. Era consciente de que su vida era mucho más interesante y, aunque se hubiese molestado en venir a disculparse, eso no significaba nada. Tal vez era educado. Con eso pude sumar un quinto dato y mi ansiedad se rebajó por unos instantes. Cinco cosas tampoco es que fuesen muchas.

Esa misma noche recibí un mensaje de Tenten. Decía simplemente que tenía noticias jugosas. Era bastante tarde, pero la curiosidad me pudo. Esperé a que contestase, pero a los diez minutos no aguanté más y le pregunté qué sucedía. Me envió una foto con un sencillo mensaje:

Si no lo quieres tú, me lo quedo yo.

Descargué la foto y casi me ahogo de la impresión. Naruto. En traje de baño. Los abdominales marcados. Sonriendo seductor a la cámara. Empecé a notar cómo mis bragas se humedecían al segundo.

¿Dónde has encontrado eso?

Al instante tenía la respuesta de Tenten

Internet, querida. Se llama Naruto Uzumaki, tiene 21 años y estudia administración y dirección de empresas. Su cumpleaños es el 10 de Octubre. Si quieres te pasó el link de su perfil en la agencia de modelos, aún no lo han borrado. Viene su twitter y esas cosas.

Joder, adoraba a mi amiga.

Está bien.

Me sentía una acosadora, pero esto era maravilloso. Tenten no tardó ni un segundo en responderme y le agradecí por ello. Comencé a cotillear y, para qué negarlo, era un vicio. Sus fotos eran increíbles, salía guapísimo y muy seductor. En algunas se veía a Shion, pero me daba bastante igual. Naruto la eclipsaba, todo le quedaba bien, pero me gustaban especialmente unas que había hecho trajeado. No sé qué pasaba, eran en la que menos se veía de él, pero también las más misteriosas y elegantes. Luego recordé que estudiaba administración y dirección de empresas y me lo imaginé paseándose por su oficina enfundado en uno de esos trajes tan sexys. Había posibilidades de trabajar en la misma empresa, yo en el departamento de publicidad y él... en verdad me daba igual dónde. Después de una reunión que se alargase más de la cuenta podríamos quedarnos a hablar, tal vez tomaríamos algo... La fantasía de que me follase en su escritorio comenzó a surgir en mi cabeza.