Capítulo 13 - Reiniciar

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Sakura había aprendido a trabajar de verdad durante estos días y se había vuelto una persona con la que se podía hablar. Lee se alegró especialmente de verla, ya que todos sabíamos que le gustaba y, sorprendentemente, ella no le humilló cuando se acercó. Antes Sakura le habría dicho cualquier cosa con la que lo hubiese ofendido y se habría quedado tan a gusto, pero ahora era simpática con él, aunque seguía dejándole claro que no estaba interesada.

El café seguía teniendo ese toque de calidez y de diversión que me faltaba, pero yo estaba nerviosa. Seguí sin hablar con Kiba y ese día le vería de nuevo. Pensaba que tal vez estaba enfadado, pero me resultaba extraño viniendo de él. No obstante, yo en realidad no sabía cómo era él. Si todo eso había sido una mentira, no sabría qué hacer. No estaba enamorada de él, ni mucho menos, pero sí era agradable estar a su lado. Me gustaba, me daba confianza, tal vez fuese la persona adecuada con la que volver a salir, pero él no se merecía estar con alguien que no le quisiera. Me llamé estúpida solo de pensarlo. Jugar con él de esa forma no era muy distinto de lo que Toneri había hecho conmigo. Incluso era peor. Al fin y al cabo, Toneri me quería, aunque a su manera extraña y solo para él, pero me quería. No es un amor que le desease a nadie, pero lo era.

La verja del café ya estaba abierta y me alegré por ello. Al menos hoy no tendría que hacer el ridículo intentando subirla.

El cuarto de empleados estaba cerrado, así que supuse que quien habría abierto debía de estar cambiándose. Había dos opciones: Sakura o Kiba, y no me imaginaba a la primera llegando pronto. Preferí quedarme a esperar fuera en lugar de preguntar, sin importarme quién estuviera en la habitación.

-Hola -saludaron a mi espalda.

Efectivamente, Sakura estaba detrás de mí, confirmando mis sospechas. Al menos no tendría que estar con Kiba a solas.

-Hola -saludé.

-¿Está Kiba? -preguntó.

-Sí -asentí.

Cerré los ojos y suspiré, intentando calmarme. Noté la mirada de Sakura sobre mi nuca.

-¿Nerviosa?

-Un poco -dije, viendo si al expresarlo conseguía controlarlo.

-Kiba reaccionó igual cuando vio que hoy os tocaba juntos -reveló.

¿Él también estaba nervioso? Mi corazón se aceleró un poco más, pero esta vez los nervios eran de otro tipo. Quería pensar que Kiba si era ese chico que había conocido. Si resultaba que todo era una mentira iba a sufrir y no sabía si estaba preparada para ello.

-Me lo acabó contando todo ayer -explicó al ver que no respondí-. Imagino que te dará igual, pero te daré un consejo: no mezcles el amor y el trabajo, te lo digo por experiencia.

No me dio tiempo a preguntar más porque la puerta se abrió y Kiba salió, visiblemente tenso. Nuestras miradas se encontraron y yo noté como mi corazón volví a acelerarse. Me resultaba difícil hablar con él. Las palmas de las manos comenzaron a sudar y, por más que intentaba frenarlo, eso no hacía más que humedecerlas más. Esta situación era una auténtica mierda.

-Hola -saludó Sakura al ver que ninguno de los dos decíamos nada-. ¿Sabéis? Creo que me voy a cambiar -dijo levantándose-, que vosotros tenéis que hablar -. Y empujó a Kiba hacia mí cuando pasó a su lado.

Tensión. Era lo único que podía notar. Intenté ignorar mis emociones para concentrarme un poco en él, quizás así supiera cómo actuar. Se le veía nervioso y dolido, pero intentaba ocultarlo con escasos resultados. Supongo que yo debía ser un libro abierto al igual que él, porque mostró una sonrisa torcida.

Libertad (Naruhina AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora